Luego son esos mismos coños los que viven implorando seguridad. Qué farsa

Gritan que la inseguridad les impide hasta rezar.

Se contorsionan pidiendo justicia.

Marchan con manos ensangrentadas, hacen trazos y figuras de asesinados en las calles…

Pero luego con sus caritas y sus manitas blancas, se plantan en las calles a pedir la libertad de asesinos.

De masacradores.

De ladrones.

De paracos y terroristas.

A exigir que el Mazuco sea la personalidad más fulgurante en la Asamblea Nacional.

Que la Afiuni vuelva a impartir “justicia”.

Que los Guevara puedan irse a Miami.

Que los comisarios Simonovis, Forero y Vivas se integren a las carnavaladas delirantes de Primero Justicia y UNT.

Que el país se convierta en el palacio de Satanás, en la Sodoma y Gomorra más esclarecida del planeta.

Piden que el país se vaya al garete y reine en él totalmente la impunidad.

Que todo se envilezca.

Claman por guerras civiles e invasiones extranjeras.

Son los reyes y patriarcas de la muerte, de la mentira, de la estafa moral de todos los días.

El show que nunca termina.

La impudicia en todas sus formas, en todos son niveles y degradaciones.

Qué calidad de lacras tenemos, carajo.

jsantroz@gmail.com



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

 jsantroz@gmail.com      @jsantroz

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