El problema de abastecimiento del país en los actuales momentos con la circunstancia que padecemos, solo tiene varias soluciones conexas, pero parte del principio de producir mas productos con mayor cantidad y calidad nacional, en especial aquellos que sustituyan importaciones, y hacer un cambio de los sistemas económicos interactuantes que modifique la tendencia parasitaria y especulativa del sector terciario de la economía, ajustar el desarrollo de un sector industrial o de transformación con mas responsabilidad y con mayor valor agregado nacional en sus capacidades de procesamiento y almacenamiento con las infraestructuras actuales, mejorando su eficiencia y productividad con mayor inversión nacional de capital nacional, y en lo esencial la reactivación sin cuestionamiento del sector primario, en especial el agrícola, ganadero y pesquero, con énfasis en la democratización de los factores de producción, la transferencia de competencia y mayor distribución de las riquezas.
Lo anterior suena fácil a decirlo, en la practica dominada se puede decir que lo es, pero hay que admitir que todos procesos económicos tienen un grado alto de complejidad por su naturaleza, que demanda de los actores que asuman con mayor capacidad y valores en la conducción de todos los procesos que en ella se interrelacional. Está claro que dependerá en mayor grado en la voluntad de los hombres en manejan estos procesos complejos. En una parte, requiere la convocatoria de los talentos mas preparados y con experiencia que dispone el país y las instituciones públicas y privadas. Por la otra de liderazgos que gerencien con y teniendo la mayor capacidad de convocatoria, influencia y convencimientos de otros actores, para que la voluntad negociada sea acorde a estos retos y converjan en la garantía de accesibilidad de los bienes y servicios para todo el pueblo.
En este contexto ¿Cual debería ser el papel de la ciencia y tecnología pública como actores dentro de estas circunstancias presente y futura?. El sector de ciencia y tecnología (C y T) siempre a dado respuesta a esta y otras interrogantes. Su naturaleza de investigación y de generar soluciones le ha permitido adelantarse a otros actores políticos dentro del marco de la economía nacional en cuanto a tener claro cuales debe ser sus roles en estas competencias. Sin embargo, por no poder estos actores hacerse entender, y los otros actores hacer un esfuerzo por entenderlos, las respuestas a sido difícil para que este sector sea escuchado, mas que ser escuchado, permitirle cumplir con lo que con su experiencia y experticia a producido y sigue produciendo, como respuestas de que hacer para contribuir con la transformación de la economía, y lograr lo que en la introducción de esta discusión se ha expuesto. Sus contribuciones son claras; investigar para generar nuevos conocimiento, desarrollar tecnologías y transferirlas entre otras, para la reingeniería productiva, y así generar mayor productividad, eficiencia en los procesos, economía de insumos, recursos y energía, sustitución de importaciones, prestar servicios estratégicos y asesoría al estado, entre otras. Y todo está al servicio de la nación y del Pueblo.
Sobre este particular, la necesidad actual de producir mas alimentos, como un asunto de seguridad muy importante y urgente de abordar en estos momentos, solo requiere aplicar lo que en el sector de C y T ha generado en el país en los últimos 20 años, y para garantizar sostenibilidad de la producción de nuevas y novedosas soluciones se debe permitir con la importancia que esta contribución tiene en reimpulsar como mayor audacia la continuidad de estos trabajos y otros necesarios. Pero aun persiste algunos problemas medulares en lo dicho y los hechos, como lo expresado por este autor en un artículo publicado en APORREA el día 08 del mes de julio del año 2011 (http://www.aporrea.org/tecno/a126413.html), que en resumida cuenta son; la formación, captación e incorporación de mayor cantidad de investigadores, ahora llamados Profesionales de la Investigación, lo correcto sería decir Profesionales en la investigación e innovación, para corregir el déficit de mas de 2/3 de los requeridos para el desarrollo y características de Venezuela, la continuidad e incremento progresivo y acelerado de la inversión y financiamiento oportuno y suficiente dentro del sector, y mejoramiento de las condiciones de vida de estos actores para facilitar su concentración de sus capacidades y motivaciones que garantice su eficiencia, eficacia y productividad en C y T al servicios del país. Esto aún persiste y está vigente en nuestros días.
A pesar que tanto los que saben de economía, de gerencia de políticas públicas y otros actores que le corresponden y liderizan las tomas de decisiones mas importantes a nivel estratégico nacional, reconocen la importancia del papel de la C y T en lo indicado como motor, vértice o simple patas de la mesa que define el avance en el desarrollo de un país (acompañado de la finanza, política y economía), poco ha sido la atención en reconocer la autoridad del sector en señalar en lo que le compete sobre ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Por qué?, ¿Cuándo?, ¿Con qué?, ¿Con quienes? y ¿Dónde?, se puede construir las soluciones en las acciones concretas.
Declaraciones de ministros donde llaman a los actores de C y T (profesores, estudiantes, investigadores, tecnólogo y otros) al incorporarse a la Agenda Bolivariana de la Economía, planes y otras iniciativas de las políticas públicas, no desde ahora sino de hace mas de 15 años, pareciera indicar que ponen en duda que este sector y sus actores están involucrados desde hace tiempo en ello. Solo basta revisar el Plan Nacional de C y T de la Nacional 2005-2030, su antecedentes y sucesivas modificaciones, en parte fueron ratificado en el Plan de la Patria 2013-2019, en sus objetivos nacionales donde la C y T tienen objetivos estratégicos claros formulados, que definen su actuación, muy adelantados a las nuevas situaciones coyunturales. Estos lineamientos, objetivos fueron el producto de las consultas al sector y a los actores de C y T, como reseña el portal WEB http://plan-nacional-de-ciencia-tecnologia.blogspot.com/:
“…Este plan producto de más de un año de consulta, marca el inicio para la aplicación del enfoque participativo en la formulación de políticas públicas en materia científico-tecnológica, cumpliendo con lo establecido en el marco legal de la República Bolivariana de Venezuela. En ese sentido, el PNCTI trató de captar la opinión de una amplia gama de diversos actores con respecto a las ventajas y desventajas actuales del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI) y sus visiones estratégicas para lograr el desarrollo endógeno, sustentable y humano del país, con la finalidad de definir las líneas de política que desde el presente permitirían actuar en función de las visiones deseadas…”
El llamado debería ser en coincidencia en vez de lo contrario, los de C y T debemos exhortar a los Ministros que definan bien con la mayor coherencia en el discurso en la acción concreta, que el talento humano que dispone la Patria y la Revolución ejerzan con reconocimiento, confianza, autonomía intelectual y política, lo que este mismo sector ha venido orientando por sí mismo, y de las cuales los ministros han tomado como asesoría para definir y orientar las políticas en el sector C y T, en su vinculación y actuación que contribuyan a la transformación, democratización y reimpulso en lo económico e independencia tecnológica nacional, facilitando las condiciones que solo de esas instancias puede hacer, para permitir que el C y T nacional siga con su trabajo de contribuir a lo indicado.
Y esto principia antecediendo a los llamados, la de disponer de un presupuesto ajustado, real, sincerado y suficiente, con mayor oportunidad y pertinencia financiera a los tiempos, captación de mayor cantidad de talentos y su incorporación a estos retos, mejoras físicas, de infraestructuras, servicios, parque automotor, ambientes laborales entre otros, en las instituciones que cumplen estos roles. Y las respuestas se continuaran prolíferamente.
En lo particular relacionado con el abastecimiento de alimento, el sector a entregado al país (universidades, institutos de investigación públicos y privados, y otros), entre ellos el INIA, las suficientes herramientas en conocimientos científicos y tecnológicos, que aunque se considere insuficientes o no, son suficientes para un resultado a corto plazo en la economía y apalancamiento de la producción de mas alimento, y ayudar en el abastecimiento y sustitución de las importaciones, lo cual dependerá de otros actores de políticas y en la economía agrícola en ponerse de acuerdo en su uso, para estimular y realizar lo que por sus roles les corresponden. Estudios sobre productividad agrícola realizado indica que con solo aplicar los conocimientos y tecnologías generadas nacionalmente en los últimos 20 años, y usar los servicios estratégicos de apoyo, se puede incrementar la productividad en un 70% y duplicar la producción unitaria en campos en forma mas sostenibles.
Lo demás debe ser esperado a mediano y largo plazo para los nuevos resultados, lo cual se dificulta mas cuando se pueda producir interrupciones en la dinámica planificada de la productividad de la C y T, en cada carencia de recursos y de los financiamientos, ordenes y contraordenes de la alta rotación de autoridades, que desde esas instancias ministeriales decidan generar o evitar. La C y T quieran o no quiera, por su naturaleza de aplicar las ciencias, teorías, metodologías, tecnología, métodos y técnicas, está destinada a no poder improvisar su actuación, e ir mas allá de la inmediatez, en esto debe ser ampliamente entendida por los otros actores. El C y T seguirá produciendo respuestas en ciencias, conocimientos y tecnologías, siempre que se le permita hacerlo, será mayor y mejor si lo ultimo indicado sea bien comprendido con la mayor objetividad.
*Ing. MSc. Investigador Agrícola de 27 años en el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, adscrito al MPPAT.
*Profesional de la Investigación del INIA Venezuela
llugove@gmail.com y llugo@inia.gob.ve; Twitter @entremajaderos y @revolucionagric.