Razones venezolanas para una revolución del conocimiento

Las razones que llevan a un pueblo a promover cambios radicales en las estructuras sociales son diversas. Venezuela inició los suyos en el siglo XIX con la gesta libertaria de Simón Bolívar. A finales del XX Hugo Chávez los retomó y profundizó. Recientemente Nicolás Maduro propuso cinco frentes de batalla para, definitivamente, alcanzar el sueño de Bolívar: "la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política"; uno de los frentes es la Revolución del Conocimiento. ¿Qué razones la hacen necesaria? Las mismas que dan nombre a las otras revoluciones anunciadas: económica, social, política y territorial. Antes de exponerlas, se presentan algunos elementos acerca de las raíces históricas de tan peculiar revolución. La última parte se dedica a la educación, que es la razón-núcleo de la Revolución del Conocimiento; y aunque se trata de "razones venezolanas" se tuvieron en cuenta ideas martianas para desarrollarla, toda vez que José Martí se consideró hijo de Venezuela y pidió servirla, como consta en carta enviada a su amigo Fausto Teodoro Aldrey en julio de 1881: "Déme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo".

En Venezuela nació, y para la América toda educó, uno de los hombres-fundadores de formas originales de pensar-sentir-actuar: Simón Rodríguez (1769-1854), o Samuel Robinson como también se le conoce. En Rodríguez encontramos un concepto revolucionario de conocimiento para el contexto americano. Varias citas ayudan a comprenderlo.1

  • "…con acumular conocimientos, extraños al arte de vivir, nada se ha hecho para formar la conducta social -véanse los muchísimos sabios mal criados, que pueblan el país de las ciencias. Un filólogo puede hablar de la estratejia con propiedad, y no ser, por eso un soldado." (p. 29).

  • "…los conocimientos son armas, de que, por lo regular, se sirve, contra la sociedad, el que la conoce: y puede el mejor hombre del mundo perjudicar …y hasta ofender…por ignorancia: los malvados lo hacen siempre, al favor de las malas instituciones" (p. 30).

  • "! Cuántas ideas útiles no se quedan en las tinieblas porque las circunstancias no protejen su publicación! ¡Cuántas no se malogran por persecuciones! Y, entre las que se salvan, ¡cuántas no quedan ridiculizadas con el nombre de paradojas! Todo lo hace valer la fortuna -y la fortuna de una idea nueva, es, no chocar con las preocupaciones del mundo sabio. ¿Cuál será la verdad feliz, que no tropiece con un necio entres sus censores?" (p.38).

  • "Los Conocimientos son PROPIEDAD PÚBLICA" (p. 69).

  • "Dónde irémos a buscar modelos? -La América Española es orijinal = ORIJINALES han de ser sus instituciones i su Gobierno = ORIJINALES los medios de fundar uno i otro" (p. 104).

El concepto robinsoniano de conocimiento es amplio y de una clara orientación humanista, práctico-transformadora. Amplio, porque remite al "arte de vivir" y no al "país de las ciencias", es decir, a lo que da sustento y sentido a la existencia humana y no simplemente al interés de "acumular conocimientos", por eso un "filólogo puede hablar de la estratejia con propiedad, y no ser,…. un soldado"; los conocimientos son, desde esta perspectiva, "propiedad pública". La orientación es humanista, práctico-transformadora, porque para Rodríguez los conocimientos son "armas" que deben servir a la sociedad y no perjudicarla; de ahí que si "para fabricar buenas tijeras de cortar uñas hubiera que convertir a los trabajadores en máquinas, en esclavos, mejor sería que sigamos cortándonos las uñas con los dientes"2.

Inventar o errar, fue "la fórmula" que Robinson transmitió a los jóvenes de todos los tiempos. Bolívar y Zamora supieron entenderla y Chávez, además, desarrollarla en nuevas y complejas circunstancias. Las propuestas de Maduro formarán parte también de esa historia de originalidad teórico-práctica que inauguró Simón Rodríguez.

Veamos las razones que hacen necesaria la Revolución del Conocimiento.

Razón económica

"Lo económico (…) es un proceso complejo que requiere mucho pensar, mucha teoría, mucho conocimiento científico, conocimiento popular, participación popular".3 La complejidad y necesidad de pensar lo económico científicamente responde a los diversos subprocesos -producción, distribución, intercambio, consumo- que lo integran, estrechamente interconectados entre si y dependientes de las circunstancias concretas en que transcurren; porque "la racionalidad económica es histórica y no eterna y universal"4, y la economía "una ciencia social, humana y, por consiguiente, su núcleo no es la relación entre cosas sino la relación entre personas, grupos y sociedades" (…); el núcleo está en "la organización de las relaciones humanas en beneficio de todos y de cada uno mediante el uso de bienes socialmente escasos que pueden ser cuantificados y contabilizados de manera aproximada"5

Pero lo económico exige no solo de "mucho conocimiento científico" necesita también de "conocimiento popular, participación popular" ya que se trata de un sistema "que no puede entenderse sino desde un aspecto participativo de actuación, donde los elementos claves son los agentes y las unidades activas heterogéneas que interactúan produciendo cambios irreversibles, en situación de desequilibrio; y que a la vez se encuentran abiertos al resto de la naturaleza6.

El argumento científico-económico a favor de la participación del conocimiento popular en los procesos económicos puede complementarse con el que aporta la historia, referido a diversas actividades, hoy muy impactadas por la ciencia, que en sus orígenes formaron parte de la lucha diaria por la subsistencia en un permanente probar y errar, con pérdida inclusive de la misma vida, entre ellas, pescar, cosechar, extraer y procesar minerales, comerciar, etc. Puede hablarse de una historia del conocimiento económico popular7, incluso, más amplio, de un "científico pueblo".8

La razón social: las misiones

El impacto del conocimiento, de la ciencia, en las distintas esferas de la vida social9 ha sido argumentado por numerosos autores. Uno de los primeros en hacerlo con rigor fue John D. Bernal en su libro The social function of science. Bernal comprendió que la ciencia no solo era "una gran fuerza social transformadora, factor decisivo en el crecimiento de la racionalidad humana y parte integrante de la cultura",10 sino también, y es lo importante, advirtió que era insuficiente lo que se había hecho hasta entonces, primeras décadas del siglo XX, "para mostrar que este nuevo camino de organización de la ciencia al servicio de la humanidad contiene posibilidades más allá de las que presenta el indefendible y caótico sistema de ciencia e industria que ofrece el occidente".11

Más de medio siglo después de las reflexiones bernalistas queda mucho por hacer, en la mayor parte de la humanidad, para lograr que la educación y la ciencia liberen a los individuos del "carácter unilateral que la división actual del trabajo" les impone y puedan emplear "en todos los aspectos sus facultades desarrolladas universalmente".12 La patria de Bolívar se ha empeñado en hacerlo y viene dando pasos importantes apoyada en el Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019.

La creación en Venezuela de "un nuevo sistema de relaciones humanas"13 requiere de un "movimiento enérgico de la voluntad hacia el conocimiento"14, hacia el socialismo como "… creación científica, colectiva…"15, que favorezca el aprovechamiento de todo el potencial transformador del conocimiento humano, cualquiera sea su fuente -ancestral, campesina, técnica, científica, filosófica, cotidiana- para alcanzar "… un nivel de vida satisfactorio, vivir bien (…) con dignidad, que cada hombre, cada mujer, vea y sienta, satisfecha (…) sus necesidades materiales, alimentación, vivienda, vestido, (…), necesidades políticas; la libertad, necesidades sociales, la educación, el brillo del saber, la salud, el deporte, la distracción, la vida social, en paz, la seguridad social…". Parafraseando al "Sócrates de América"16, se trata de que "las ciencias y las artes que nacieron en el Oriente, y han ilustrado la Europa", vuelen a la Venezuela libre, "que las convidará con su asilo".17

La razón política

La conversión de la ciencia en "una gran fuerza social transformadora", en "factor decisivo en el crecimiento de la racionalidad humana y parte integrante de la cultura" debe expresarse también en "estilos tecnológicos"18 propios en la conducción de las cuestiones del Estado, coherentes con las características históricas, geográficas, económicas, culturales, de las parroquias, municipios, regiones, y nación, en un espíritu creador, síntesis innovadora de ideas rodriguistas, bolivarianas, zamoristas, chavistas en materia dirección, sin desconocer, por supuesto, la posibilidad de ADECUAR experiencias exitosas existentes en otros contextos. Una idea esencial, sin embargo, debe ser rectora en este titánico empeño: se trata de tecnologías, que no son neutrales ni artefactos simplemente.

Las opiniones de que las tecnologías nada tienen que ver con los valores y representan artefactos aparecen, con preocupante frecuencia, en la vida cotidiana y entre los más diversos especialistas y círculos de profesionales. Sin embargo, y como cualquier problemática humana, las tecnologías tienen que ver con el complejo mundo de la subjetividad y poseen infinidad de manifestaciones sociales, entre ellas los estilos de dirección política. Carlos Marx, José Martí y, desde luego, Hugo Chávez, ayudan a pensar y comprender las peculiaridades sociales, políticas, epistémicas, axiológicas, de la tecnología.

Marx

"La tecnología nos descubre la actitud del hombre ante la naturaleza, el proceso directo de la producción de su vida y por tanto de las condiciones de su vida social y de las ideas y representaciones espirituales que de ella se derivan".19

Martí

"Este es acontecimiento grato, si del lado latino de la frontera viene acompañado por una desapasionada previsión, habilidosa vigilancia y permanente entereza. Con todo eso, será el ferrocarril cosa excelente. Sin eso pudiera no serlo".20

Chávez

"Yo estaba recordando a Oscar Varsavski que abundó mucho sobre esto. Hay uno de sus libros que yo lo tengo por ahí "Estilos tecnológicos" estilos propios. Y él alerta sobre eso de cerrar la brecha. Cerrar la brecha ¡cuidado! Vamos nosotros acaso a ponernos en el camino de los Estados Unidos por ejemplo para cerrar la brecha en relación con los Estados Unidos. En primer lugar que es imposible y en segundo lugar, ese no es nuestro camino. No es nuestro camino el modelo científico tecnológico desarrollista, consumista que amenaza la faz de la tierra"21

La razón territorial

El condicionamiento territorial de la Revolución del Conocimiento puede entenderse en el sentido de ciencia para y de las instancias del poder popular: "consejos comunales, comunas, ciudades comunales, federaciones comunales, confederaciones comunales y las que, (…), surjan de la iniciativa popular".22

Para lograr generalizar las instancias del poder popular y desplegar sus potencialidades insospechadas, se requerirán un real y efectivo "movimiento enérgico de la voluntad hacia el conocimiento", mucha creatividad y espíritu innovador, con base en las distintas áreas del conocimiento, en especial las sociohumanísticas: filosófica, histórica, geográfica, antropológica, sociológica, psicológica, demográfica, turística, informacional-comunicativa, lingüística, política, jurídica, gerencial, artístico-literaria, educativa, religiosa, sociotecnocognitiva, etc.

En la medida en que la ciencia y la tecnología ayuden a mejorar las condiciones de vida en las comunidades, de una parte, y, de otra, se vayan incorporando a la gestión cotidiana de los actuales comités multifamiliares, consejos comunales, organizaciones socioproductivas, comunas, la actuación individual y colectiva serán expresión de ciencia con conciencia.23 En ese sentido, uno de los de los frentes en el que se debe profundizar fue señalado por Chávez:

  • "…en la conformación de las comunas, debemos desentramparnos de esa llamada división político-territorial que no tiene nada que ver con la realidad del territorio, la realidad de la geografía radical: la geografía socialista".

  • "La geografía muerta es la que nos divide. La nueva geografía tiene que unirnos, la nueva visión geográfica tiene que unirnos".

  • "Rompamos la división político-territorial. No tiene por qué ser necesario, pues, que una comuna esté dentro de la misma parroquia, o del mismo municipio; puede abarcar una parte de un municipio y otra de otro municipio, o de un estado con otro estado".24

Por último la razón-núcleo de la Revolución del Conocimiento: la educación.

Para José Martí constituía una necesidad de primer orden realizar "una revolución radical en la educación"25 "cambiar de lleno todo el sistema transitorio y vacilante de la educación moderna26. En correspondencia con los nuevos tiempos, la educación, derecho que se tiene "hasta el día en que se vive",27 debía actuar en las diferentes dimensiones del ser humano preparándolo para la vida -"puesto que a vivir viene el hombre",28 y para lograrlo debía ser, en primer lugar, científica. El elemento científico tenía que ser "como el hueso del sistema de educación pública."29

El carácter científico de la enseñanza, desde la primaria hasta la universitaria, debía alzarse como una bandera y no dejarse caer30 ya que la ciencia permitía ver "el mejor modo de sembrar, la reforma útil que hacer, el descubrimiento aplicable, la receta innovadora, la manera de hacer buena a la tierra mala; la historia de los héroes, los fútiles motivos de las guerras, los grandes resultados de la paz."31 En la paz, precisamente, veía Martí el fin supremo del desarrollo científico; por ello se preguntaba "¿Para qué, si no para poner paz entre los hombres, han de ser los adelantos de la ciencia?"32

La importancia de la enseñanza científica en la escuela es tal que la convierte en un árbol del que nacen muchas ramas con sólo sembrar una semilla.33 Su práctica contribuye a que los hombres se habitúen a crear y "crear es pelear. Crear es vencer."34 En la nueva sociedad, por tanto, la ciencia podía ser un medio necesario para resolver problemas y, al mismo tiempo, desarrollar valores.

En su dimensión investigativa, para Martí la ciencia forma parte de la educación. La investigación, en tanto "aplicación de la inteligencia que inquiere a la naturaleza que responde; (....) empleo despreocupado y sereno de la mente en (...) todo lo que salta a ella", estimula a la mente y "le da modos de vida", contribuye al "pleno y equilibrado ejercicio del hombre, de manera que sea como de sí mismo puede ser, y no como los demás ya fueron".35

Si la investigación ayuda a que los seres humanos revelen sus potencialidades, distinguiéndose de los demás, entonces se puede considerar que ella interviene como centro que irradia vitalidad y coherencia a las restantes dimensiones de la educación y de la sociedad. El problema es que mediante la investigación se aprende a preguntarle a la naturaleza sobre sus misterios, a la sociedad sobre sus problemas y a nosotros mismos el porqué somos como somos y no de otra manera. Se aprende también a encontrar y avanzar respuestas posibles, sistematizar información, redactar, confrontar y exponer en público ideas, reconocer que el océano del conocimiento humano amplía sus fronteras con aportes de los más diversos afluentes cognoscitivos. En la perspectiva educativa, la investigación contribuye, en síntesis, a que aprendamos a conocer, aprendamos a hacer, aprendamos a vivir juntos y aprendamos a ser.36

En cuanto a las escuelas, "no debería decirse, sino talleres."37. ¿Por qué? ¿Qué vio Martí de peculiar en ellos? Al menos dos cosas, a juzgar por su visión de la educación y lo que para la época caracterizaba estos lugares, incluso hoy: espacios de creación colectiva de un producto con base en acciones individuales especializadas y laboriosas. En el taller-escuela, los productos eran hombres vivos, directos, independientes, amantes,38 hombres buenos y cultos, únicos modos de ser dichosos y libres.39 Para conseguir estos productos, era necesario facilitar "el movimiento y expresión de la originalidad que cada criatura trae en sí."40 Las escuelas debían ser, por tanto, "fragua de espíritus."41

Con respecto a los educadores, según Martí, debían poseer, entre otras, las siguientes cualidades: conocimientos profundos en la materia de enseñanza y amplia cultura sobre las restantes, que faciliten los puentes entre ellas; habilidades para transmitir la información en correspondencia con el contenido, el auditorio y el contexto; sensibilidad ante lo humano y lo natural; crítica consecuente en tiempo, lugar y forma contra todo lo malo de los hombres; solidaridad pronta y desinteresada con el necesitado, individuo o pueblo; amor, ternura y pasión; sencillez y modestia, consciencia de que las "cosas buenas se deben hacer sin llamar al universo para que lo vea a uno pasar".42

De las ideas expuestas, extraídas del pensamiento pedagógico martiano, puede concluirse que la educación constituye la razón-núcleo de la Revolución del Conocimiento porque de ella dependerá el que las actuales y futuras generaciones logren "movilizar de manera enérgica su voluntad hacia el conocimiento", "hacia el socialismo como creación científica colectiva".

 

1 Fueron tomadas de: Inventamos o erramos. Simón Rodríguez. Caracas, Consejo Presidencial Moral y Luces. Primera edición, mayo 2007, 173 p.

 

 

2 Citado por Hugo Chávez en: De la propiedad privada a la social, transición al socialismo. Colección Cuadernos para el Debate, junio 2009.

 

 

3 Hugo Chávez. Aló Presidente Teórico Nº 1, 23 de mayo de 2009.

 

 

4 Citado en: De Paz, Bañez M.; Miedes Ugarte, B. Complejidad y Ciencia Económica. httppendientedemigracion.ucm.esinfoecjec5pdfarea6area6-3.pdf.pdf (consultado 17/9/2014).

 

 

5 Idem

 

 

6 Idem

 

 

7 Para ampliar en la contribución del pueblo al desarrollo de la ciencia y la tecnología puede consultarse a: Conner, Clifford D. Historia Popular de la Ciencia. La Habana, Editorial Científico-Técnica, 2009, 388 p.

 

 

8 Esta expresión constituye una adecuación de "Arquitecto Pueblo", utilizada por José Fructoso Vivas Vivas, Premio Nacional de Arquitectura de Venezuela (1987), el 18 de agosto de 2014 en un programa de televisión para referirse a las diversas y extraordinarias obras de bambú construidas por distintos pueblos latinoamericanos a lo largo de la historia, en particular el colombiano.

 

 

9 En dependencia del contexto, lo social se interpreta tanto en un sentido amplio -cualquier tipo relación entre seres humanos en determinada comunidad- como estrecho -una o varias de esas relaciones.

 

 

10 Bernal Desmond, John (1946). The social function of science, London George Routledge & SONS LTD, 482 p. (408-412).

 

 

11 Idem, p. 33. El nuevo camino al que se refiere Bernal es el socialismo que, para entonces, se desarrollaba en la URSS.

 

 

12 Engels, F. Principios del Comunismo. http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/47-princi.htm (consulta 17/9/14).

 

 

13 Hugo Chávez. Aló Presidente Teórico N° 3, 25 de junio de 2009.

 

 

14 Citado por Hugo Chávez en El Libro Azul. III Congreso del PSUV, Edición Especial, p. 9.

 

 

15 Hugo Chávez. De la propiedad privada a la social, transición al socialismo. Colección Cuadernos para el Debate, junio 2009.

 

 

16 Los que así llaman a Simón Rodríguez, deben tener en cuenta el calificativo utilizado por Bolívar: "Sócrates de Colombia". Entre las ideas que permiten comparar a Rodríguez con el al gran sabio griego puede estar la siguiente: "No quiero parecerme a los árboles, que echan raíces en un solo lugar; sino al viento, al agua, al sol, a todas esas cosas que marchan sin cesar".

http://www.olabolivariana.org.ve/etiqueta/el-socrates-de-america/

 

 

17 El Libro Azul, ob cit., p.13.

 

 

18 Ver el libro de Oscar Varsavsky Estilos tecnológicos. Propuestas para la selección de tecnologías bajo racionalidad socialista, en: http://www.mincyt.gob.ar/adjuntos/archivos/000/022/0000022630.pdf

 

 

19 Marx, El Capital, Editora de Ciencias Sociales, La Habana, 1973, TI, p 325.

 

 

20 Martí Pérez, José (1975). Obras Completas. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 27 tomos (T. 8:393-394).

 

 

21 Inauguración Centro Nacional de Investigación en Tecnología Libres (CNITL) La Hechicera, Mérida, Estado Mérida, 10 de noviembre de 2006.

 

 

22 Ley Orgánica del Poder Popular. Ministerio del PP para las Comunas y Protección Social, 2010.

 

 

23 Según Francois Rabelais "Ciencia sin conciencia no es más que la ruina del alma" (http://www.samaelgnosis.net/frases/filosofos.htm) (consultado 18/9/2014).

 

 

24 Aló Presidente Teórico N° 1, 11 de junio de 2009.

 

 

25 José Martí, op. cit., Tomo 8:279.

 

 

26 Tomo 9:446.

 

 

27 Tomo 8:282.

 

 

28 Tomo 13:53.

 

 

29 Tomo 8:278.

 

 

30 Tomo 8:299.

 

 

31 Tomo 7:156.

 

 

32 Tomo 11:292.

 

 

33 Tomo 7:157.

 

 

34 Tomo 5:311.

 

 

35 Tomo 8:287.

 

 

36 Estos son los cuatros pilares de la educación a los que se refiere el Informe Delors de la UNESCO.

 

 

37 Tomo 13:53.

 

 

38 Tomo 11: 86.

 

 

39 Tomo 8: 289.

 

 

40 Tomo 11:85.

 

 

41 Tomo 7:156.

 

 

42 Tomo18:455.

 



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