29 sept. 2016 - Con una condena ‘enérgica’ al golpe contra Dilma Rousseff, y con mensajes de respaldo a los exmandatarios de brasileño, Luis Inácio Lula Da Silva, y de Argentina, Cristina Fernández, blancos de ataques mediáticos y judiciales en sus respectivos países, inició este miércoles en Ecuador el III Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP 2016), al que asisten representantes de unas 80 agrupaciones políticas de varios continentes.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, encabezó la inauguración del ELAP 2016 en el teatro del ‘Colegio 24 de mayo’, en esta capital, junto a la dirigencia del Movimiento Alianza PAIS (AP), convocante de esta cita de la izquierda progresista.

“Desde este lugar lanzamos nuestra voz de condena enérgica al golpe parlamentario en Brasil y expresamos toda nuestra solidaridad con los compañeros Dilma Rousseff y Lula Da Silva, referentes de la lucha social de nuestro continente”, dijo en su discurso la secretaria ejecutiva de AP, Doris Solíz.

“Nos solidarizamos con Cristina, con el pueblo argentino, con nuestra querida Venezuela; denunciamos desde esta tribuna las farsas judiciales que se montan para derrocar a los gobiernos populares. Lo que no consiguieron en las urnas, ahora lo quieren conseguir con golpes blandos, desacreditando a nuestros líderes, construyendo matrices de opinión donde la opinión de las minorías se quiere pasar por la opinión de las mayorías, usando el poder mediático, el poder económico y político sin ningún escrúpulo”, aseveró.

La dirigente política, quien saludó la presencia de cientos de delegados a estos debates, que se prolongarán hasta el día 30 en las ciudades de Quito, Guayaquil, Manta y Montecristi, a quienes alertó del nuevo ‘Plan Cóndor’ que se intenta reinstalar en la región.

“Ya no hablamos solo de restauración conservadora, como fue el tema de nuestro primer ELAP, ni de golpes blandos, hoy develamos claramente un plan orquestado, un nuevo ‘Plan Cóndor’ que se prepara en nuestra región”, aseveró.

Solíz dijo que, como señalara el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, no es un buen momento, pero tampoco un momento terrible, sino de reflexión histórica de los procesos en curso y de lo que ha sido la década virtuosa para América Latina, con la mayor soberanía desde la creación de los Estados, para lo cual se convoca este III ELAP.

Entre los oradores, Fánder Falconí, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de AP, dijo que el derrocamiento de la mandataria brasileña con “un alevoso ardid golpista fue más que un ataque a Latinoamérica”, y aseveró que, sin dudas, “estamos con Dilma y con Lula en esta lucha”.

Indicó que este Encuentro Latinoamericano Progresista debe ser un escenario para abordar la estrategia de la derecha y la actual coyuntura continental, los desafíos pendientes y cómo enfrentar los ataques mediáticos, alimentados por medios incendiarios, en los nuevos escenarios geopolíticos.

“América Latina, sin embargo, no puede aislarse del contexto de las naciones del sur planetario, de los países pobres, de las economías emergentes como China e India. Los nuevos escenarios geopolíticos no deben hacernos olvidar la meta principal de los revolucionarios: la integración regional”, aseveró.

Apuntó la necesidad de afrontar el desafío económico de lograr justicia social con equidad pero recordó que nunca en la historia de América Latina hubo tanta reducción de pobreza, y cómo 94 millones de latinoamericanos se han incorporado en la clase media y básicamente es fruto del trabajo de los gobiernos progresistas en el continente más desigual del planeta.

Aseveró que hay que desmenuzar “con la paciencia de un arqueólogo” el discurso de la derecha, y debatir acerca de cómo extirpar el clientelismo y nepotismo, y de cómo dar paso a la construcción del poder popular, además de debatir sobre la construcción de los nuevos liderazgos políticos.

En tanto, el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, disertó acerca de la importancia de los acuerdos de paz alcanzados entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, y dijo que esta noticia y el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, son las más importantes, aún está pendiente levantar el bloqueo y devolver la base naval de Guantánamo.

“Unasur nació para defender la paz en Suramérica”, aseveró Samper.



Intevención del presidente de UNASUR