Quiero saludar la iniciativa del gobierno bolivariano de sanear ese territorio tan especial para nosotros los inmigrantes como lo es la frontera con el hermano y querido país Colombia, de hace mucho tiempo factores delincuenciales hicieron de esa extensa región un lugar inhóspito y sin ley al punto que colmaron la paciencia y agudizaron las contradicciones de este lado que obligaron al gobierno a tomar medidas sin precedentes en la historia de las dos naciones; aunque para quienes viajamos constantemente por motivos familiares nos vemos perjudicados, entendemos que la acción es justa y necesaria sin menospreciar los efectos económicos y sociales que pudieran acelerar aún más las precarias condiciones de vida en que ha estado sumida la población fronteriza.
Igualmente felicitamos a los compatriotas organizadores del censo de Colombianos y Colombianas en Venezuela por esa gran labor, es bueno que nos organicemos y hagamos presencia efectiva en lo económico y lo social, son muchas las tareas que tenemos pendientes y que nos propusimos durante la Misión Identidad, hacemos votos porque estas se hagan realidad, por ejemplo reactivar el proyecto de la Ruta Social de Transporte Turístico Bolivariano con la adquisición de unos autobuses con destinos a Medellín, Bogotá, Bucaramanga y Barranquilla en un principio, ahora que los dos países se están poniendo de acuerdo para sanear la frontera pudiéramos reactivar ese viejo sueño, otro es el de solicitar de manera organizada con el apoyo y a través de los consejos comunales la continuidad de la Misión Identidad, son muchos los compatriotas que requieren tener una legalidad y una identidad en el país, igualmente la participación efectiva de nuestros compatriotas en el proceso de cambio bolivariano y en las Misiones, que aunque muchos lo han hecho e incluso se han graduado en Misiones como Rivas y Sucre necesitan legitimarse y legalizarse.
En cuanto al tema del titular en mi lugar de origen es muy común denominar con esa frase a una de las partes anatómicas más exuberantes de nuestras mujeres, muy explotadas por cierto por los medios audio visuales; por estos lares creo que se le dice a un plato elaborado con "colitas" de camarones o langostinos para la elaboración del ceviche, muy sabrosas, pero si se trata de hacer colas para adquirir un producto de primera necesidad dificulto mucho que eso sea "muy sabroso"; que alguien diga que pararse a las cuatro de la mañana ojala con lluvia trasladarse hasta un centro comercial, ver cuando llega al sitio que ya hay más de doscientos puestos reservados por las mafias de comerciantes informales (bachacos), aguantar a los uniformados y funcionarios que llegan, pasan de primero y se llevan la preciada mercancía por bultos creando la incertidumbre de que a lo mejor no alcance para uno, pierda la madrugada y tenga que esperar una semana más a que le vuelva a tocar el número de cedula, mientras tanto tiene que comprar a esos mismos comerciantes informales con precios desmedidos y sin ningún control, creo sinceramente que si alguien dice que eso es sabroso es porque jamás le ha tocado hacer una cola yo con todo respeto mandaría a esa persona a revisarse con mi camarada Jorge Rodríguez, comparar esta guerra económica criminal por parte del comercio capitalista con el paro petrolero me parece un tanto desfasado, en ese entonces la acción de respuesta de nuestro líder comandante fue tan contundente que llenó de alegría a los usuarios afectados y al pueblo entero e hicimos de ese paro petrolero una gran fiesta esta vez no es así, la sensación que siento y creo que todo el mundo así lo percibe es que los comerciantes capitalistas y el empresariado son los que disfrutan "sabroso" y de lo lindo con las vicisitudes del pueblo.
La oposición que esta como caimán en boca e`caño solo tiene que capitalizar nuestros errores y ¡vaya que son bastantes!, no necesitan hacer campaña ni proponer nada ¡para que!, si nosotros mismos les estamos haciendo el trabajo, ojalá y no estemos pensando en el látigo de la contrarrevolución, ojala y no sea así.
