En el marco de lo que hemos denominado la Semana del Guerrillero Heroico, evento organizado en Guanare por varios combatientes de la guerrilla en años precedentes, se realizó el 5 de octubre, lo que la comisión llamó: Un café con guerrilleros.
Fue una ocasión hermosa para escuchar de labios de los protagonistas, relatos y vivencias de esa época de luchas, que ocurrieron tanto en las ciudades como en el campo, actividades de insurgencia contra los regímenes puntofijistas durante los años que van del 1960 o antes, hasta la llegada de la revolución bolivariana.
De las participaciones de quienes estuvimos en el coloquio resaltaron informaciones personales del papel que cada combatiente desempeñó en su área de trabajo, aventuras, anécdotas, esperanzas, propuestas y otras narraciones que a juicio de algunos deberían recogerse en una memoria escrita, a los fines de reconstruir la verdadera historia de esas luchas que antecedieron al actual período revolucionario que hoy se desarrolla.
De todas esas intervenciones me parece importante referirme particularmente a una a mi juicio profunda, con la intención de que algún analista o actor importante del proceso revolucionario pudiera considerarla con miras a la revisión constante del mismo.
“Los que menos han escrito sobre la lucha armada, son los protagonistas” indicó uno de los combatientes. “En la montaña hubo conflictos, abandono de la lucha en la zona rural y escondrijo en universidades; en casi todas las acciones no aparecen los combatientes. Con la aparición del Comandante Chávez, la guerrilla se incorporó y está participando”.
Llama la atención lo señalado en el conversatorio sobre lo que ha sucedido con algunos de los combatientes posteriormente a la llegada de la revolución. Asegura uno de ellos, que todavía subsisten precariamente, que la subsistencia fue más difícil en estos tiempos; que comienzan por tratar de incorporarse al trabajo, pero su curriculum vitae como guerrilleros no los beneficia; indica que aun hoy, hay combatientes con expedientes que les impiden su incorporación al mercado laboral.
En otro señalamiento indica que hay personas dentro del psuv que en nombre de los combatientes usufructúan la revolución; por lo que les toca dar otra batalla por la verdadera revolución. No es cierto que Portuguesa sea enteramente revolucionaria opina: pero sí que en este estado ha habido un trabajo de años. Termina diciendo que los verdaderos combatientes no son los que generalmente ocupan las pantallas de la televisión; eso sí, que son los más leales a un proceso que apoyan sin reservas y debe continuar, pero donde hay que discutir y es a mi juicio una propuesta, sobre el importante papel que jugó la guerrilla antes de la llegada del Comandante Chávez, con miras a su total reivindicación.
