Silencio culpable... ¿y CITGO?

El problema más grave que estamos sufriendo en Venezuela es la corrupción, la descomposición general que trae consigo y seguirá trayendo, si no se actúa rápida y definitivamente. El corrupto no tiene más ideología que el dinero y se mueve según sus miedos y su propio egoísmo. Esa es la más dura guerra económica y el más violento sabotaje en contra de la revolución. El corrupto no puede ser comprendido, no se enmienda, profundiza su depravación. No hay posibilidad de socialismo con corrupción, todo lo invalida. No hay peor enemigo que el corrupto, peor contrarevolucionario. Es la depravación de los valores más viles del capitalismo, porque se opone al trabajo, lo mueve el deseo de lujo, lo hace “enemigo de la libertad, pudre al hombre liviano y abre la puerta al extranjero” (Martí). Desprecio y cárcel para los corruptos.

Se robaron más de 20.000 millones de dólares, y seguramente mucho más, vinculado al otorgamiento de dólares para la importación (Sitme-Cadivi-Sicad-Cencoex... qué será ahora...), generando consecuencias inmediatas sobre el desabastecimiento y la macroinflación que sufrimos. Al venir las denuncias de corrupción directamente del Estado, se incorporó un cambio fundamental. Si Giordani sabe quiénes fueron, lo saben todos: el Presidente Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Rafael Ramírez, Jorge Rodríguez, José Vicente Rangel, etc. etc. Pero ha pasado más de un mes, y no han dicho nada. ¿Qué esperan? Si es olvido, no nos hemos olvidado de Recadi, la corrupción adeca, Vinicio Carreras, el Sierra Nevada, etc. etc. No hay socialismo con corrupción.

Es un trabalenguas: “ellos saben que todos sabemos que ellos saben”. Un silencio así es encubridor, culpable, indecente. Un silencio sostenido hace que todo el Estado sea cómplice. El país honesto quiere saber quiénes recibieron y quiénes otorgaron ese gigantesco monto (mayor que el saboteo petrolero) a “empresas de maletín”. Que caigan los culpables, sean del gobierno o de la oposición. Por cierto, que poca y precaria ha sido también la reacción de la oposición en este tema. No queda sino una conclusión: gente del gobierno y de la oposición en conchupancia corrupta, empleados públicos y empresarios privados haciendo negocios para robar a los venezolanos. Deshonra para corruptos y encubridores.

Ahora se habla, una vez más, de la venta de CITGO, nuestra compañía petrolera en los Estados Unidos, la única salida directa de nuestro petróleo al consumidor final, en dólares. ¿Será otra falsa acusación de la oposición? Recientes declaraciones de Ramírez parecieran estar preparando el terreno. ¿Será que se está negociando también en silencio, de espaldas al país? CITGO es una puerta abierta (nunca utilizada así) para que en esas gasolineras, que abarcan todo “el mercado” norteamericano, se venda, se publicite, se ofrezca información sobre nuestro país, nuestra cultura, nuestra aspiración de un mundo mejor. Es significativo que el monto de la oferta, al parecer, esté entre los 10.000 y 20.000 millones de dólares, o sea, que ni siquiera llega a lo desaparecido en la estafa cambiaria. Las conclusiones sobran, qué se pagaría con ello. Además, se dice que ese crudo, en vez de procesarlo para la venta final, iría a satisfacer pagos y compromisos con China. ¿Antes les vendíamos a los gringos... ahora les pagamos a los chinos? ¿Terminaremos añorando al yanki imperialista cuando nos ahogue la implacable bota del chino imperialismo? Corrupción y descapitalización son una espiral con fondo: yugo y hambre.

¡Señor Presidente!: Póngase al frente de una cruzada contra la corrupción, la Venezuela honesta estará con Ud. Es la única polarización que en este momento cobra sentido. Separemos aguas entre corruptos y honestos. Destape esa podredumbre, no necesitará esperar para que la historia lo reivindique, es ya, en presente. Denuncie culpables y responsabilidades. Confisque sus bienes. Encarcélelos, no importa el rango. Expóngalos al desprecio y repudio social que merecen. Persígalos donde estén, que no se escondan en el silencio. Que se hundan en la deshonra. Que se sepa quiénes son ellos, sus hijos, sus allegados, sus testaferros. Hable, Presidente, hable. Ahí están los fondos para paliar la crisis, no en nuevas deudas con bancos extranjeros, ni en las medidas que harán que los más pobres paguen la crisis. Y respete CITGO, al menos por ahora, que toda otra argumentación en este momento no es más que cinismo y complicidad. Ni un bolívar más para los corruptos.

¡Actúe, Presidente, sea Ud., definitivamente Ud. Defina si habrá CORRUPCIÓN o SOCIALISMO!

 

albruzual@gmail.com



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Alejandro Bruzual

Alejandro Bruzual es PhD en Literaturas Latinoamericanas. Cuenta con más de veinte publicaciones, algunas traducidas a otros idiomas, entre ellas varios libros de poemas, biografías y crítica literaria y cultural. Se interesa, en particular, en las relaciones entre literatura y sociedad, vanguardias históricas, y aborda paralelamente problemas musicales, como el nacionalismo y la guitarra continental.


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