Yo he visto a toros llorar

 

Dice el escritor y periodista Jorge Ross en su libro La hora de los Jueces: "Es preciso estar mentalmente enfermo o ser el lógico engendro de una ignorancia tenebrosa para disfrutar con la práctica de la crueldad, pero utilizar el instrumento de la retórica para que esa práctica perdure, convertida en un derecho humano, es el acto demoníaco por excelencia".
No creo que en aquella época de equivocadas decisiones cuando hice parte del mundo taurino estuviese mentalmente enfermo, pero de lo que estoy absolutamente convencido es que sí era el lógico engendro de una ignorancia tenebrosa.

Ignorancia que Dios quiso dejara atrás atravesando a "Terciopelo" en mi camino, esclareciendo mi óptica del mundo después de haber superado con creces una limitación física, dedicar mi vida al servicio y vivir cuatro años fuera del país señalado como un absoluto delincuente por lo que le hacía a los toros.

Sabemos que para justificar su afición por las corridas, de retórica se arman hasta los dientes los amantes al coliseo romano moderno, le cuelgan a ese rito de sangre y muerte toda clase de arandelas, lentejuelas, labia pomposa y pasodobles, cuando la realidad de la mal llamada "fiesta" es clavar, clavar y enterrar hasta matar, cuanto elemento corto punzante se tenga a la mano en el cuerpo del inocente animal, tan sensible al miedo y al dolor como usted, como su perro o como Yo, el cerebro del torturado responde ante el dolor de la misma forma en todas las especies, ¿hacemos la prueba en usted señor Capellán de la plaza, en usted señor periodista o en usted señor abonado de sombra?

Es cierto que una cosa es mirar los toros desde la barrera, obvio, si hasta allí no llegan los puyazos, la tortura y la muerte, es mejor beber manzanilla y gritar ¡Olé! Que vomitar sangre a bocanadas con una espada incrustada en los pulmones, no es necesario tener mínimas nociones de anatomía para entender que todo ser viviente con un sistema nervioso central sufre cuando le hieren, basta aplicar la máxima cristiana "No hagas a otros lo que no quisieras que te hicieran a Ti".

Vivimos y para nuestra vergüenza como sociedad que procura ser cada día más civilizada, la masacre por diversión de cincuenta toros en el centro de "espectáculos" la Macarena.

Sin embargo soy optimista, la gran legión de ex taurinos arrepentidos crece a pasos agigantados, personas que como Yo entendieron que a todos nos llegará La hora de los Jueces y muy seguramente la crueldad no será la actitud que se tenga en cuenta por Dios como una virtud, los invito a reflexionar, nunca es tarde. Prueba de esto lo encuentran en la entrevista que el periódico ABC de Madrid le hizo al ex torero "Chiquilín" el 27 de noviembre pasado, dice literalmente otro que torturó animales "Ahora no puedo ver un descabello y vuelvo la cara, los animales sufren y les duelen las cosas, los toros te miran y tienen cara de buena gente". Pregunta el periodista ¿Hoy sería capaz de matar a un toro? "Ahora no, tengo piedad de ellos, Yo he visto a toros llorar".

"El Pilarico" también los vio llorar y mientras persista esta crueldad, el corazón de Álvaro Múnera y el de millones de personas no dejarán de llorar por todas las víctimas humanas y no humanas de la violencia, y demoníaco será por excelencia si esa violencia se aplica por diversión.

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Las palabras que se citan de "Chiquilín".

Dice que ya no puede matar ni a insectos, que le ha pasado algo muy raro…

Por lo menos se ha dado cuenta, … aunque seguramente después de haber tenido las ideas que tenía sobre las corridas de toros, todavía le falte por quitarse cosas. Una de las cosas que le ha pasado es lo que le ha pasado a algunos de los mayores asesinos en la historia,

Por ejemplo a algunos discípulos de Budha, que han comprendido lo importante que es respetar la vida de todos los seres y tener en cuenta la compasión por la vida y los seres que sienten. En España en 2012, falta cambio y el cambio es fácil, cambiad hábitos, vegetarianismo, veganismo, es fácil. Cambiad porque es la gran oportunidad de un gran cambio en todos estos años con la cantidad de gente que hay consciente, con unos pocos más, la tendencia estará asegurada. El cambio es posible, y no hay tiempo que perder por miedo.

Yo he visto a toros llorar

Ahora, al cabo de los años después de haber matado a casi 500 astados y haber dedicado su vida al mundo del toro, Chiquilín, Alfonso González, ha "reblandecido" su corazón torero.

Ahora, al cabo de los años, después de haber matado a casi 500 astados y haber dedicado su vida al mundo del toro, Chiquilín, Alfonso González, ha "reblandecido" su corazón torero. "Ahora no puedo ver un descabello y vuelvo la cara. Los animales sufren y le duelen las cosas. Los toros te miran y tienen cara de buena gente".

-¿Hoy sería capaz de matar a un toro?

"Ahora no. Tengo piedad de ellos". "Una vez me dio cosa matar a uno, por que el animalito era muy bueno. Me tenía en el suelo, me miró y no me quiso hacer nada".

-¿Y esas cosas pasan?

"A mí me pasó. Me miró y me dijo: "¿Qué hago? ¿Te mato?". "Yo he visto a toros llorar. El toro siente y, a la vejez, me ha dado sentimiento de los toros. Tengo una perra desde hace ocho años y me ha hecho cambiar con los animales. Yo, que he ido de cacería todos los días durante mucho tiempo, ahora soy incapaz de matar una mosca. El otro día un grillo me dio la guerra toda la noche, hasta que me levanté y lo encontré en la maceta. Lo miré y lo solté. Increible. Me ha pasado algo muy raro".

 

Álvaro Munuera es un ex-torero arrepentido, que después de ser cogido por un toro, y de una serie de reflexiones, se dedica la protección de los animales.

Fuente: http://www.blogveterinario.com/2008/03/yo-he-visto-toros-llorar.html



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