Circo macabro en la Franja de Gaza

Cuando el periódico New York Times publicó la información documentada
con fotografías de que, en Sderot, localidad israelí fuertemente
afectada por los bombardeos del gobierno sionista contra la población
palestina en la Franja de Gaza, los habitantes israelíes de la
localidad eran convocados a observar el espectáculo de unos bombardeos
que están causando centenares de muertes de civiles y miles de
heridos, el hecho causó consternación.

La información y las fotos, suministradas por el reportero danés Allan
Sorensen en su cuenta de Twitter, muestran como, cual si fuera en una
sala de cine, o en un circo, los espectadores, sentados cómodamente en
sillas de teatro o asientos de camping y sofás arrastrados hasta la
cima de las colinas cercanas a la frontera, con binoculares y
saboreando rositas de maíz, conversan alegremente mientras observan
aquel horror. Celebran y animan a la fuerza aérea de su país mientras
ésta bombardea Gaza. Cuando una bomba llega a su objetivo, los
espectadores estallan en gritos de alegría y aplausos.

“La colina se ha transformado en algo que se asemeja a la primera fila
de un teatro de la guerra. Ofrece una vista directa a un área
densamente poblada de la Franja de Gaza”, cuenta Sorensen.
El tuit “Cine Sderot” de Sorensen causó enorme indignación en las
redes sociales, en las que fue compartido por más de 10.000 usuarios
en pocas horas.

El New York Times informó que las imágenes fueron tomadas casi
simultáneamente con el ataque israelí que mató al menos ocho
palestinos cuando veían en televisión el partido entre Argentina y
Holanda del Mundial de balompié de Brasil 2014.

Según el diario, Sorensen considera que la imagen no muestra “nada
nuevo” puesto que escenas similares de ciudadanos israelíes observando
la destrucción en Gaza ya se habían visto en una anterior ofensiva en
2009.

El veterano periodista danés intentó suavizar el impacto de su relato
al referir al NYT que él en una ocasión anterior fue testigo de
festejos por parte de palestinos ante noticias de bombardeos en los
que fallecieron israelíes. Sorensen atribuyó el fenómeno a que, en una
guerra, civiles y militares de ambos bandos sufren un fenómeno de
deshumanización respecto al adversario.

Pero así como una guerra injusta como la que el gobierno de Israel
libra contra la legítima aspiración palestina de ser un Estado libre
y soberano con Jerusalén Oriental como su capital despierta la
solidaridad con los injustamente agredidos, es preciso notar cómo
importantes segmentos de lo mejor del noble pueblo judío también se
levantan contra el crimen.

El gobierno de Israel enfrenta hoy una creciente campaña que encabezan
los más notables artistas, científicos e intelectuales judíos
radicados en el exterior, integrados en la organización Voces Judías
por la Paz (VJP), que ya cuenta con unos 100 mil miembros, que apoya
iniciativas no violentas y propugna la suspensión de la asistencia
militar estadunidense hasta que Israel anule su ocupación de
Palestina.

En la Junta de Asesores de VJP figuran algunas destacadas
personalidades judías residentes en Estados Unidos y otros países que,
orgullos de su origen nacional, son al mismo tiempo críticos
prominentes de la política exterior de Israel y del apoyo que recibe
de Estados Unidos. Ente ellos se cuentan el laureado intelectual Noam
Chomsky, los dramaturgos Tony Kushner (premio Pulitzer) y Eve Ensler,
la periodista y escritora Noami Klein, el actor Wallace Shawn, el
presidente del Centro de Derechos Constitucionales Michael Ratner, y
varios rabinos entre los cuales destacó hasta su fallecimiento en 2010
el genial historiador Howard Zinn.

El gobierno israelí alega que la masacre que está llevando a cabo en
la Franja de Gaza contra el pueblo palestino está dirigida sólo contra
el Movimiento Hamas, al que el responsabiliza por la tenacidad de la
resistencia palestina en la Franja de Gaza y Cisjordania frente a la
guerra de agresión sionista, que cuenta con la oligarquía de Estados
Unidos como su principal aliado y sostén.

Pero se conoce que más del 80% de los muertos y heridos son civiles,
incluidos niños, y cuantiosos los daños a viviendas e instituciones
civiles de una población de un millón ochocientos mil habitantes
aglomerados en 360 kilómetros cuadrados, con sus derechos más
elementales restringidos.

En las primeras dos semanas de la agresión israelí, su aviación
militar lanzó más de 2000 toneladas de explosivos en igual número de
incursiones. La cifra de muertos palestinos pasaba de 600 y en los
hospitales ingresaron más de 1500 heridos, muchos en estado crítico.
Se registraban 100,000 desplazados y cuantiosos daños a casas,
hospitales, centros de rehabilitación de enfermos, escuelas y
edificios de organismos y servicios públicos.

¡Todo un espectáculo macabro de guerra genocida!


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Manuel Yepe

Abogado, economista y politólogo. Profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de La Habana, Cuba.

 manuelyepe@gmail.com

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