El Código Rojo ¿quién le hace su seguimiento, controla, dirige, respeta, condiciona y hace cumplir?

¿Acaso tenemos policías nacionales encomendados para viajar por el mundo con encomiendas policiales específicas?

Los convenios internacionales en materia de seguridad, control de estupefacientes, sanidad y afines, pareciera que sólo los cumple "por ahora" y al pie de la letra el "pendejo" país de Venezuela, y otros pocos Estados civilizados, auténticamente civilizados*. Acotemos que así como el término democracia fue prostituido por el sistema de los burgueses, el referente a civilización* también corre la misma mala suerte.

Sigamos: Nos llama la atención el volumen de solicitudes en curso a través de ese mecanismo policial internacional de rastreo y aprehensión urgente y automática de indeseables, de delincuentes, así comprobados y declarados por instancias y organismos estatales competentes, para su correspondiente entrega al país solicitante.

Es que, por ahora, corremos el riesgo de que con sólo solicitar a X delincuente con dicho código ya cesaran las búsquedas del caso. También, pareciera que se acude a una instancia policial superior, lo que significa que nuestra soberanía seguiría chucuta en cuanto a controles fronterizos, portuarios y comunicación aérea. Por el contrario, muchos buscados por la vecina Colombia, aquí cayeron presos e inmediatamente fueron montados en un avión y llevados al país solicitante.

Con nuestras solicitudes ocurría algo parecido a la fiebre de la planificación al estilo puntofijista: durante sus gobiernos se hacían muchos planes de elevado costo de elaboración que preveían ingentes sumas de financiamiento para su ejecución, pero no terminaban de realizarse.

Nos gustaría saber cuáles son los mecanismos, los cuerpos de seguridad aludidos, sus nacionalidades, sus virtudes como "policías" responsables de la aplicación de dicho código para formarnos una mejor idea de su significado, y de la posibilidad no imaginaria de que con esas solicitudes esté bien encaminada la captura del solicitado, y además, vivo.

En un mundo cuya vida se halla virtualmente influida por la injerencia comercial, es muy claro que estemos hablando de escasas personas o funcionarios de probada moral e independencia de criterio profesional. Desde luego, el régimen burgués, dadas sus características comerciales, nos invita a dudas que pudieran ser infundadas. Por ejemplo, ¿tenemos representantes venezolanos que nos representen en la Interpol y fuera del país?, ¿acaso tenemos policías nacionales encomendados para viajar por el mundo con encomiendas policiales específicas? Por supuesto, no preguntamos por sus identidades, pero deseamos que las respuestas sean afirmativas.

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* Entendemos por civilizado, un país y una sociedad que se hallen actualizados filosóficamente. Recordemos que estas leyes están por encima de las mismas leyes físicas de connotada aplicabilidad. La civilización en una visión hacia el exterior y hacia uno mismo que también se actualiza y "civiliza" con el movimiento mismo de su propio desarrollo. De los griegos, por ejemplo, respetamos sus albores civilizatorios, pero mal podrían ser considerados civilizados si continúan estancados en concepciones ya obsoletas, digámoslo por caso.



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Manuel C. Martínez


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