Caracas, octubre 22 - El ministro de Banca y Finanzas, Rodolfo Medina, precisó este viernes que del presupuesto aprobado para 2017, que destinará 73,6% para la inversión social, 41% de ese total será para el refortalecimiento y la repotenciación de las misiones de alimentación, salud, vivienda y educativas.
Durante su participación en el programa En tres y dos de Venezolana de Televisión, el ministro detalló que este 40% servirá para “robustecer y atacar debilidades de misiones como la Gran Misión Vivienda Venezuela, Abastecimiento Soberano, Barrio Adentro y todas las misiones educativas”.
Asimismo, de ese total que se invertirá en el área social, 12% será destinado para la potenciación de la producción, a través del trabajo en los 15 Motores de la Agenda Económica Bolivariana y del reimpulso con el Arco Minero, “que se encuentra en apogeo”.
Un 19% será para el desarrollo y participación en materia de defensa y seguridad nacional, a través de misiones como A Toda Vida Venezuela, y un 2% que será invertido en el impulso de la ciencia, tecnología y la cultura, para continuar con proyectos como el de computadores Canaima, apoyar el Sistema de Orquestas, entre otros.
Explicó que el presupuesto que asciende a los ocho billones 469.300 millones de bolívares, está distribuido de esa manera, calculado en base a un barril de petróleo 30 dólares. De incrementarse este costo, adelantó que el excedente también se invertiría en el área social.
Medina destacó que del 100% del presupuesto, un 82,9% equivale a ingresos no petroleros, 3,2% a ingresos petroleros y 11.9% corresponde a ingresos extraordinarios.
Este último porcentaje, explicó, provendrá del aporte del sector empresarial al Estado. “De ahora en adelante las empresas deben tener un plan estratégico que permita acciones a corto, mediano y largo plazo con resultados, para que de alguna manera se autosustenten, y que generen aportes a sus accionistas”, especialmente, al Estado.
Asimismo, recordó que este presupuesto está elaborado con base en la consulta a las comunas, a los corredores, y otras formas de organización social, para conocer las necesidades de las comunidades y “hacer el uso correcto de los recursos destinados”.
