Política de vivienda y hábitat en Venezuela: Retos de la Gran Misión Vivienda Venezuela

Para la mayoría de los latinoamericanos es una palpable realidad el déficit de vivienda y proyectos habitacionales en la región; de igual forma se siente en Venezuela, que con olvido de este problema durante los antecesores del período del chavismo, que no se respondió a la demanda que se le exigía, lo cual se repitió durante el primer período de Hugo Chávez. A tal demanda, el gobierno nacional con el ex presidente Hugo Chávez, líder de la Revolución Bolivariana, plantea una de las políticas más ambiciosas de todo el proceso bolivariano, para atender esa deuda social que tenía el pueblo venezolano. Llama ambiciosa por el gasto público que genera tomando en cuenta que la meta hasta el 2019 son 3 millones de viviendas, y dónde hasta el día de hoy se han construido 435.440 soluciones habitacionales según el Órgano Superior de la Vivienda (OSV).

Pocos países de la región se han atrevido a tomar este camino, bien sea por políticas económicas contrarias, o por no tener la capacidad económica que posee Venezuela como exportador de petróleo donde juega a su favor un precio no menor de 100$ el barril. Vemos como teóricos contemporáneos como Pedro Schwartsz, denuncian como un debacle económico tan abismal gasto público, el endeudamiento, el contribuir a que las personas no sean responsables, es lo que él llama el mal de la modernidad.

Al parecer el proyecto bolivariano apuesta a la dirección contraria, apuesta a lo que ya se impulsó desde el mismo gobierno con la Carta Social de Las Américas en la OEA, Los pueblos de América tienen una legítima aspiración a la justicia social y sus gobiernos la responsabilidad de promoverla, con un compromiso interventor para garantizar la inclusión social, el desarrollo económico equitativo, inclusivo, y bajo esos principios encontramos los RETOS de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV): garantizar los derechos económicos, sociales y culturales, elevar la calidad de vida, disminuir la desigualdad social, evitar los vicios que se encontraban en sus anteriores comunidades.

Ése será el ojo de nuestro análisis, entender que la Gran Misión Vivienda Venezuela ya es un hecho, que con el cumplimiento de la meta en 2011 y 2012 ha sido de 99% debemos afrontar los retos que presenta esta política, advertir y contribuir sobre su eficacia, y no sólo desprestigiar los convenios realizados con otras naciones (Irán, Rusia, China, Bielorrusia), el modo que se están construyendo y hasta su ubicación. Por supuesto que velamos por la necesidad de una planificación urbana y precisamente planteamos esa necesidad.

Servicios de calidad, hábitat, más allá de garantizarle luz, agua, gas, hay la necesidad de crear una política paralela que responda a la construcción de una verdadera ciudad (socialista si así se quiere), con un equipo multidisciplinario permanente compuesto por sociólogos, abogados, urbanistas politólogos, psicólogos, antropólogos, licenciados en gestión local, en artes, en educación, educación física. Porque el problema no es sólo de vivienda sino de ciudad y de construcción de ciudadanía, un grupo especializado que trabaje en conjunto con los consejos comunales (o la construcción de una comuna), fomentando la participación ciudadana, impulsando el poder popular, básicamente aplicando la línea de otras experiencias que nos relata Boaventura De Sousa Santos, donde se busca el trayecto que va de la tecnoburocracia a la tecnodemocracia; el poder dual, las tensiones entre democracia participativa y democracia representativa y las legitimidades en competencia (Santos, 2004), con el apoyo del ejecutivo para implementar políticas constantes que eviten la delincuencia, el ocio de la comunidad. Ésta es una necesidad que clama el espíritu de esas ciudadelas que están siendo creadas por la GMVV

En el proceso de ejecución de una política notamos como ella misma nos manda un mensaje acerca de otras aristas que está tocando en la vida ciudadana, lo que conocemos como transversalidad, en este punto se presenta la GMVV, que exige al gobierno impulsar políticas que acompañen la construcción de ciudad y del vivir bien (suma qamaña o sumak kawsay, en lengua aymara o quechua respectivamente) tales como:

Deporte y Recreación, algo fundamental para garantizar la calidad de vida de las personas, importante tanto para los jóvenes como adultos. Aplicando ese poder dual antes mencionado para impulsar distintas actividades como el running, ciclismo, torneos de dominó, gimnasio popular, canchas, baloncesto, voleibol, etc. En coordinación con instituciones especializadas del Estado

Educación, Cultura y Arte, una sociedad debe rescatar siempre su cultura, su identidad, para saber de dónde viene y averiguar a donde va. Es donde planteamos llevar a la poesía, la literatura, música popular, orquesta sinfónica, teatro, historia a las comunidades que están siendo formadas, a las ciudades, que el trabajo cultural y artístico vaya a las comunidades y no quedarse en las instituciones físicas. De igual forma garantizar la accesibilidad de una educación de calidad, que ayude a disminuir la desigualdad social, que se cuente con las mejores escuelas en las zonas populares, como sucedió con el caso de Medellín impulsado por varios alcaldes entre los principales Sergio Fajardo.

Participación Ciudadana, el empoderamiento del pueblo, otorgarle responsabilidad a las personas, impulsar dicha participación a través de diversos mecanismos como consultas ciudadanas, consejos consultivos, espacios de diálogo, observación-monitoreo ciudadano, contraloría social, presupuesto participativo. Todas ésas son bandera que se deben impulsar.

Empresas de producción social a nivel económico local y garantizar procesos de reinserción como aprender oficio, o incluir a las personas que lo necesiten en el sistema educativo.

Todo esto, son los retos que se deben afrontar junto a la Gran Misión Vivienda Venezuela si se quiere realmente construir nuevas ciudades y evitar nuevos polos que el gobierno no pueda controlar generando más bien la disminución de calidad de vida de las personas.

Estudiante de la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos de la Universidad Central de Venezuela (2009). Delegado al XXXI MOEA, Washington 2013. Presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos del XXXII MOEA, Asunción 2014.

@franciscoenrich



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