¿Quién le pone el Cascabel a las cooperativas e intermediarios que distribuyen Mercal?

Las siguientes frases son comunes en los operativos de Mercal:

* “¡Señora! Tiene que llevar dos productos de la mesa si quiere llevar leche.
* “Señor, ¿Cómo sabe que ese pollo cuesta 25 Bs. si no lo ha pesado?”
* “Para que usted pueda llevar eso tiene que comprar lenteja y arvejas”
* “¡Señora! Si no colabora con los productos de la mesa… deje que pase el siguiente”
* “Si quiere llevar leche tiene que llevar esta leche líquida adicional”
* “Son tres harinas por 10 mil” (Sucede casi siempre en los operativos cercanos a la Iglesia Santa Teresa y Plaza Caracas)
* “Una leche, dos arroz y dos harinas… se vende es así”
* En el km 12 del Junquito sucedió: “Señora, se recarga eso al pollo porque nosotros venimos del Edo Vargas”

Las anteriores frases ya son lugar común en los operativos. Son muchas las ocasiones en la que he salido discutiendo con los responsables de dichas situaciones. Por lo general, terminan diciéndome escuálido.

Por ejemplo, en los operativos del Junquito ésta situación se evidencia de manera alarmante. Los llamados “líderes políticos”, se hacen la vista gorda, y eso que son los responsables, en muchas ocasiones, de traer los operativos. ¿Dónde está la contraloría de los Consejos Comunales?

Al incrementar los productos de manera ilegal se afecta el bolsillo del ciudadano. Sí el presidente hace el esfuerzo de vender los alimentos de la cesta básica a precios regulados, con “fuertes subsidios”, es imperdonable que los “mafiosos” quieran sacar provecho de ello.

El promedio es de 10 bs a 15 bs de incremento por mercados superiores a 80 bs.

Estos mafiosos incrementan precios y se “llenan diariamente” a costilla del salario del venezolano. Y, diariamente, alguien del pueblo, se va desilusionado a su casa pensando que ya los precios del Mercal no son como antes, que eso es resultado del “mal” manejo de la industria”. Otros dirán: “Si esto es socialismo… por favor”

Otra cosa es el diseño del empaque. Por lo general, el precio del producto es impreso con letras “súper” minúsculas. Esto sucede con los demás productos regulados: PDVAL, CVA, entre otros. Lo anterior ocurre con las empaquetadoras de alimentos del sector privado. A continuación alguna alternativa para hacer frente ante tales situaciones:

1. Las escuadras de protección de los precios justos se convierten en una opción y solución. De respuesta rápida, suscritas al Ministerio de alimentación.



2. La impresión del precio debe tener un tamaño, como mínimo, de 2cm, el mismo debe tener colores que posibiliten que cualquier persona pueda verlo. Así como un listado de precios táctil para personas que tengan discapacidad visual.
3. La implementación de impresoras fiscales para la emisión de facturas.
4. Las personas que vendan estos productos deben tener un uniforme en los que se especifique el nombre de la cooperativa o de la organización responsable de dicho operativo.
5. Los camiones debidamente identificados, con la placa visible, y números telefónicos para efectuar reclamos ante situaciones que ameriten dicha acción.

La recuperación del precio justo es tarea de todos.

Luis Zambrano

Caracas, 11 de octubre de 2010.

@luiszambra10
compisex@hotmail.com


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Luis Zambrano


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