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5 agosto 2016 - El ataque a Hebe Bonafini, símbolo de los derechos humanos en Argentina; el avance derechista en Brasil y la acefalía del Mercosur son síntomas de la pugna de intereses que están en juego hoy en América del Sur. El académico Mario Toer analizó esta ofensiva y aseguró que el ciclo progresista no ha terminado y habrá una nueva convergencia popular.
Para el politólogo, América Latina está en un punto de inflexión. Los líderes progresistas desplazados del poder siguen teniendo mucha fuerza y gravitando en los escenarios de cada país. “Tienen un momento de reflexión. Se buscará un punto de reencuentro para reflexionar en la oleada que viene, como dijo acertadamente, el vicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera”, reflexiona Toer.
Basa su análisis en que, como nunca antes, hubo una convergencia popular de gobiernos variados que reconocían un interés y una programática en común. El pueblo los reconocía como alguien que lucha en función de los intereses de las mayorías. “Lo que demostró que estaba pasando algo diferente –explica Toer– fue, por ejemplo, la capacidad de las masas venezolanas para parar un golpe militar como el del 2002 contra Hugo Chávez. Esto nunca se había podido hacer en América Latina.”
A nivel planetario, piensa Toer, estamos en presencia de una lucha feroz de EEUU por conservar los espacios.
“El planeta es siempre un lugar en disputa y neutralizar a Rusia y a China está en la naturaleza del imperio norteamericano. El hecho de que en América Latina haya habido una creciente presencia de quienes están en la disputa de la escena planetaria, es obviamente un punto de preocupación central para Washington.”
En este programa se analizaron además los acuerdos entre Argentina y Estados Unidos vinculados a la seguridad y la lucha contra el crimen organizado, temas muy peligrosos para los ciudadanos argentinos porque conllevan acuerdos desiguales en el campo militar. Estos países acordaron además que Argentina recibirá 3.000 refugiados sirios.
