The Washington Post “sugiere” aplicar “más presión al Sr. Maduro en las próximas dos semanas”

24 Nov. 2015 - Argumentando diversos escenarios que victimizan a la derecha venezolana, de cara a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, el diario The Washington Post concluyó que el gobierno de Estados Unidos debería aplicar "censuras y sanciones" a Venezuela.

En su editorial del domingo 22 de noviembre, el conocido diario gringo precisó que "otros gobiernos deberían estar preparados" para similar proceder, no sin antes "aplicar más presión al Sr. Maduro en las próximas dos semanas".

El escrito, titulado Se Acercan las elecciones sucias en Venezuela, descubre planes de la derecha venezolana, ocultos entre otras cosas por la casi nula campaña electoral de este sector. Estos propósitos, según el comunicado, están dirigidos a "re-escribir algunas leyes básicas" desde la Asamblea Nacional en caso "de ganar la mayoría legislativa y tal vez una mayoría absoluta".

Vista la importancia que revisten, a escasos días de los comicios legislativos en Venezuela, los planteamientos vaciados en el espacio periodístico del diario, nos permitimos transcribimos a continuación en su totalidad.

Se Acercan las elecciones sucias en Venezuela

Con la atención del mundo fijada en su mayor parte en otros sitios, Venezuela, un país de 26 millones de habitantes y con la más grande reserve de petróleo del planeta se encuentra en una espiral hacia una caída histórica. Según el Fondo Monetario Internacional, la producción económica está en camino de caer un 20 por ciento este año mientras que la inflación excederá el 190 por ciento. El desabastecimiento de productos básico es endémico, y la tasa de asesinatos, que se ha multiplicado el doble en tan solo una década, es 18 veces mayor que la de EEUU. Varias figuras clave del gobierno y de las fuerzas armadas se han visto envueltas en tráfico de drogas; dos sobrinos del Presidente Nicolás Maduro están detenidos en Nueva York con cargos de tráfico de cocaína.

Los gobiernos del mundo están observando esta implosión, y muchos venezolanos han estado esperando que las elecciones del 6 de diciembre provean una salida. El país posee un movimiento de oposición moderada que se ha unido en un solo partido. Con las encuestas apuntando a una ventaja de dos dígitos sobre el partido dominante, la oposición cree que debería ganar la mayoría legislativa- y tal vez una mayoría absoluta que le permita re-escribir algunas leyes básicas.

La pregunta no es si las elecciones serán libres y Justas; ya está claro de que no será así. Una carta de 18 páginas enviada al Consejo Nacional Electoral por parte del secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, describe por qué. Entre varias cosas, algunas altas figuras de la oposición (incluyendo al líder preso Leopoldo López) tienen prohibido participar en las elecciones; algunos distritos han sido distorsionados de manera que el 52 por ciento de los votantes, concentrados en áreas pro-oposición, elegirán solo el 39 por ciento de los diputados; y un partido fabricado pro-gobierno ha adoptado un nombre muy similar al de la oposición y se encuentra justo al lado de éste en la boleta electoral.

Lo que no está claro es si el Sr. Maduro recurrirá al fraude directo o a la violencia para evitar una victoria de la oposición- o si los vecinos de EEUU y Venezuela, después de tolerar en silencio la destrucción de la democracia en ese país usaran su influencia para prevenir eso. El Sr. Maduro ha lanzado pistas acerca de medidas extraordinarias que tomaría; ha dicho que el régimen ganará "como sea" y ha hablado de "gobernar con la gente" si no gana. Eso no sería nuevo. En el pasado, a los estados gobernados por la oposición se les ha quitado su poder y se les han reducido los presupuestos, y algunos legisladores han sido perseguidos y atacados físicamente. Pero tomando en cuenta el ánimo del público- el porcentaje de venezolanos que evalúan la situación del país como positiva ha caído a dígitos de una cifra en las encuestas- esas tácticas pudieran desatar protestas masivas.

Por esa razón fue alentador leer la carta del Sr. Alamagro, ya que es un raro caso de que un experimentado líder latinoamericano rete públicamente los abusos políticos de Venezuela. Otra acción vino en la forma de otra carta dirigida al Sr. Maduro firmada por 157 legisladores de EEUU, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica y Perú, incluyendo 18 senadores norteamericanos. Desarrollada por el Senador de Maryland, Ben Cardin (D), el texto objeta la descalificación y el apresamiento de los líderes de la oposición y hace un llamado para que observadores internacionales sean admitidos. El régimen ya ha rechazado el monitoreo de la OEA y de la Unión Europea.

Se debería aplicar mas presión al Sr. Maduro en las próximas dos semanas, incluyendo a la Administración Obama. Si el voto es interrumpido, los EEUU y otros gobiernos deberían estar preparados para responder con censuras y sanciones.



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