¿Golpe de estado de los medios de comunicación social? La vil viralidad de la oposición en Venezuela

12 Feb. 2015 - En el aniversario del estallido de violentas protestas de derecha, teleSUR examina el papel de los medios de comunicación social en el fomento de la violencia y la desinformación.

En febrero pasado el mundo retrocedió asustado y con horror, después de que fotos y testimonios que supuestamente mostraban y describían la violencia del Estado Venezolano contra las protestas de la oposición se propagaron a través de Twitter y Facebook. Un artículo viral incluso declaró que un "pogromo tropical" estaba en marcha en el país Sudamericano.

El hashtag #SOSVenezuela, en Twitter, de inmediato surgió como un grito de ayuda para que el mundo intervenga.

Los medios de comunicación internacionales, especialmente en los Estados Unidos, aprovecharon la oportunidad para cubrir a Venezuela con una luz negativa, aunque engañosa. E incluso algunas personas bien intencionadas en los medios de comunicación social, sin un conocimiento exhaustivo de la política venezolana, fueron seducidas por las dramáticas imágenes y descripciones que parecían manifestaciones pacíficas crónicas siendo reprimidas por las fuerzas del Gobierno Venezolano.

Excepto que no sucedió.

Algunas de las fotos más atroces y espantosas eran falsificaciones; eran fotos tomadas de otras partes del mundo y publicadas como si estuviera sucediendo en Venezuela. Otras pocas eran realmente de Venezuela, pero de un año diferente y en un diferente contexto.

"Las protestas de la oposición en el 2014 fueron realmente una prueba decisiva, tanto de la utilidad estratégica, como de los poderosos peligros de las redes sociales" George Ciccariello-Maher, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Drexel y autor de "Creamos a Chávez", dijo a teleSUR. "Imágenes falsas y reclamaciones manipuladas repartidas y distribuidas como reguero de pólvora, y aunque era posible desacreditar algunas - por ejemplo, las imágenes de otros países, de otros períodos de la historia - Para el momento que una era desmentida, una docena habían surgido en su lugar"

Un ejemplo es una foto que mostraba a un policía violentamente tirando de un manifestante con una llave al cuello. Un tuit que acompaña la foto decía "SOS, represión en Venezuela. URGENTE que esta foto le dé la vuelta al mundo" Sin embargo, la foto era una falsificación, que data del 2011 de las protestas estudiantiles en Santiago, Chile.

Otro ejemplo particularmente odioso pretendía mostrar a un policía Venezolano forzando a un manifestante a tener sexo oral con él. Sin embargo, la foto, que fue publicada por la actriz Venezolana Amanda Gutiérrez, era de un sitio porno con sede en Estados Unidos, algo por lo que la actriz se disculpó más tarde con sus 228.000 seguidores de Twitter. Su disculpa, aclarando las cosas no recibió ni de cerca tanta atención como la desinformación original que se registró con la foto.

Una foto menos inflamatoria y más humana mostraba a una mujer joven con las manos en los brazos de un oficial de la policía antidisturbios, su cara obviamente angustiada, como si estuviera llorando y suplicando al oficial. La foto fue tuiteada con el texto, "Tú y yo somos venezolanos mi pana" Sin embargo, la conmovedora foto, que supuestamente muestra la humanidad de los manifestantes de la oposición, fue una completa farsa. La foto era en realidad de una protesta en Sofía, Bulgaria, en el 2013.

Como Ciccariello-Maher explicó: "En un lugar políticamente dividido como Venezuela, donde la oposición existe en una especie de caja de resonancia que siempre repite los mismos mantras, sobre el fraude electoral, la dictadura, etc., esto (el uso de medios sociales) demostró ser poderosamente peligroso, ya que movilizó a los extremistas que simplemente salieron a las calles a partir de algo que ya creían que era cierto".

¿Entonces por qué estaban los medios corporativos tan dispuestos, si no imprudentes, a utilizar estos y otros tuits como si fueran un hecho, en sus informes? Como Steve Ellner, analista de mucho tiempo de la historia y políticas de Venezuela y autor de "Izquierda Radical en América Latina: desafíos y complejidades del poder político en el siglo XXI", dijo a teleSUR: "Los medios corporativos internacionales son expertos en la presentación de información poco fiable disfrazada como puntos de vista. De esta manera promueven opiniones, o por lo menos dudas, entre los millones de personas que no tienen fácil acceso a la información más fiable".

Según Ellner, el uso de Twitter como fuente periodística es una "herramienta útil" para corporaciones y medios de comunicación internacionales, y el citar tuits de la derecha como si fueran opiniones privilegiadas desde adentro, para presentar un balance supuestamente equilibrado desde el lugar de los hechos, "ha sido aplicado, en el caso de Venezuela, a lo grande".

La narración, en gran parte de la corriente internacional, sobre la cobertura de las noticias durante esta ola de violencia política de la extrema derecha, era que la oposición se vio obligada a tomar los medios de comunicación social como resultado de un bloqueo mediático dictatorial en Venezuela, que impedía que voces de la oposición sean vistas o escuchadas en los medios tradicionales. Pero los analistas sostienen que ese no era el caso.

Ciccariello-Maher explicó que el Gobierno Venezolano "ha frenado con éxito algunos de los elementos más extremos" de la prensa y los medios de comunicación privados que ayudaron a orquestar el intento de golpe de Estado contra Hugo Chávez en 2002, pero "no hay bloqueo mediático en Venezuela". Más bien, él lo caracterizó como "un debate lleno de matices en torno al derecho de las personas a una información precisa y la responsabilidad del sector privado en la prestación de este"

Julia Buxton, profesor de Política Comparada en la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad Central Europea en Budapest, entiende el contexto de los medios de Venezuela de manera similar. Con este telón de fondo, dijo en una entrevista con teleSUR, "La falta de una plataforma (oposición) articulada tiene menos que ver con la censura de los medios y la restricción que el simple hecho de la ausencia de un plan". Buxton observaba que "partidarios de la oposición no han utilizado Twitter para discutir o difundir ideas, sino para el abuso y el insulto".

Pero un plan, que la oposición si tenía, era utilizar todos sus medios de comunicación y plataformas de medios sociales para enmarcar el relato de lo que estaba ocurriendo en Venezuela a nivel internacional. El 20 de febrero del 2014, en un artículo que se hizo viral, "El juego cambió en Venezuela ayer por la noche - y los medios de comunicación internacionales están dormidos en el interruptor", el escritor Francisco Toro, fundador del blog de derecha de la oposición, Crónicas Caracas, pidió a medios de comunicación internacionales prestar atención a la "ofensiva tramada por el Estado para reprimir y aterrorizar a sus oponentes" en Venezuela. El artículo de Toro recibió cientos de miles de ‘me gusta’ y fue compartida miles de veces en Facebook y le dieron decenas de miles de re- tweets. Toro, un ex corresponsal del New York Times quien renunció después de ser descubierto como un miembro activo de la oposición, que sin embargo seguía proporcionando columnas regulares y entradas de blog en el mismo periódico, escribió sobre "los paramilitares patrocinados por el Estado" que estaban "disparando a todo el que parecía que podría estar protestando", lo que según él, resultó en el equivalente a un "pogromo tropical" la noche anterior.

Este "pogromo" resultó en la muerte de una persona - no esa misma noche, pero cuatro días después a consecuencia de las lesiones.

Cuando fue presionado por los críticos de los medios, Keane Bhatt y Jim Naureckas en Twitter, Toro admitió que "fue una exageración en el calor del momento". Incluso tomó las páginas de su sitio web para escribir que "ha quedado claro que la violencia en aquella noche dejó... sólo una víctima mortal, de esa manera no alcanza la definición comúnmente entendida de un "pogromo".

Un pogromo, por definición, es una masacre organizada.

Sin embargo, el daño estaba hecho. En contraste con los cientos de miles de personas a las que llegó su pieza original, su corrección fue compartida 14 veces en Facebook y 12 veces en Twitter. Tal es la norma en las redes sociales, donde la desinformación sensacionalista parece atraer consistentemente más atención que las correcciones.

Otro ejemplo de contenido estratégicamente viral era un vídeo de YouTube llamado "Lo que está pasando en Venezuela, en pocas palabras", hecho y narrado por una joven estudiante universitaria venezolana que vive en los EE.UU. A pesar de que el video estaba plagado de información falsa y engañosa, el grito, aparentemente inocente, pidiendo ayuda, cayó como anillo al dedo para las redes sociales del "clicktivismo" y rápidamente alcanzó proporciones virales. Obtuvo más de 3 millones de visitas en YouTube y fue ampliamente compartido en otras plataformas de medios sociales. Además de las exageradas estadísticas, como la de "millones de homicidios" que ocurren en el país cada día, lo que habría acabado con toda la población de Venezuela en un mes, ella también mintió sobre asesinatos de manifestantes, las manifestaciones pacíficas, y que hay censura de prensa en el país. Sin embargo, el periódico británico The Guardian presentó el video en su sitio web, alabándolo por traer "la difícil situación de las protestas estudiantiles en Venezuela a la atención mundial".

Lo que no llega a ser viral en Twitter, obviamente, puede ser tan importante como lo que si llega.

Otro ejemplo, además de la retracción de Toro, sería un artículo en el New York Times que ofrecía un caso raro de información honesta. El artículo "Armas rudimentarias ayudan a mantener las protestas en bastión de la oposición venezolana" (25/02/2014), informó que las protestas estudiantiles contra el gobierno tenían "una variedad de armas caseras - morteros pequeños, explosivos ruidosos, bombas incendiarias, hondas, palos y unas cosas de aspecto desagradable llamados Miguelitos, hechos de mangueras adornadas con clavos". El artículo citaba a Andryth Niño de19 años de edad admitiendo que, "aquí no somos pacíficos".

Desenmascarando a los Medios de Comunicación Social - Democracia Digital sin Garantías

Es así que las fuerzas de la oposición han mantenido una presencia constante en los medios sociales, sus campañas de movilización y de desestabilización renovadas caracterizan el período previo al aniversario de la ola de violencia del año pasado. La oposición está movilizando a sus bases, llamando a los partidarios a las calles para las protestas de aniversario este 12 de febrero.

Los partidarios usan el hashtags #12F y #YoSalgoEl12F para anunciar su participación en las protestas de la oposición. Tal vez el más interesante es el hashtag #YoSalgoPor con el que partidarios de la oposición expresan sus razones y motivaciones para unirse a las marchas de aniversario de la Guarimba.

La mayoría de estos tuits #YoSalgoPor dicen que los manifestantes saldrán a las calles por "todos los héroes caídos" de la oposición, o por "justicia por los caídos" que no pueden asistir a las marchas de este año. Estos tuits conmemoran a las aparentes víctimas de la violencia de Estado en la primera ronda de las Guarimbas del año pasado. Sin embargo, la inmensa mayoría de las 43 víctimas mortales murieron como consecuencia de las protestas violentas de la oposición y por condiciones desestabilizadoras que la oposición ayudó a provocar. Al menos diez personas murieron solamente en las barricadas de la oposición, y varios miembros del personal de seguridad del gobierno, así como otros también murieron, esto según los datos recogidos por el Centro Estadounidense para la Investigación Económica y Política.

María Corina Machado ✔ @MariaCorinaYA

Este jueves #12F en memoria de nuestros héroes caídos

#YoSalgoPor por Venezuela!

https://www.youtube.com/watch?v=T-B41G7XdQU

María Corina Machado es una figura destacada de la oposición venezolana, estuvo involucrada en el intento fallido de golpe de Estado en el 2002, y fue principal organizadora de las protestas de la oposición el año pasado. Su organización de la sociedad civil, Súmate, aceptó fondos del principalmente financiado por el Congreso de los Estados Unidos, National Endowment para la Democracia (NED).

Como es la naturaleza de los medios sociales, proporcionando sólo una instantánea sin un contexto más amplio, estos tuits #YoSalgoPor, por supuesto, no aluden a la violencia y las muertes causadas por la violencia de la oposición de derecha. La más horrible entre estas muertes incluye la de una mujer siendo decapitada por alambre de púas intencionalmente ensartado en las barricadas de los extremistas de la oposición para causar daño a los motociclistas progubernamentales. Varios motociclistas fueron efectivamente decapitados, varios otros motoristas murieron al chocar contra las barricadas. Al menos tres personas murieron por disparos al intentar despejar las barricadas. Seis miembros de la Guardia Nacional también fueron asesinados.

Estas acciones cumplieron con los objetivos de un plan de desestabilización estratégica desarrollado en el 2013 por organizaciones de Colombia y Estados Unidos, entre ellas USAID, en colaboración con los líderes de la oposición venezolana. Como se detalla en el plan estratégico filtrado y que fue publicado en línea por la abogada y periodista Eva Golinger, la estrategia de la oposición era "crear situaciones de crisis en las calles que faciliten la intervención de Estados Unidos, así como las fuerzas de la OTAN, con el apoyo del gobierno colombiano. Siempre que sea posible, la violencia debe resultar en muertes o lesiones"(énfasis añadido).

Haciendo caso omiso de sus acciones violentas, los tweets #YoSalgoPor, retratan a la oposición como las víctimas de la violencia, en lugar de los autores.

Pero no es ninguna coincidencia que los medios de comunicación social se hayan convertido en un instrumento clave de la propaganda de la oposición. Más bien, es una estrategia concertada que tiene por lo menos raíces parciales en el intento de Estados Unidos de fomentar el caos y la inestabilidad en Venezuela. Fuentes de Estados Unidos como la National Endowment for Democracy (NED) financian fuertemente a fuerzas de la oposición venezolana y proporcionan capacitación en "democracia" a grupos de estudiantes de la oposición, que ha incluido la capacitación en el uso de medios sociales. En 2013, la NED otorgó un total de 1.752.300 dólares en subvenciones a Venezuela en diversas áreas del programa, incluyendo $ 63,000 para "Liderazgo Emergente, Comunicación y Redes Sociales", y otro casi de $ 300.000 para la "Formación y Habilidades de Comunicación Para Activistas Políticos", incluida la capacitación en el uso de las TIC, o herramientas de comunicación de Internet.

"El enfocarse en la juventud ha sido una estrategia de ejecución larga, mientras que el elemento de medios de comunicación social es un instrumento más reciente (y más barato) de poder blando, que es, en mi opinión, totalmente perjudicial para los intereses de voces realmente pluralistas y democráticas" añadió Buxton, de la Universidad Central Europea. "Al igual que con todos los aspectos de la intervención de Estados Unidos en otros países, estas formas de violación de la soberanía - blandas o duras, son por lo general contraproducentes, como lo vemos en otros aspectos de las "guerras" en los medios sociales, que pueden conducir a un retroceso más problemático de fuerzas y grupos aún más radicales y opuestos".

En una época de extrema brutalidad policial contra la protesta política en una escala global, los equívocos que pueden extraerse en base a esta información parcial y engañosa son fáciles de hacer, sobre todo para los que ya están mal informados como resultado de la cobertura informativa dominante de Venezuela.

Los medios de comunicación social, particularmente en un contexto político complejo y mal entendido, pueden fácilmente descontextualizar eventos y perpetuar la desinformación, a menudo con la ayuda voluntaria de los medios de comunicación internacionales. Dadas las tensiones históricas entre Venezuela y los EE.UU. y otras potencias mundiales capitalistas Occidentales, Venezuela es un espécimen particularmente interesante para este tipo de informes de confirmación sesgados, y con la ayuda de los medios de comunicación social, la desinformación abunda.



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