Exdirector de Conatel

Alvin Lezama: Si no hay información oficial la gente va a recurrir a otras fuentes o al rumor

Alvin Lezama, analista de la comunicación y exdirector de Conatel

Alvin Lezama, analista de la comunicación y exdirector de Conatel

Credito: Correo del Orinoco

02-11-14.-Alvin Lezama lleva consigo libros sobre comunicación. En la conversación con el Correo del Orinoco cita al canadiense Marshall McLuhan, el hombre de “el medio es el mensaje” y de los medios “fríos” y “calientes”. Lezama, exdirector de la Comisión Nacional de Comunicaciones (Conatel), sigue trabajando en su gran pasión: la comunicación, la información, los mecanismos de poder que hay detrás de los medios y la emancipación del ser humano.

Lezama advierte que si “en una situación dejamos un vacío, ni siquiera informamos, ese vacío va a ser llenado rápidamente porque hay muchísimas fuentes de información” nacionales y trasnacionales que no se detienen en fronteras.

“Si no hay posibilidad de obtener una información oficial la gente va a recurrir” al rumor o a lo que tenga a la mano, señala el experto, en conversación con el Correo del Orinoco.

Admite, no obstante, que “tampoco es fácil estar en esa dinámica del día a día” y que se corre el riesgo de “responder sin medir bien el tipo de respuestas que vamos a dar”.

-¿Si no hay información oficial la gente va a buscar información por cualquier parte?

-Siempre. De hecho, yo creo que también es importante diferenciar las plataformas. Creo que las aplicaciones de redes sociales pueden servir como una vía para la participación, pero de alguna manera también hay que tratar de rescatar la fuente oficial de información, la formal. Hay que tratar de hacerlo, porque a veces la información informal se confunde con la formal y la credibilidad entra en el mismo juego. Yo entiendo que de repente se quiera acercarse a la población a través de este tipo de plataformas, pero también hay que entender que no todos los venezolanos tienen teléfonos inteligentes o estos servicios de Twitter y de Facebook. Me parece que es una plataforma bastante vulnerable para usarla como fuente oficial del Estado venezolano.

-¿Qué los ministros se comuniquen ahora vía Twitter, por ejemplo?

-Sí, se pierde hasta la majestad de la fuente oficial. Yo sí puedo entender que funcione como fuente para recibir información de la gente, y ahí hay que trabajar mucho en la autenticación de quien dice ser. Yo trataría de rescatar las fuentes oficiales de información, sobre todo para diferenciar las características y los mensajes, y a lo mejor no haría tanto uso de las redes sociales.

ENCANTAMIENTO CON LA TV

A criterio del analista, “cualquier país que plantea un nuevo orden social, un cambio radical tiene que trabajar la comunicación, y trabajarla -primero- para conocer el fenómeno en una dimensión distinta, porque normalmente solemos ser muy simples a la hora de referirnos a la comunicación”. Dictamina que a veces se trabaja con una visión de la comunicación instrumental “y no entendemos que ella transversaliza todo el mundo social, las representaciones, los significados, las interpretaciones, y a partir de ahí todo el mundo social que se construye”.

Con base en esas premisas, Lezama -de quien nadie puede poner en duda su compromiso con el proceso de cambios en el país- evalúa que la comunicación en estos años “ha sido reactiva” y está “dentro del paradigma que heredamos, dentro de la concepción del capitalismo, dentro de una ideología que es la hegemónica”.

 

Es por ello que estima, como algo perentorio, tener “nuevas lecturas del fenómeno, porque hay muchas cosas que están pasando en torno a la comunicación y es precisamente la comunicación la forma de dominación cultural”. Lo que toca, en este momento, es “cuestionar muchos aspectos de la comunicación”.

-¿Qué habría que cuestionar?

-Primero, nosotros decimos que la comunicación es un derecho fundamental, pero a veces dentro de ese planteamiento de la comunicación como un derecho fundamental se esconden una especie de propagandas en relación al consumo de la telecomunicación. Muchas veces se reduce el término de la comunicación al manejo de los medios de difusión de información: prensa, radio y televisión, o a los servicios de telecomunicación; obviamos la propaganda, obviamos un maratón, obviamos el texto escrito, los libros. Obviamos otros tipos de expresiones de la comunicación que también esconden hegemonía tras de sí, y por eso yo creo que hay que reinterpretar ese fenómeno de una manera más amplia. Tienen que participar diferentes disciplinas del saber porque es un problema complejo.

-¿Por qué hay un encantamiento con la televisión? ¿Por qué pareciera que cuando se habla de comunicación solo se piensa en televisión?

-Indudablemente es el medio que más penetración puede tener; la audiencia que percibe la comunicación suele ser más pasiva porque el aporte que hace en completar esa información es menor, y entonces la televisión tiene mucho más pegada, pero no es única. Sería conveniente identificar la comunicación y las políticas en relación a la comunicación involucrando la propaganda, involucrando la publicidad. La estrategia de la comunicación es una combinación de todos estos medios, de los “fríos” y los “calientes”.

Cuando el Estado “hace un trabajo de análisis del fenómeno de la comunicación”, añade Lezama, “debería identificar el rol que juega dentro de una estrategia masiva de difusión de información a través de la comunicación” y “debería vincular prensa, radio, televisión, redes sociales o servicios de internet, porque todos forman parte de una misma estrategia”.

El trabajo de análisis de la comunicación, propone, “debe involucrar a todos los medios de difusión y de información posibles, y también otras vías como las vallas, como las actividades de propaganda que normalmente se suelen hacer” con otros fines, como una caminata.

ATRAPADOS POR LA NOTICIA

-¿Pareciera partirse del análisis de que la usuaria o el usuario son entes pasivos? ¿Eso es algo ya derrotado ya por la teoría de la comunicación?

-Sí, por fortuna. El sujeto es súper activo porque completa mucha de la información que le llega. La única diferencia es que puede que él no esté consciente de esa participación suya en completar el mensaje. Por eso también es importante que, cuando se hace un análisis de la comunicación y se plantea una estrategia en relación a la comunicación, se logren precisar cuáles son las audiencias que corresponden a cada uno de los mensajes.

-¿Cree que el mensaje de la Revolución ha sido eficiente, con base en todo esto?

-En una oportunidad yo hablé de Barrio Adentro. Nosotros no hemos trascendido la noticia. Nosotros, cuando hablamos de Revolución, hablamos básicamente una reseña noticiosa, de una cifra, de una estadística. Nosotros no hemos logrado transmitir toda la esencia del nuevo orden social. Como quien hace la cobertura lo que hace es un reporte noticioso, nosotros no hemos trabajado lo que está detrás de ese cambio de paradigma.

Lezama lo pone en estos términos: “Si uno va a Barrio Adentro a una consulta, a un CDI o a una consulta de un módulo de Barrio Adentro la sensación que uno tiene es distinta de la sensación que uno tiene cuando va a una clínica o cuando va a un centro privado de salud. Normalmente cuando uno va a un centro privado de salud tiene varias angustias: la angustia de la enfermedad, de la dolencia y la angustia del bolsillo, porque no sabe si la póliza va a cubrir, no sabe si va a conseguir los medicamentos, no sabe ni siquiera como va a será tratado por el médico”.

En cambio, compara, “cuando uno vive la experiencia de Barrio Adentro uno siente una diferencia enorme, y eso no lo hemos logrado nosotros reflejar en nuestro mensaje”.

-Estamos atrapados por la noticia.

-Sí, por la noticia y porque también quienes hacen la reseña no han vivido esa realidad. La realidad no se puede reseñar si no se vive; la realidad se vive, y si no vives esa realidad tú no vas a poder transmitir todo lo que va implícito en ella.

-¿Qué habría que hacer?

-Quien reporta tiene que vivir la realidad. Nosotros hemos insistido mucho en el HCM, los mismos funcionarios del Estado que se dicen revolucionarios y socialistas, instituciones que se dicen socialistas se empeñan en un HCM; se empeñan en aumentar las pólizas, en aumentar las coberturas y nunca han vivido las experiencias de Barrio Adentro, de los CDI ni de las Salas de Rehabilitación Integral. Ahí se va apagando esa llama, porque nosotros no hemos logrado compartir ni transmitir a quienes no conocen la experiencia esa otra alternativa.

La Revolución “debe plantear en su comunicación cuál es la contrahegemonía que propone, cuáles son las alternativas que propone, al igual que identificar, difundir y comunicar las contradicciones del sistema que está pretendiendo transformar”.

En otras palabras, “si yo hablo del sistema de salud privado tengo que contraponerle la opción que está ofreciendo la Revolución”, pero “si simplemente hago un reporte de la nota yo puedo insistir mucho en cifras, puedo insistir mucho en número de consultas pero no es creíble, porque yo no estoy trasmitiendo el convencimiento”.

-¿No ha sido creíble ese mensaje?

-Si es un mensaje que es solamente cifras no llega; yo lo creo porque lo viví. Para comunicarse tiene que vivirse; la realidad se vive.

EN FUNCIÓN DE LOS MUNDOS SOCIALES

Para el estudioso de la comunicación también resulta perentorio “identificar el mensaje en función de los diferentes mundos sociales, los mundos de vida cotidiana”. El mundo de vida cotidiana “tiene que ver con la profesión, la clase socioeconómica, el entorno cultural donde me desenvuelvo, la religión que profeso; eso constituye un mundo inmediato de vida cotidiana que significa una posición a través de la cual yo puedo interpretar y ver las cosas de una manera distinta”.

-¿Debería comunicarse en función de eso también?

-Sí, porque hay que hacer mensajes que vayan dirigidos a diferentes segmentos, a diferentes mundos de vida cotidiana, a diferentes grupos de edad, porque cada grupo de edad tiene una particularidad y está en un proceso de desarrollo de personalidad distinta. Yo tengo que adecuar mi mensaje a cada uno de esos grupos de edad; creo que también eso debe hacerse.

-¿No se ha hecho?

-No lo veo; a veces veo que simplemente hemos sido reactivos. Estamos agobiados por el ataque incesante que ha tenido la Revolución desde el año 1998 y entonces muchas veces estamos respondiendo con las mismas armas, usando las mismas herramientas, usando las mismas formas y creo que eso se agota, porque está en el mismo paradigma.

-¿Qué tan eficiente es la propaganda versus la información?

-Nosotros estamos bombardeados por mucha información, pero la información tiene que captar la atención; aparte de eso, si es información y no es comunicación, si no tiene implícito generar una respuesta o una acción como respuesta, muy probablemente se le va a prestar muy poca atención.

OFENSIVA HOY

-¿Ofensiva comunicacional que significaría al día de hoy?

-Sí, fíjate que nosotros estamos planteando una ideología distinta. Nosotros hemos hablado del socialismo del siglo XXI, hay situaciones que pasan en el mundo y nosotros no hemos logrado aprovechar esa oportunidad.

-¿Por ejemplo?

-Hay una crisis del capitalismo; al menos Claudio Katz habla de una crisis coyuntural, habla de una crisis estructural y habla de una crisis histórica.

-¿Y no hemos aprovechado eso?

-Muchas veces se dice que se están fugando los cerebros de Venezuela hacia los países del norte y que es por culpa del presidente Maduro; pero la realidad es que esta migración viene dándose en los países del Sur desde por lo menos los años 2008 y 2009. Estos profesionales de tercero y cuarto nivel están migrando hacia allá, porque allá es que se les están ofreciendo mejores oportunidades desde el punto de vista salarial. No sucede nada más en Venezuela; sucede también en países como Chile, Colombia, Perú, Argentina y Uruguay. No hemos logrado mostrar esa realidad. Nosotros no hemos planteado esa crisis que hay, no hemos planteado esa situación.

-¿Mostrarla cómo un problema regional, global?

-Claro, regional. También tenemos que insistir en que la solución tiene que ser regional. Nosotros en Venezuela estamos planteando un modelo y una vía que es el socialismo del siglo XXI, pero nosotros tenemos que alimentarla de contenido y mostrar esta alternativa como una alternativa válida para la región.

CAUTELA CON TWITTER

“Yo lo he dicho en varios artículos: las redes sociales son una metodología de análisis de estructuras sociales”, señala Alvin Lezama. Pero “desde mediados del siglo XX la sociometría viene tratando de identificar las estructuras sociales, porque las estructuras sociales determinan el comportamiento, las aspiraciones y las motivaciones de grupos sociales del ser social”, reflexiona.

Por ello, para el mercadeo y la psicología social “se trata de identificar cuáles son estos tipos de comportamiento”. Y ahora, con base en todas las plataformas disponibles, “en línea y en tiempo real se está generando la información para el estudio de estos fenómenos”.

-¿Qué se debería estudiar sobre Twitter, ya que parece que se ha vuelto algo importante en el país?

-Eso hace vulnerable a la sociedad venezolana porque muy probablemente van a conocerla mejor que ella misma; en este tipo de aplicaciones van a conocer tu personalidad mejor que tú, porque vas a expresarte de manera libre sin tener mucha conciencia de ello, vas a manifestar aspectos tuyos que son hasta inconscientes o desconocidos hasta para ti. ¿Qué es lo que debería hacer la sociedad venezolana? Usar con mucha prudencia ese tipo de aplicación.

T/ Vanessa Davies


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