Barinas. Hace un año escribimos con gran entusiasmo un reportaje dedicado a la inauguración de la radio comunitaria La Voz de Santa Inés 91.3 FM, construida en la Granja Escuela Agroturística “General en Jefe Ezequiel Zamora”. Hoy tecleamos de nuevo, pero con dolor.

En el discurso inaugural -el 26 de octubre 2006- el presidente de Palmaven, Dester Rodríguez, invitó a los lugareños a tomar el micrófono y convertirlo en la voz de los consejos comunales, de los estudiantes, de los agricultores, de las mujeres, de los niños, de la Junta Parroquial, del médico del pueblo, de todos.

Y así fue. Los hijos de Zamora iniciaron la batalla de las ideas a través de la 91.3 FM, con el apoyo inicial del personal de Palmaven en la “Granja Ezequiel Zamora”, y poco a poco la consola y los micrófonos comenzaron a sentir el calor de los santaineseños.

La comunidad había cumplido con el artículo 16 del Reglamento de Radiodifusión Sonora y Televisión Abierta Comunitarias del Servicio Público sin Fines de Lucro, al crear en asamblea la Fundación Comunitaria “Ezequiel Zamora, cuya directiva quedó presidida por Iván Pérez, e integrada además, por Judith Torres (vice-presidenta), Luz Quintero (Secretaria), Antonio Sanoja (Tesorero), Anita Trejo (Contraloría social), y los voceros Jaime Ribas, Rosalía Sánchez, Albina Labrador y Pedro Olivar.

Como tenía que ser, un programa de música llanera -Por los Caminos del Llano- conducido por el educador Pedro Olivar, se convirtió el primer espacio de la comunidad. Luego le siguió “Revolución y Punto”, del presidente de Palmaven.

A los seis meses de la fundación de la 91.3 FM, la programación mostraba diversidad de producciones, a cargo de los mismos lugareños: El Mundo de los Niños (Mayerlin Betancourt y Ifigenia Suárez), Sólo Fiesta (David Pantoja), Sabor Campesino (Jaime Ribas y Albina Labrador), Sentimiento Vallenato (Darwin Trejo y Maribel Zambrano), Química al Día (Prof. Fabio Bonilla), La Canción Necesaria (Angel Bastidas), Salud para Todos (Dr. Rigoberto Feria), Desde La Granja (Diego Qüenza), por nombrar algunos trabajos comunitarios.

…Y se fue el volumen

Tras seis meses aproximadamente, con una programación de 12 horas, el funcionario de Palmaven, Roberto Rivero, ordenó la creación de una fundación paralela, que de hecho significó un golpe noble para la comunidad.

Los programas comunitarios fueron desapareciendo. Fue impuesta una parrilla musical de 24 horas, elaborada por un “profesional del sonido” y con locutores de carrera. Por su puesto que salieron las voces no-profesionales de los santaineseños. No se oyó más a las seis de la mañana el himno nacional cantado por Alí Primera, tampoco el Himno de la Federación, y menos la Internacional Socialista.

Los directivos de la fundación originaria lamentan el “Golpe de Estado” dado por el señor Robert Rivero, pero a la vez expresan su disposición de iniciar la lucha por la instalación de una nueva emisora en Santa Inés, donde siempre ha debido estar.

No se explicaban la razón por la cual fue construida fuera de Santa Inés (a 3 kilómetros). “Ahora lo entendemos. No nos tenía confianza, no creía en nuestra capacidad, a pesar que demostramos condiciones para dirigir una emisora revolucionaria”, señaló el productor comunitario Jaime Ribas.

Falsas emisoras comunitarias

La historia de la Voz de Santa Inés no es un hecho aislado en el llamado Eje de Desarrollo Puerto de Nutrias-Boconoito. Lo mismo pasa en La Voz de Libertad y La Voz de Sabaneta, otra dos emisoras “comunitarias” construidas por Palmaven, excelentemente equipadas, pero en manos de locutores y periodistas profesionales, con lo cual se le colocó una alcabala a la comunidad.

De acuerdo con lo que vivimos durante 8 meses en Santa Inés, Libertad y Sabaneta, la idea es establecer un circuito de unas ocho emisoras institucionales disfrazadas de comunitarias, con participación limitada del pueblo.

Pero lo más grave es que los profesionales del micrófono y los periodistas que trabajan en dichos medios radiofónicos no tienen nada que ver con el proceso revolucionario y mucho menos con el socialismo del Siglo XXI. La idea es la excelencia profesional para competir con los medios privados, sacrificado así la participación comunitaria.