Aruñazos a las nenas de Globovisión (incluido Antonetti), serán elevados a la ONU

Llevaron para el Teresa Carreño aquel montón de cámaras, cincuenta kilos de cables, trece lámparas, catorce micrófonos, ocho grabadoras,… ni en una guerra. RCTV iba también con el moño suelto; Amanda Gutiérrez venía levantando pesas y haciendo aerobics desde hacía meses para tirar los bofes en esta ocasión. Tiró cuatro derechazo y recibió una nalgada. No estuvo mal. El malandro de la Florida venía reiteradamente quejándose de que sus muchachos no estaban atacando a la Reforma Constitucional como se debía. Al Matacuras le pasaban mensajitos: “¿Qué pasa, chico, que veo todo esto demasiado flojo, muy gris, fúnebre? Muévanse, vale...” Y el Matacuras siempre le estaba respondiendo que se esperara porque por ahí venía algo muy bueno. Y lo que vino fue lo de las hemorroides de Iván Simonovis. Muy triste por cierto, ya que no pudieron cumplir con las expectativas ni escandalizar como deseaban.

De la refriega en el Teresa Carreño una periodista de Globovisión se le desgarró un pelito que le caía en la frente; a otra un rojo rojito le tocó en el hombro y a una gafita de RCTV le mandaron para el carajo el micrófono (tienen trece horas buscándolo y todavía no lo encuentran; está movilizada en su búsqueda toda la policía de Chacao).

Entonces corrieron todos los medios a entrevistar a las fulanas periodistas; eso sí, las metieron en unas camillas, las sedaron, les dieron caldo de chivo y a la otra la colocaron en sillas de ruedas. Después salieron bien temprano a denunciar ante Ministerio Público la agresión de la que fueron objeto en esa sesión especial de la Asamblea Nacional.

El bobito de Antonetti acorraló a las periodistas Beatriz Adrián y Diana Carolina Ruiz, miembros del supremo staff fascista de las reporteras de Globovisión, que muy arregladitas y rozagantes se encontraban ante la Fiscalía General de la República. Llevaban tres gruesas carpetas, cinco videos y trece CD’s, para formular los cargos por la agresión y las vejaciones sufridas; de la que fueron objeto durante la realización de esa sesión especial de la Asamblea Nacional en el Teatro Teresa Carreño. La abogada de Globovisión calcula en 23.475 todas las agresiones recibidas desde 1998, siendo de las más graves esta última.

Las comunicadoras sociales están dispuestas a ir a la OEA, a La Haya, al Vaticano, para explicar lo ocurrido; denunciaron las tergiversaciones de los hechos por parte del diputado Carlos Escarrá quien durante su intervención dijo que una periodista de Globovision había agredido a una de las dirigentes universitarias oficialista.

Diana Carolina Ruiz explicó que lo más grave fueron los gritos y los silbidos de los estudiantes a su llegada; que se les invitó a que tomaran asiento en el palco a lo que ellos se negaron, señalando que en la parte de abajo del Teatro Teresa Carreño habían asientos disponibles.

Refirió Diana Carolina Ruiz que cuando los estudiantes solicitaron el derecho de palabra, ya se había preestablecido el número de intervenciones que se realizarían. Negó que haya agredido a la supuesta periodista Beatriz Velasco y que ningún funcionario de la Guardia Nacional evitó la agresión contra los estudiantes.

“Nosotros venimos a denunciar, porque no queremos renunciar a nuestros derechos y venimos a rendir declaraciones de lo que vimos ayer. Creo que no nos podemos privar de lo que son nuestros derechos ciudadanos; ni privar a nadie de su derecho a informarse, a la libre expresión y el derecho a vivir en una sociedad donde exista tolerancia”.

Respecto a la reacción de los diputados respecto a lo ocurrido ayer, la periodista Beatriz Adrián expresó que pudo ver ayer las declaraciones de la presidenta del parlamento Cilia Flores quien dijo que fue bueno que los habían sacado del TTC y que se habían dado cuenta “que no podían sabotear nuestros actos” y al diputado Escarrá Adrián le solicitó que asumiera su responsabilidad con lo dicho.

La representante legal de Globovision, Perla Jaimes al ser consultada respecto al número de agresiones de las que han sido objeto el personal técnico y periodístico de la estación expresó que ya había perdido la cuenta. Terminado el show, las nenas llamaron a su jefe Federico Alberto Ravell y le preguntaron qué le había parecido el trabajo. Federico les contestó que no podía pedir dada la situación de enorme desgaste que la oposición tenía en este momento. Sobre todo teniendo en cuenta que Shannon no le había parado al Diógenes del Zulia, y que en definitiva la embajada norteamericana quiere ver un poco distante cuanto está sucediendo en este momento en el país. “Quédense tranquilas con sus aruñazos”, les dijo, y esperemos que en los ardores de calle que se avecinan recuperen un poco el espacio que han perdido.

jrodri@ula.ve




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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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