A raíz del reciente destape de los tan vociferados Panamá Papers o mejor dicho Papeles de Panamá, se puede iniciar la búsqueda de la nueva definición del termino Verdad. Interpretada o conceptualizada según el interés propio o necesario de cada individualidad, aunque la lógica nos lleve a preguntarnos ¿Quién sabe lo que es la verdad, cierto? Pero allí algunos filósofos responderían: La opinión de alguien no es superior a la de otra persona, el punto de vista de una persona es tan valedero como el punto de vista de otra. Todos tenemos nuestra propia verdad.

En el caso de Venezuela, la verdad puede evaluarse y digerirse de diversas formas, puede ser verdadera, relativa, mediática, absoluta e incluso circunstancial. Cuanto no se ha dicho en los medios de comunicación privados de radio, tv y prensa escrita sobre la incalculable fortuna del Dip.Cabello? Donde en el mundo la tan cacareada y dizque equilibrada SIP hace eco y crean un monstruo financiero, llevando a la persona señalada al punto de ser vista como dueño hasta del puesto de café.

El tema mediático y la utilización del método goebbeliano es sin lugar a dudas la mejor forma de vender matrices de opinión infundadas, la CIA y uno de sus exdirectores William Casey dijo: "Sabremos que nuestro programa de desinformación se ha completado cuando todo el público crea que es falso", en pocas palabras podríamos resumir que en Venezuela tenemos actores que hacen ese juego en su odio por derrocar el gobierno bolivariano, donde la mentira prevalece más que la prueba y donde los victimarios son dibujados por esos medios como víctimas.

Hace unos días al momento de la filtración por cierto muy extraña de los documentos de Panamá, algunos medios señalaron que los principales dirigentes del gobiernos estaban involucrados, pero resulta que la historia se les revierte y desde el mismo Presidente Nicolás Maduro están ordenando colaborar con las investigaciones y solicitar sea divulgada y entregada a Venezuela la lista con todos los nombre de ciudadanos nacidos en este país.

Hoy la verdad circunstancial no puede seguir siendo cómplice del debate político, mucho menos del libertinaje creado y orquestado por la oposición, ya basta del silencio y complicidad de los grandes medios de comunicación privados. ¿Acaso este país debe distraerse de su memoria? Si es así, hemos sido cómplices del olvido premeditado.

Los 40 años y las barbaries cometidas por AD y COPEI, los casi 17 años de contante sabotaje, conspiración, asesinatos y pare de contar, no se pueden pasar por alto, develemos nuestra verdad, basta de manipulación en torno a los políticos presos, llamados presos políticos, llamémoslos por su nombre: asesino político (López), corruptos políticos (Ledezma y Rosales), delincuente político (Ceballos) ¿hasta cuando la mentira se impondrá? Enderezamos el aparato comunicacional o dirán en cualquier momento que Venezuela está en sociedad con la piratería en Somalia.

El mundo hoy es un constante cambio como diría Walter Martínez, las matrices de opinión es obligatorio revertirlas con nuestra verdad argumentada y soportada, de no ser así nuestros muy sesudos amigos de la oposición van a seguir convencidos que Fidel los sigue vigilando desde los bombillos ahorradores.
Nuestra verdad por delante!!!