Acaba donde quieras: Una campaña que abre un debate

Una campaña publicitaria tiene –desde la perspectiva de la psicología social- dos fines: Llamar la atención y persuadir a la masa a quien llega la publicidad de adquirir el producto o servicio publicitado.

Para ello, utiliza referentes que ya el sujeto tenga en su mente y que tengan para él excedentes de significado y sentido, los cuales relaciona –a través de una estructura destinada para ello- con el producto o servicio que pretende vender. Un ejemplo es el evidente contenido erótico de las campañas publicitarias de cerveza:

Colocan una mujer en bikini rojo, con unos glúteos duros bien ejercitados, empañados con gotas de agua. Al lado, una botella de cerveza igual empañada con gotas… Debajo, un slogan corto: “Como te gusta”. Sencillo, un culo femenino bonito y mojado –un referente muy conocido o por lo menos deseable- relacionado con la cerveza que se quiere vender, y, según la publicidad, así “como te gustan los culos” te deberá gustar esa cerveza.

Una campaña efectiva que da cuenta de la falta de moral de algunos publicistas y de los excesos de libertad de expresión de nuestro país. Sin embargo, uno no ve a los pseudo beatos que se escandalizan con la campaña “acaba donde quieras” denunciando la campaña de cerveza por cosificar a la mujer o por vender una falsa necesidad donde se nos proyecta la satisfacción de la cerveza como una satisfacción equivalente al sexo sólo por citar un par de implicaciones simples de esta campaña de bebidas alcohólicas.

La Alcaldía de Caracas liderada por Jorge Rodríguez, retoma un slogan que ha sido exitoso “acaba donde quieras” como acompañante de dos imágenes, un preservativo y una urna funeraria. Igual que en cualquier campaña, se usa un referente existente “acaba donde quieras” pero esta vez el referente es relacionado con una encrucijada reflexiva: El uso del condón o la muerte por enfermedades de transmisión sexual. Acaba donde quieras es sexo seguro con el uso del preservativo, o muerte.

Una campaña simple, efectiva y barata como debe ser una publicidad: Usa el condón o muere.

Inmediatamente, el sector de la oposición que critica cualquier cosa que haga un chavista, salió a decir que la campaña es vulgar, que invita al sexo entre adolescentes y los más atrevidos hasta dicen que la campaña puede crear confusión, porque la frase “acaba donde quieras” en medio de dos opciones: un condón y una urna, es –según ellos- de muy difícil comprensión.

La campaña en contra ocurre por varias razones:

1.- La clase social dominante que controla los medios de producción, es la primera interesada en que exista embarazo en niñas y adolescentes. Esa población le garantiza una buena cantidad de gente en situación de precariedad y poco calificada laboralmente para que funcione como mano de obra barata. El embarazo precoz es una fuente inagotable de seres humanos indefensos que tendrán que vender su fuerza de trabajo a precio de gallina flaca para poder subsistir.

Después tenemos el tema de la doble moral en el aborto. Si la hija adolescente de un millonario se embaraza, sus padres pueden pagar una buena clínica para interrumpirlo de forma segura y sin escándalos. Es el pobre el que sale adelante con sus muchachos, porque tiene valores religiosos y morales o porque para un pobre abortar es arriesgar la vida de la madre.

El pobre, no tiene la plata para pagar una clínica efectiva y silenciosa. Por las implicaciones morales no se preocupen, el rico va el Domingo a misa, da un buen donativo, dice fuerte “por mi culpa por mi culpa por mi gran culpa” y listo. El pobre, va al cementerio, con su muchacha muerta por tomarse cualquier porquería para abortar.

Es el pobre el que cuando aborta el que se toma una lavativa o va a un matasanos en cualquier ratonera a poner su vida en riesgo. El rico, lleva a su niña a una clínica para que “le saquen unos quistes” y con total discreción, pone a su nena en manos expertas y discretas.

Por otro lado, los laboratorios –también en manos de la clase dominante- necesitan enfermos de VPH, Gonorrea, Sífilis, SIDA y demás enfermedades de transmisión sexual (ETS). Si todo el mundo usa el condón y nadie se enferma de ETS ¿a quién le van a vender los medicamentos? En el caso de las enfermedades, no importa que el enfermo sea pobre, si se convierte en pandemia, la ONU o los países tendrán que desembolsillar dinero para los laboratorios de igual manera.

Felicito sinceramente a la Alcaldía de Caracas, a Jorge Rodríguez su Alcalde y a Angelo Rivas, responsable del Instituto de Juventud por encabezar esta campaña “Acaba donde quieras” que ha despertado la doble moral y los sentimientos de agresión sexual, frustración y mojigatería de un sector de la población, pero también abre la puerta a un debate muy interesante.

Espero que no sea una publicidad espasmódica sino que se abra un gran debate en la juventud sobre el tema del sexo seguro, la libertad de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, el respeto a la diversidad sexual y se comiencen a llamar las cosas por su nombre en ese ámbito.

 

@marcosmelendezm

marcosleonardove@yahoo.com



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