Una sentencia, las primeras páginas y la desinformación

La información para un comunicador es un sagrado deber. La realidad de los acontecimientos transporta al profesional de la comunicación a un estado romántico donde la única musa posible es la verdad. La noticia y la verdad son irrenunciables en su matrimonio. La construcción de la ciudadanía pasa por tener la más confiable información de los hechos dentro de la nación, en lo político, social, económico, cultural, religioso y varios etcéteras mas. Lo único que hace posible malograr la verdad en una información, es la renuncia a la moral humana, al sentimiento humanista de la profesión, a la calidad humana del hombre. No debemos convertir a la ética en una deuda de la sociedad para con la humanidad, aunque cada día se enrumba más por ese camino. Y quien más que los profesionales de la comunicación, los llamados a enderezar los entuertos de una labor que sobrepasa a la profesión. Esta labor bien cumplida, es la más grande de las satisfacciones de ser COMUNICADOR SOCIAL.

Luego de la sentencia del TSJ sobre la interpretación constitucional de un articulado que señala explícitamente las atribuciones y alcances del órgano del estado "Asamblea Nacional". Pareciera que en Venezuela los periodistas o los editores de medios de comunicación impresos no leen LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA. Cosa increíble pero cierta, a menos, que se tenga una intención implícita a lograr un efecto distinto a informar; en el momento de publicar noticias en las primeras páginas de periódicos nacionales. Esto en medio del caldeado debate político en el que todos los venezolanos estamos adentrados en mayor o menor grado.

Ejemplos de las primeras páginas matutinas el día 02/03/16


Este titular nos dice implícitamente que el poder ejecutivo introdujo un amparo legal para que la asamblea no pueda invitar a presentar memoria y cuenta al Poder Ejecutivo.

En la sentencia todo el titular es irreal


En este otro nos señala el medio que la sentencia del TSJ se come arbitrariamente el art.187 aparte 3 de la CRBV. Pareciera que este aparte tiene solo las siete palabras iniciales. Para los diputados esta son las únicas que valen y no toman en cuenta que todo será dentro de la ley y el orden. Que no es una inquisición tipo cruzadas. Las facultades no fueron limitadas.

Señala también tendencia política.



Para esta publicación en el art. 187 de la CRBV, las facultades en este sentido de la AN no existían y con la sentencia el TSJ se las otorgó y con sus límites.

En la sentencia no hay un nuevo articulado, porque el TSJ no puede cambiar la constitución.

Aquí según, la AN tenía poco poder (alguien les robo un pedacito primero) ahora tiene menos, se lee que; era seguro hacer lo que les venga en ganas (lo dice el subtitulo).

Si hay un conflicto, es el de la interpretación y ejecución de roles como institución pública con poder, dentro del estado de derecho.


Al parecer a la mayoría parlamentaria de la AN les gustan los golpes. Este titular llama golpe institucional a la aclaratoria de funciones, y es que se desconoce que la máxima interpretación de la ley emana del TSJ y no de los parlamentarios, su función primordial es hacer leyes, y otras cosas, pero dentro de la constitución.

Golpe es el nuevo nombre a todas las aclaratorias constitucionales hechas por el TSJ.


Aquí también se implica que las limitaciones parlamentarias no están en la constitución, sino en las interpretaciones del TSJ que puedan darse en un momento determinado, a la hora de un exabrupto de los parlamentarios.

Por razones de espacio no hay más ejemplos. La jauría de degrado ético comunicacional es grande.

¿Merecemos esto los venezolanos? A lo mejor nuestro único pecado es querer vivir en paz y aquí. A pesar de todos los problemas, que son muchos. La comunicación social no puede ser la herramienta para sembrar odios a base de desinformación y mentiras masivas. Aquí, en estos ejemplos, el poder mediático estimula conductas reprochables en los extremistas, hay que analizar que también pueden ser víctimas de sus propias intenciones. Estos titulares no invitan a una reconciliación en nuestro conflicto político social, invitan a comprar papel con rabia pintada en letras grandes. La intención de los editores no es enseñar con esta información, es esconder su verdadera naturaleza humana que es muy distinta a muchos de sus lectores y dista de ser cristiana.

El debate comunicacional debe darse con mucha sinceridad y desprendimiento subjetivo. La academia debe asumir ese rol histórico y convencerse que debe interpretar la cuantiosa desviación de los principios comunicacionales del profesional egresado. Los medios ser el puente entre el comunicador y el pueblo. Que sea la política una práctica gestora de la educación ciudadana. Que seamos los ciudadanos quienes interpreten los tiempos humanos de su desarrollo integral.

 



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Pedro Barrera


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