La contrainformación noticiosa como experiencia educativa contrahegemónica

   

      Un aspecto fundamental para diagnosticar y valorar las tendencias en la educación mundial, regional o local, es la información noticiosa al respecto.  En ese sentido, la noticia es un género discursivo que se enmarca en el discurso informacional educativo.  Asimismo, comentar o hacer  otras noticias sobre noticias ya publicadas, puede considerarse, desde una perspectiva comparatista, como hacer contrainformación respecto de una información.  Contrainformación interesada en promover una reflexión crítica en el “receptor”. La contrainformación puede basarse en el enfoque deconstructivista de Derrida (1982), la figura del comentario de Foucault (1980) o el proceso de recontextualización de Bernstein (1990).  Con apoyo en esos aportes se fundamentarían los criterios de noticiabilidad.  Criterios que darían pautas para el formato de producción noticiosa contrainformacional (lo sintáctico, lo semántico y lo pragmático), así como para inducir un modelo interpretativo en el “lector” ya que, como señala Fabbri (2000), un texto lleva inscrito como quiere ser considerado.

     La hegemonía capitalista impuesta por medio de los digitalizados flujos informacionales para la interconexión mundial, entre estos los noticiosos,  condujo a que se llamara a este nuevo tipo de relacionamiento social mediático con el eufemismo ideológico neoliberal de “sociedad de la información” y por sus críticos anticapitalistas “globalización digitalizada neoliberal” o “globorrecolonización informacional transnacional”.

     A partir de los años 90 del siglo pasado se promovieron estrategias y eventos de carácter internacional para acelerar ese proceso mercantilizado de informatización e informacionalización global con el que se solapará la expansión transnacional capitalista neoliberal para la  producción de  “infoplusvalía”. Un tipo de relación social simbólica o semiótica que se soporta en el tipo de trabajo inmaterial por cognitivo, explotado al no ser remunerado, de millones de trabajadores y usuarios informáticos, el llamado cognitariado, a semejanza del proletariado concebido por Marx como general intellect (trabajo intelectual colectivo o general de la sociedad).

      Lo que condujo a que se crearan instancias o mediaciones transnacionales de organización y control con la finalidad de  regimentar un “nuevo orden mundial de información y comunicación” desde el  control de nodos de las redes informacionales y comunicacionales edificadas a través de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs).  Un nuevo régimen  informacional internacional que históricamente (Mattelart, 2002), redefinirá transformadoramente la naturaleza de la información (Abril, 2005), creando un nuevo modo de información (Poster, 1987), que incidirá mediante relaciones de poder en los procesos de subjetivación de los individuos (Castells, 2010), de forma tal  que inducirá configurarlos alienadamente como SUJETOS INFORMACIONALES, individuos sujetados, disciplinados  o dominados según el enfoque foucaultiano,  para pensar y actuar de acuerdo a los flujos de información instrumentalizados que circulan fetichistamente a través de la red de Internet, con base en la presunta necesidad de estar informados de ese modo.  Ante lo cual es clave estratégicamente para las luchas por la emancipación,  propiciar y afianzar la autonomía reprogramadora y contrainformacional en los individuos.

     Lo expresado en el primer párrafo puede ser desarrollado y ampliado con otros aportes intelectuales para contribuir al propósito señalado de favorecer el mejor diseño  para la elaboración  del formato de producción noticiosa contrainformacional e inducir un modelo de interpretación hermenéutico-crítico en el lector y así promover una experiencia educativa.

     Siendo que nosotros somos educadores, y que nuestro accionar está orientado primordialmente hacia y desde el campo educativo y a defender su naturaleza como espacio o ámbito público, en el que  los sucesos o eventos concernientes deben ser  difundidos y sometidos a deliberación o debate críticos dentro de la más amplia participación, nos parece pertinente que enfoquemos nuestras consideraciones  respecto a su contrainformación noticiosa a partir de  las derivaciones que se pueden transferir reconstructivamente desde el concepto pedagógico de experiencias de formación (cuyos antecedentes se encuentran más vinculados históricamente a la noción alemana y hegeliana de Bildung,  “formación educativo-cultural”, que a la Paideia griega, sin que por echar mano críticamente del acervo pedagógico universal, se nos pueda adherir al   eurocentrismo o a los neohegelianos), a la noción  que proponemos de EXPERIENCIAS DE IN-FORMACIÓN NOTICIOSA.

      Asumiendo por experiencia su acepción hermenéutica, la experiencia hermenéutica, en tanto apertura negativa dialécticamente hacia los textos noticiosos respecto de la información sobre sucesos, objetos, eventos, etcétera; experiencia  de naturaleza dialéctico-productiva en consecuencia, ya que transforma los saberes, conocimientos, representaciones y valoraciones previos acerca de aquellos, así como al mismo lector interpretante  porque se asume que comprender es comprender-se (autoconciencia).

     Para Benjamin (1980), la insurgencia informacional de la prensa burguesa contribuyó a la decadencia del arte de la narración, que favorecía la transmisibilidad de la experiencia, al empobrecer en los individuos la capacidad de internalizar concientizadoramente los acontecimientos o sucesos del mundo.  Esto lo atribuyó a la forma discursiva de la noticia en la prensa capitalista: extrema brevedad, secuencia ahistórica, superficialidad, desvinculación de las noticias entre sí, compaginación o fragmentación y otros. De esta forma se impermeabiliza la experiencia ante la información noticiosa.  Sin embargo, en la prensa, de manera paradójica, sobreviven formas narrativas como la crónica y los artículos de creación en tanto formas de autoría periodística.

     En estos géneros breves, gracias al “autor como productor o editor”, se convierten las informaciones en cortas narraciones, haciendo que las noticias pasen a ser parte de la experiencia del lector (transmisibilidad de la experiencia por vía de la narración). A esto último aludimos con la noción de experiencias de in-formación noticiosa. Por consiguiente, hay que procurar contrarrestar  las características señaladas de las noticias burguesas como las calificó Benjamin, a las que hoy día podemos agregar la sobreabundancia y saturación informacional mediática  multimodal,  lo que incide en su duración efímera porque lo noticioso de hoy es condenado al olvido o borrado por lo noticioso de mañana que conduce paradójicamente a la desinformación, con la finalidad de propiciar las experiencias de in-formación noticiosa en el lector que, por el contrario, inciden en la hilación, vinculación, continuidad  y perduración interpretativa de la información densa a semejanza del tipo de  asimilación que genera el aprendizaje significativo. Para que, parafraseando a  Gadamer (1977 ) o  a Ricoeur (1998 ), el lector inmerso en la incitación hermenéutica de la lectura de la noticia, al interpretarla se comprenda o emplace a sí mismo ante  los sucesos del mundo educativo.

     En ese sentido,  nos parece que resulta de mucho interés el aporte de Gadamer (ob. cit.) con sus categorías  horizonte de sentido y fusión de horizontes de sentido al considerar la relevancia de las preguntas o interrogantes que puedan ser inducidas explícita o implícitamente en el lector por medio de la noticia en relación con ellas.  En otros términos, se destaca la relevancia de la formulación de interrogantes que abran nuevos horizontes de sentido en el lector y propicien a la vez la fusión de horizontes de interpretación con los del autor o editor de noticias.  Esto último lo posibilitaría la dialógica entre  preguntas y  posibles respuestas iterativas, en la que las preguntas inscritas en el texto noticioso son reconstruidas por el lector dejando de estar en el horizonte originario del texto y en el horizonte previo del intérprete, resituándose en la fusión de horizontes realizada.

     Otra estrategia contrainformacional para reelaborar resignificadoramente  noticias, se puede derivar también de lo que genéricamente el semiólogo Fontanille (1988) califica como transcodificación.  Una ejercitación de recontextualización para descodificar/recodificar los textos que se lleva a cabo “alterándolos”. Por alteración del texto, comprende el cambio de opciones que se verifica sobre sus estructuras inmanentes o subyacentes de significación (figurativas, narrativas-temáticas, actanciales o sintácticas y semánticas), revisadas y puestas de manifiesto al reactivar su esquema o recorrido generativo de significación, para realizar un proyecto enunciativo de reescritura no conforme con el texto originario  o no estereotipado de la noticia inicial.  Con base en las posibilidades virtuales de los editores (competencias modales de “saber-hacer” y “saber-ser” principalmente), que ayudan a que se reconstituyan o expresen como sujetos discursivos.

     La nueva noticia contrahegemónica siempre será un discurso realizado entre otros discursos noticiosos realizados también o virtuales. Un producto más o menos previsible por ser resultado de la selección virtualizada de todas las demás posibilidades, a través de las cuales se constituye o recrea el sujeto del discurso.

     La ejercitación de alteración textual practicada en el ámbito educativo la califica Fontanille (ob. cit.) pedagogía de la insolencia por cuanto “libera de los discursos de autoridad y de los discursos autorizados”(ob. cit. p. 128).  Para ejemplificar los niveles generativos  de significación por el proceso o recorrido hermenéutico de un texto con base en este tipo de ejercitación pedagógica, en el que cada nivel es rearticulado complejamente en el siguiente, y que pueden ser alterados por sustitución para iniciar a los estudiantes en su decodificación/recodificación escriturada, podemos considerar hipotéticamente su discurso imaginario sobre la vida.  Así, partiendo del par categorial “día/noche” o “luz/oscuridad”, tendríamos su nivel, estructura o determinación figurativa (perceptual, temporal o actoral), luego hallaríamos sucesivamente “preservación/pérdida/reparación” (su estructura narrativa-temática), “conjunción/disjunción” (su estructura actancial o sintáctica) y finalmente, “vida/muerte” o “existencia/inexistencia” (su estructura semántica elemental).

     Con respecto a las contribuciones que se pueden desprender para la elaboración de la contrainformación noticiosa de las elaboraciones deconstructivistas derridianas, del comentario foucaultiano y de la recontextualización bernsteiniana, señaladas en el primer párrafo del presente texto, podemos indicar sucintamente lo que sigue.

     Para el deconstruccionismo derridiano todos los textos están abiertos a interpretaciones alternativas. De aquí se infiere que la deconstrucción puede ser considerada como método o estrategia de lectura reinterpretativa de la noticia en este caso, centrado primordialmente en la crítica del logocentrismo dominante por medio de la imposición arbitraria y manipuladora de la relación entre significantes y significados.  De aquí que la deconstrucción de las noticias sea un acto político de cognición que subvierte la estabilidad o normalidad de los significados y sus significantes que actúan oprimiendo las lecturas alternativas  basadas en la diferencia.

     La figura del comentario foucaultiano conjuraría el azar interpretativo del discurso noticioso al tenerlo en cuenta para reproducirlo pero diciendo otra cosa  respecto al texto noticioso primario.  Un ejemplo de comentario son los textos de las disciplinas científicas que son pedagogizados o convertidos por medio de transformaciones en textos o manuales pedagógicos.  Esta figura foucaultiana se asemeja a la de recontextualización bernsteiniana, que se puede concebir como un principio de reubicación, de selección, reordenamiento y reenfoque mediante el cual un discurso o noticia original se ve transformado por su relacionamiento con otro discurso que lo implica o subsume resignificándolo.

     Con lo expresado hasta aquí, queremos concluir resaltando que hemos tratado de aproximarnos desde diversos puntos de vista a evidenciar las posibilidades críticas alternativas, unas entre muchas más, de hacer prevalecer la enunciación frente a lo hegemónicamente enunciado, lo “por decir” sobre  “lo dicho” y, el acto crítico  de producción noticioso sobre el texto realizado.  Desde este perspectivismo, los enunciados reproductores  de un texto serían objeto de experiencia, de experiencia de in-formación noticiosa, para producir nuevos enunciados resignificadores al respecto.  La enunciación contrainformativa sería la transformación de esos enunciados en contenidos de un nuevo texto que producen los  sujetos discursivos de la contrahegemonía anticapitalista.

Referencias

Abril, G.  (2005).  Teoría general de la información. Datos, relatos y ritos. Madrid: Cátedra.

Benjamin, W. (1980).  Poesía y capitalismo.  Iluminaciones II.  Madrid: Taurus.

Bernstein, B.  (1990). Poder, educación y conciencia. Sociología de la transmisión cultural. Barcelona: El Roure.

Castells, M.   (2010).  Comunicación y poder. Madrid: Alianza Editorial.

Derrida, J.  (1982).  Dónde comienza y cómo acaba un cuerpo docente.  En: Grisoni, D. (comp). Políticas de la filosofía. México: F.C.E.

Fabbri, P.  (2000).  El giro semiótico.  Barcelona: Gedisa.

Fontanille, J. (1988). Semiótica y enseñanza: heurística, creatividad, dominio.  En Rodríguez, J. Educación y comunicación.  Barcelona: Paidós.

Foucault, M.  (1980).  El orden del discurso. Madrid: Tusquets.

Gadamer, H-G.  (1977). Verdad y método.  Fundamentos de una hermenéutica filosófica. V. I.Salamanca: Sigueme.

Mattelart, M.  (2000).   Historia de la sociedad de la información. Barcelona: Paidós.

Poster, M.  (1987).  Foucault, marxismo e historia. Modo de producción versus Modo de Información.  Buenos Aires: Paidós.

Ricoeur, P.  (1988).  Retórica, poética, hermenéutica.  En Valdés, J. y otros Con Paul Ricoeur: Indagaciones hermenéuticas.  Caracas: Monte Ávila.

diazjorge47@gmail.com



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Iliana Lo Priore y Jorge Díaz Piña

Doctor en Ciencias de la Educación (ULAC), Magister en Enseñanza de la Geografía (UPEL), Licenciado en Ciencias Sociales (UPEL). Profesor universitario de la UNESR

 diazjorge47@gmail.com

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