Política en tiempos de revolución

Modestas sugerencias para el Ministro Luis José Marcano y el Estado Mayor de Comunicación

Hay dos líneas informativas que deberán acompañarse como hermanas gemelas aunque en direcciones opuestas. Una es la línea informativa del estado bolivariano que de a conocer al pueblo venezolano el accionar de su gobierno, los resultados de ese accionar y su impacto en beneficio de la mayoría de la población, que a su vez implica dar a conocer lo que el pueblo acciona a favor de él mismo junto al estado.

La otra es una línea informativa que deberá convertirse en decodificador de toda la propaganda sucia de la oposición apátrida nacional e internacional, que vaya más allá de Mario Silva, Zurda Konducta y Larissa Costas. La pedagogía debe acompañar a ambas y ambas deben dirigirse a las catacumbas a escuchar al pueblo, para que la política comunicacional sea un factor de educación sociopolítica en la cual el pueblo deba tener voz propia. En estos dos sentidos vienen las sugerencias:

1.- Crear un equipo de sociólogos, semiólogos, comunicadores sociales, periodistas de los medios comunitarios, líderes comunales, psicólogos, antropólogos, publicistas, historiadores, escritores que estudien la campaña electoral de la oposición que nos hizo creer que no tenían campaña pero que lograron ganar por más de 7 millones de votos para sacar de allí lecciones para una contrapropaganda.

2.- Que ese mismo equipo se mantenga decodificando la campaña que sigue haciendo la oposición hechos los pendejos, sin afiches, volantes, publicidad para seguirle haciendo creer al pueblo que su agenda legislativa va en beneficio de ellos y cómo lo ha logrado. Un hombre de pueblo me comentó esperanzado en un metrobús la oferta de los cestatickets para las pensiones y otra joven me espetó en la cara que nuestros argumentos son matrices de opinión falsas que hemos creado para desprestigiarlos.

3.- Que ese mismo equipo diseñe estrategias que revierta la convicción que hay en la mayoría de la población venezolana de que no hay guerra económica y que si la hay, es responsabilidad del gobierno. Identificar entonces a los verdaderos responsables de su existencia con pruebas contundentes, no sólo nombrándolos o descalificándolos y en caso de que hayan sido presos o sancionados, informarlo. Esto implica develar la estructura de la guerra económica.

4.- Que dentro de los objetivos a corto, mediano y largo plazo de esta política comunicacional esté identificar y responsabilizar a los parlamentarios de la oposición con la escasez, la especulación y el acaparamiento ya que ellos jamás la han denunciado ni condenado, además de las relaciones concretas que puedan tener con los empresarios o comerciantes ejecutores. Con pruebas, mostrarlas en reiteradas oportunidades con diferentes ejemplos cada vez para no hacerse fastidiosos. Hacer un perfil de cada uno de los parlamentarios de la oposición para no “inmunizar” a la población ante Ramos Allup y Borges de tanto usar sus imágenes.

5.- Estudiar la pertinencia de seguir calificando a la oposición de fascista, criminal o asesina, sin que el estado tome medidas legales en consecuencia.

6.- Demostrar que la guerra económica es propia del capitalismo y que es el socialismo, no sólo la productividad, lo que nos va a sacar de allí. Es una oportunidad de oro para educar al pueblo en las ideas del socialismo, de unas nuevas relaciones de producción.

7.- Demostrar que el modelo rentista, ya agotado, también es propio del capitalismo pues es la manera de lograr la acumulación de capital más rápida y con más bajo costo. Y explicar cómo el acaparamiento, la especulación, el bachaquerismo, los raspa cupos, la corrupción institucional y el asalto de la oposición a la A.N. son la consecuencia de ese modelo rentista que todavía existe en la mente y en la práctica de muchos venezolanos.

8.- Entender que la propaganda política no sólo es electoral ni responsabilidad de los partidos. Que es legítima en el periodismo y se hace todos los días a través de los medios de las trasnacionales de la comunicación. Que no consiste ni en consignas, ni en clichés, ni en el adoctrinamiento con el cual la derecha siempre quiso encasillar a los revolucionarios.

10.- Que la política comunicacional del estado utilice también todas las herramientas de la agitación que hoy en día usa la publicidad como el pan de cada día. Es decir, además de la radio, televisión, prensa y web, los volantes, trípticos, afiches, pendones, material POP, mariposas, etc, etc. y que sean las colas de los automercados, farmacias, los receptores de este material informativo.

11.- En algunos momentos seremos nosotros los que marquemos la agenda comunicacional y en otros serán ellos. Lo importante es que seamos nosotros los que definamos la contundencia del mensaje en su contenido, coherencia, novedad, profundidad, impacto, actualidad y que sean todos los atributos que definen una verdadera noticia los que acompañen nuestra política comunicacional.


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Carmen Cecilia Lara

Profesora de comunicación social de la UBV

 sathya954@yahoo.com

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