Cómo nos manipulan! (I)

Los medios de comunicación e información, antiguamente denominados Cuarto Poder, (haciendo referencia a la prensa escrita), se han convertido con el advenimiento de la radio, la TV, Internet, telefonía celular, en el Primer Poder a nivel mundial, pues han probado ser altamente eficientes para moldear la opinión general y todos sabemos que quien tenga el control de la Opinión Pública, dominará el mundo.

En palabras de Enrique Parparcén Girál, en su artículo La Opinión Pública. Su Poder, (Aporrea 21/07/07):

"La opinión pública posee el poder total ante cualquier gobierno del mundo y ante la historia. Es la que pone y quita gobiernos. Su voz es escuchada, esperada y obedecida por todos los gobiernos en el mundo. Los tiranos le temen, los demócratas la respetan y la siguen. Contiene una sabiduría intrínseca en ella, muy profunda. La guía la intuición, el inconsciente colectivo y presiente la traición o la lealtad en el devenir del rumbo de las naciones."

Es evidente que la Revolución Bolivariana no ha tenido una política comunicacional adecuada a lo largo de su historia, a pesar de contar con un Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (SIBCI), el cual debería ser utilizado siempre con un alto grado de eficiencia, pues de lo contrario estaremos expuestos a un fracaso inminente.

Recientemente el Presidente Nicolás Maduro ha dicho:" Tienen que cambiar la mentalidad, la práctica..... hay que fortalecer la economía local para que se cree una nueva economía que no dependa de pelucones....."

* Acaso no sabe el Presidente que cuenta con un poderoso sistema de comunicación e información dedicado casi exclusivamente a cubrir todas las actividades del gobierno nacional, del PSUV y de su entorno?

* Acaso no es el Presidente quien organiza, diseña, planifica, inventa, ordena, etc., todo tipo de operativos, planes, movimientos, campañas?

* Acaso los medios de comunicación e información que integran el SIBCI, no se han dado cuenta de que la razón fundamental de su existencia es precisamente crear y orientar la conciencia en la población venezolana, en aras de defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años?

* Acaso no existe en Venezuela personal suficientemente capacitado para diseñar, dirigir y desarrollar las campañas comunicacionales que requiere la Revolución Bolivariana?

* A caso existen intereses particulares que impiden que los medios públicos de comunicación e información cumplan con su deber patrio de crear una sana conciencia nacional?

Fácilmente nos damos cuenta que los medios privados de comunicación e información sí cumplen eficientemente el papel que les corresponde; que no es otro sino afianzar el sistema capitalista, el individualismo, el consumismo y todo comportamiento que conduzca a defender los intereses de sus propietarios, que forman parte de los grandes monopolios del planeta y constituyen la oligarquía mundial o sea la poderosa Clase Explotadora.

Ya se están comenzando a escuchar expresiones como:

"No votaré por nadie!".

"¡Que se vayan todos!".

Sin embargo, tanto la dirigencia de "la oposición", como la de " el gobierno", pareciera que no las han escuchado, ni se han dado cuenta, o no quieren darse cuenta de que el pueblo se les está alejando cada vez mas; que el pueblo ya no les cree.

El pueblo venezolano está soportando un grave problema, pues está siendo víctima de la clase dirigente tanto del gobierno como de la oposición, o sea de una élite privilegiada, que mediante un pacto no firmado, están usando los medios de comunicación e información, tanto los privados como los del estado para mantenernos desinformados, distraídos y ausentes de los reales problemas del pueblo y de sus soluciones. Difunden banalidades, noticias sin ninguna importancia, temas amarillistas, de farándula, espectáculos, crímenes, estado del tránsito en Caracas, noticias del exterior y del interior sin ninguna importancia para la mayoría de la población, repeticiones, presentación de credenciales diplomáticas y en cambio dejan de reseñar lo que realmente es de interés general. Mientras tanto el pueblo impaciente espera ser informado con veracidad, y a tiempo. No obstante, la información económica, los índices de inflación, la improductividad de las empresas del estado, no se mencionan. Tampoco se habla del desfalco a la nación de los miles de millones de dólares, por parte de los grandes empresarios, empresas transnacionales y altos funcionarios públicos. La corrupción generalizada en todas las instituciones, el nepotismo, la solicitud de una auditoría pública ciudadana, tampoco se mencionan. La desorganización general es ocultada o distorsionada. No se anuncian estímulos a la pequeña y mediana industria, a la producción comunal. Se ocultan casos de acaparamiento y especulación con potes de humo como, la recolección de millones de firmas, las elecciones parlamentarias, los campeonatos mundiales, la Copa América, los reinados de belleza, los juegos de azar. El objetivo principal de esta élite es impedir que el pueblo venezolano se entere, discuta y decida las acciones y procedimientos para realizar los cambios fundamentales que puedan conducirlo a un buen vivir, a lograr la mayor suma de felicidad posible. No desaprovechan un momento, un tema, un motivo para mantenernos alejados de todo tipo de análisis o discusión de los verdaderos problemas que debemos resolver o de las alternativas que debemos considerar para encontrar la solución al gran dilema que se nos presenta en la actualidad y que no es otro que el de decidir entre el capitalismo depredador imperante y hegemónico, o un socialismo constructor y respetuoso de la naturaleza. Las modas, los chismes, los rumores y el horóscopo también son utilizados para mantenernos distraídos y desinformados.

Nos ocultan en cambio la información sobre las reservas internacionales, la deuda externa, la fuga de capitales, los índices de inflación (o estanflación), etc.. Esos números son muy importantes porque nos permiten analizar cómo está la economía y qué medidas hay que tomar para recuperar la buena marcha del país. Para nada se mencionan las degradantes colas que a diario tenemos que hacer, la escasez generalizada.

La situación es grave, porque poco a poco nos están conduciendo a la indigencia y la miseria. No se nos presentan propuestas para fortalecer la pequeña y mediana industria, la economía comunal, la agricultura, la transformación de nuestras materias primas en las diferentes poblaciones del país, donde bien pudieran establecerse muchísimas industrias y así desconcentrar las grandes ciudades para producir un desarrollo armónico y sustentable.

Lo importante para esa dirigencia es lograr que no nos preocupemos pensando en resolver nada. Ya ellos se encargarán de hacerlo por nosotros. Lo que esperan las élites de nosotros es que hagamos caso a sus lineamientos y desviemos nuestra atención de los grandes problemas. El pueblo no es noticia; no aparece en los medios privados, ni en los del estado, sino cuando les conviene. Cuando hablan de productores, se refieren a los dueños de las empresas o de las fincas, nunca a los trabajadores, que son los que realmente producen.

Se habla mucho de la Copa América, la Vinotinto, el basketball, el baseball, que si Felipillo, que si Andrés Pastrana, que la guerra económica; que en dos o tres meses van a acabar con la inseguridad y con el desabastecimiento, que se aplicará la mano dura caiga quien caiga, que si los pelucones, que si los corruptos, que si los acaparadores, que no los vamos a tolerar más, que irán presos; que somos el país más feliz del mundo. Que estamos muy bien, dicen unos, que hemos mejorado mucho. Que estamos muy mal dicen los otros, que el modelo socialista fracasó.

Que la causa de todos los males son los bachaqueros, los pimpineros, los raspacupos, los buhoneros, en fin, el pueblo, el que no tiene nada; el que trata de sobrellevar la situación, de sobrevivir, puesto que si trabaja honestamente, el miserable sueldo que recibe no le permite tener acceso a la canasta alimentaria básica. No hay estímulo a la producción nacional, al trabajo, al esfuerzo, a la constancia, a la honestidad, a la ética, a la moral, en cambio se enaltecen las importaciones, el comercio, el facilismo, la lotería, la viveza criolla, la ganancia fácil, el soborno.

Los integrantes de esas élites se insultan, se agreden verbalmente. Pareciera que fueran enemigos, pero en realidad se reparten el botín del estado. Unos a otros se dicen apátridas, pelucones, escuálidos, pitiyankies, traidores, vendepatrias, mientras del otro lado dicen boliburguses, chavurros, monos, maburros, enchufados, corruptos etc.. Esto no pasa de ser pura retórica, todo para hacer creer al pueblo humilde que en verdad se están denunciando.

Mientras tanto los precios suben y suben continuamente, la inflación se dispara, la escasez se generaliza, la inseguridad campea por todas partes, la corrupción se extiende en todo el estado, la impunidad no tiene límites. El pueblo pobre, tanto los simpatizantes del gobierno como los de la oposición, sufre las consecuencias de la mala dirigencia de esa clase dirigente. Desesperanzado, pues no comprende cómo ha llegado a encontrarse en tan deplorable situación, en un país lleno de riquezas y donde todo está por hacerse, pero que desgraciadamente no existe un plan, o un proyecto de gobierno o uno de la oposición. No existen planes anuales, ni quinquenales, ni decenales, mucho menos a más largo plazo. "Como vaya viniendo vamos viendo", parece ser la forma de pensar de nuestros dirigentes de uno y otro bando. Nadie en el alto gobierno da una información sobre cómo se va a reactivar el aparato productivo nacional, cuáles van a ser las políticas con respecto a la pequeña y mediana industria, qué planes existen para reactivar la agricultura, para transformar la materia prima de nuestro petróleo, gas, hierro, aluminio, madera, etc. Para acabar con la enorme escasez que estamos padeciendo, para surtir los anaqueles, y desaparecer las aberrantes colas que se forman por doquier en todas las ciudades del país.

Esta realidad lo único que ha conseguido es hacer que la mayoría de los venezolanos se conviertan en simples bachaqueros inescrupulosos, con groseras ganancias, con las que intentan devorarse unos a otros, minando ese sentimiento solidario, tan propio del venezolano y que tanto estimuló nuestro Comandante Eterno, pues el comercio ilegal se ha convertido en la actividad más rentable que existe en Venezuela, debido a la falta de oportunidades y estímulo al trabajo productivo, que debiera ser una de las principales preocupaciones de la clase dirigente.

En esta continua manipulación, generalmente unos callan lo que los otros mencionan y viceversa. Sin embargo existen hechos que a ninguna de las dos partes les interesa mencionar y otros que ninguno quiere callar.



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Gilberto Hernández O.

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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