Cuando comencé a escribir este artículo, tenía más de un tema en la mente, desde las elecciones suspendidas de Aloer, en la que según el colega y amigo Benjamín Parada, existía la posibilidad que los agremiados se dieran unas manos por ser su sucesor, hasta la contundente participación del soberano en la consulta del pasado 28 de junio, para escoger a los candidatos y candidatas de la revolución en las venideras elecciones parlamentarias. Incluso quería escribir sobre la forma como Donald Trump se dirigió a los mexicanos, colombianos y chinos, diciéndoles violadores y delincuentes, o de cómo la Mesa de Ultra Derecha, MUD, se desploma ante la incertidumbre de no saber qué hacer con la Ley de Paridad de Géneros, ya que ellos consideran que las prostitutas, homosexuales, indios y negros no tienen derecho a nada. Hasta quería escribir sobre el peo del Esequibo. El punto es que mi amigo, colega, hermano y camarada: Édgar Morales decidió poner en tela de juicio el "trabajo de investigación" hecho por el colega Rafael Roldán, conocido, comunicador social como Pepé Roldán, sobre: "El embarazo adolescente: mitos y realidades", en la que se ve envuelto mi bien amado Colegio Nacional de Periodistas, CNP, luego que la junta evaluadora decidiera darle el premio de periodismo regional 2015, Ramón Salcedo Arteaga a Pepe Roldán. Édgar tendrá sus razones para haber hecho la acusación, acusación muy seria y que deja un profundo sentido de reflexión y análisis tanto para los que aspiran a ganar premios, como a los colegas que les tocará ser jurado calificador. Pepe hará uso del derecho a la defensa, más allás si en verdad plagió o recortó y pegó, no sé, pero lo que si sé, es que todos "los periodistas debemos ser auténticos", tal como lo comentó mi amigo, colega, hermano y camarada: Giovanny Pérez -entrecomillo la cosa no vaya ser que... bueno. Mi CNP está inmerso en una espiral negativa que me llena de tristeza, aun cuando reconozco en la secretaria general, Mariángel Martínez, grandes dotes de inteligencia, paciencia y tolerancia; mi gremio ha caído en una suerte de limbo y adormecimiento, como en las que Medusa lanzaba a todos los hombres que la miraran a los ojos, se acuerdan de la Odiesea de Homero. Ese letargo no es otro que la mácula del proselitismo político partidista, la separación y las diferencias entre nosotros no nos permiten hacer de nuestra casa un verdadero hogar. El colega Miguel Enrique Villavicencio, todos sabemos que él es abiertamente opositor, me dijo hace días atrás: "No comparto lo que escribes, ni tu posición política, pero las respeto", esas palabras me hicieron pensar que ninguno de nosotros debemos ser ajenos con los otros periodistas y digo ajeno, porque reconozco en mi, la distancia y separación que le he colocado tanto al gremio, como algunos colegas. No me estoy justificando, pero situaciones como la presentada por el "presunto plagio de Pepe" o la no cancelación de las cotizaciones a tiempo, o no participar en las asambleas, incluso ver a mis colegas con ojos de indiferencia, me hacen pensar que todo eso debe acabar y que otro colegio es posible. ¡Ah! No estoy aspirando a ser el próximo secretario general del CNP, es solo que echándonos y echando puyas, el gremio nunca será ejemplo para nuestra sociedad.
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Representante de Periodista por la Verdad, miembro del Frente de Comunicadores Socialistas y de la Plataforma de Periodistas Socialistas en el estado Portuguesa. Araure, 08-07-2015
