Nicmar y Maduro: Preguntas y Equivocaciones

Una entrevista que dió Nicmer Evans a El Nacional alborotó el asunto.

Nicmer Evans es un joven con el perfil adecuado para una entrevista en ese diario: Su porte, sus creedenciales académicas y sus textos críticos pueden añadir credibilidad y lectores. ¿Le interesa a El Nacional la verdad? No lo creo. Ofrecer una entrevista a un diario que ha sido adverso en las ideas y en los hechos al entrevistado, es una decisión personal. Si estamos hablando de alguien como Nicmer Evans, un joven político con armas académicas, entonces tal vez ha sido una decisión estudiada, consultada y con objetivos precisos.

¿Quiénes son los lectores de El Nacional? ¿Cuáles son sus objetivos? Es decir, ¿Qué les dice a sus lectores, incluso cuando no les dice nada? ¿Cuáles son los beneficios o las consecuencias de ofrecer ahí una entrevista - en este preciso momento- para criticar la política del Presidente Maduro?

Decir que Chávez se equivocó al nombrar a Maduro podría parecer el quid del asunto y tal vez tenga algún significado estratégico o comunicacional que desconozco, pero lo que a mi me llega es – por decir lo menos- confuso. ¿Dońde está el centro – el corazón, digamos- de la política de Chávez en la entrevista? ¿Dónde la defensa de sus dos temas fundamentales: La soberanía y la deuda social?

Chávez se equivocó- no una, sino mil veces- pero fue uno de los mejores líderes que hemos tenido en muchísimos años, no solo por su inteligencia, calidad humana, don de estratega y esforzado estudiante de la historia y la realidad venezolana; sino por la simple y sencilla razón de la oportunidad histórica.

El Presidente Nicolás Maduro se ha equivocado también muchas veces, como se han equivocado Ministros, Directores y asesores. Como se han equivocado todos los líderes que en el mundo han sido, especialmente en épocas de guerra, en épocas de grandes cambios. Entonces ¿Qué hacer? ¿De qué manera quiere Evans que sean las cosas? ¿Cambiamos de Caballo en plena guerra? ¿Será que los lectores de El Nacional van a radicalizar, enemendar o mejorar el proceso revolucionario en estos momentos?

No siento que el Presidente nos haya traicionado ni haya traicionado las ideas de Chávez. Más bien creo que todos tenemos mucho que seguir aprendiendo en muchos terrenos. Organizar, profundizar, innovar, crear, limpiar, sanar desde la teoría y la práctica revolucionaria entre las masas. En el campo, entre las comunidades, maestros, enfermeras, campesinos y líderes comunales.

La capacidad crítica de Nicmer Evans, su don de ver aciertos y errores, de mirar en amplios contextos, sería útil en la práctica revolucionaria entre las masas, donde la humildad es parte del aprendizaje mutuo. Pero si va al sitio equivocado, en el momento equivocado, a plantear algunas verdades y otras que ni siquiera lo son, se estaría desgastando. La experiencia nos dice que en medio de una batalla no es aconsejable cambiar de caballo y la historia contemporánea nos cuenta como después de una batalla perdida, experimentados profesores políticos corrieron a decir que se habían equivocado, que Rómulo Betancourt era el padre de la democracia y que lo que habíamos llamado imperialismo, es decir el afán de Estados Unidos de usar su gran poderío militar y económico – el más grande del mundo- para dominar a otros países, era un invento de viejos comunistas caducos y por supuesto, loosers.

megllovera@gmail.com


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