Sin ánimo de aparecer como abogado del diablo por el hecho de que en este articulo, como periodista con más de cincuenta años en el ejercicio de esta honorable profesión, expreso mi resistencia a creer que la colega Vanessa Davies salto la talanquera.
Tan indigna actitud por parte de la insigne comunicadora social como reacción a una supuesta censura que el gobierno nacional osaría imponerle a su derecho de escudriñar sobre la verdad, resulta una versión muy difíciles de creer, ocurran en un gobierno revolucionario.
Siempre he considerado que las interrogantes hechas por un periodista a su entrevistado de turno en función de obtener respuestas tendentes a satisfacer las expectativas de la audiencia, forman parte de su deber ser y, en consecuencia, nunca pueden considerarse como afrentas y si como un derecho que tienen los ciudadanos a conocer la verdad de todo lo concerniente a su entorno y atañe a su bienestar social.
Sin embargo, informaciones que circulan en las llamadas redes sociales, dan cuenta, por ejemplo, que la periodista Vanessa Davies, moderadora del programa Contragolpe, habría sido despedida de Venezolana de Televisión por las preguntas incomodas que le hiciera en su última entrevista al ministro Rafael Ramírez, aun cuando, al menos, admiten que esto no ha sido confirmado oficialmente.
Se trata entonces de especulaciones tendentes a enlodar la imagen del gobierno como de la colega, al señalar también que Vanessa habría pedido le permitieran renunciar y no aparecer como botada a lo que se le habría respondido que no porque eso eran ordenes de arriba y por lo tanto debería salir por la puerta de atrás.
No entiendo cómo tanto el gobierno nacional, como el canal oficial y la propia Vanessa, no hayan dado una explicación sobre el particular, permitiendo la proliferación de tan graves especulaciones, mientras ella continua al frente de El Correo del Orinoco, un diario estimulado por el presidente Chávez como réplica del que otrora sirvió a la causa de la independencia y que, como coordinadora del mismo, conto con el beneplácito del gigante eterno.
A propósito pedí al escritor y periodista de tantos años o más que el suscrito en el ejercicio de esta disciplina comunicacional J. R. Izquierdo, me diera su opinión al respecto y luego de consultar, igualmente en Internet, todo cuanto se ha dicho sobre el particular, esta fue su respuesta: “Camarada: hasta tanto no tenga una versión oficial de su salida de Venezolana de Televisión o una información producida por ella misma, no me engancho a lo que estoy considerando como parte de toda una mentira armada para desprestigiar al gobierno por cualquier flanco”.
Comparto plenamente la visión de mi colega y amigo Izquierdo, entre otras razones, porque tanto él como yo, hemos coincidido en ver en Vanessa a una periodista incapaz de una deslealtad de tal calaña, entre otras razones, porque siempre se nos ha antojado como una colega de principios éticos y morales a toda prueba, además de ser una excelente profesional. No obstante estamos interesados en saber la verdad oficial sobre la colega Vanessa Davies o como dice mi amigo, que ella misma responda a nuestras inquietudes
Yo pertenezco al PSUV, no sé si ella también está inscrita en el partido pero, en todo caso, esta reflexión sobre las especulaciones que se han hecho sobre Vanessa, la hago como periodista al servicio de la revolución.
aramaipuro2@hotmail.com
(Periodista jubilado)
