Auditórium

Mi replica al articulo: ¡Sr. Edgar Perdomo, yo no creía en Aristóbulo!

"Los sabios cambian de opinión, los idiotas nunca. Es de sabio cambiar de opinión, más no de valores."

Proverbio chino

Uno de los atributos más valiosos que se le atribuyen a una persona es la lealtad. Y lealtad significa firmeza en los afectos y en las ideas, que consiste en no engañar ni traicionar a los demás. La lealtad es la práctica de cada día, y en cada persona,  y se pone a prueba cuando se enfrenta a los conflictos de intereses que se ocasionan entre los distintos miembros  a los que se pertenece. El conflicto de opiniones se produce por la contraposición de posiciones que frente a un asunto concreto adoptan las personas o instituciones con las que le unen vínculos de solidaridad, proximidad, compañerismo etc.  Cuando en mi articulo www.aporrea.org/actualidad/a191672.html mencione al profesor Aristóbulo Isturiz, no fue para descalificar su declaración, sino que utilizando argumentos validos fije mi  criterio del porque no estaba de acuerdo con él sobre el actual control de cambios.

Esto lo traigo a colación por el derecho a replica que me asiste, y consagrado en el articulo 58 de la CRBV, en contra del articulo de opinión tendencioso y adhominem del señor  Gonzalo Ochoa Díaz  publicado en www.aporrea.org el viernes 18/07/2014, y titulado: “Sr Edgar Perdomo yo no creía en Aristóbulo Isturiz “. A continuación señalo el siguiente párrafo de su articulo donde me descalifica: “ Nadie que se precie de revolucionario puede estar planteando salidas neo liberales, así que no se engaña a nadie, la crítica es a lo interno y más aun cuando sus sugerencias coinciden con las de la oposición mas retrograda y radical, Ud. Perdomo es un opositor que se quiere hacer pasar por revolucionario ¡a quien engaña!, acaba de cometer un grave error al poner en tela de juicio la capacidad política del Prof. Aristóbulo Isturiz, un hombre pre claro y de reconocida trayectoria, Ud. mismo se puso al descubierto con su artículo.  Fin del párrafo de marras, el subrayado en negritas es mío.                 

Si empezamos por lo más sencillo, todos los que me leen en Aporrea y en los diarios donde escribo, y los camaradas dentro del PSUV-Anzoátegui conocen mi posición dentro del proceso revolucionario iniciado por Hugo Chávez,  hoy bajo la dirección de Nicolás Maduro Moros.  Nunca he buscado probar una lealtad perruna frente al gobierno bolivariano para conseguir prebendas, y que sea comparada, como se compara  la lealtad de los perros hacia a sus amos. 

Lo que si es aberrante es la sumisión manifiesta  del articulista de marras hacia Aristóbulo en: “quien no cree, y ahora es un estadista” en cristiano eso se llama “Hipocresía” y es mas lo despreciable de arrastrase ante el poder públicamente,  por unas presuntas migajas, donde ahora si cree y sale en defensa del profesor incomento.

Por la expresión constante y la continuidad de mis  afectos con el gobierno bolivariano con irreverencias o sin ellas, a lo que no me acojo es a un régimen de sumisión establecido, como lo es el de arrástrame y jalar bolas.  La lealtad sumisa atenta contra la salud mental,  y la estabilidad emocional de un ser pensante. La estructura política del sumiso es simple, y se fundamenta en solo decirle si, a todo lo que diga el líder para no perder los privilegios. Este tipo de lealtad perruna se conoce como de sumisión o de dominación.

Muchas veces el miedo instalado a decir las cosas, por temor a las represalias,  lo que generan en el individuo es una posición pasiva, y eso no es revolucionario. Otras veces son los principios éticos de la dignidad, frente al que ejerce el poder, los que nos mueve a no aceptar ciertos tipos de lealtades incondicionales, hoy frente al presidente Nicolás Maduro Moros.

La izquierda dogmatica, retrograda y borbónica dentro de la revolución bolivariana me califica de traidor, escuálido, quinta columna y otras estupideces, cuando nunca he tenido un cargo en el partido ni en el gobierno,  y otros que conocen de mis actos (por sus actos lo conoceréis) me califican de valiente por mi comportamiento ético. Todo depende de la prioridad de adular donde es evidente la  incompatibilidad en las mismas filas donde se milita.

El concepto de revolución ha sido satanizada, por los que utilizan la agresividad, la violencia, el discurso descalificador; contradiciendo el término etimológico de que ser revolucionario, es para tratar de cambiar en una forma viable el modelo existente, y las formas de ejercer el poder para mejorar y evolucionar, no para involucionar. 

Cuando dije en mi articulo que la próxima Asamblea Nacional a elegirse en el 2015, tiene que llamar al dialogo nacional si el presidente Nicolás Maduro no lo ha hecho antes.  Ya que ese es el escenario político por excelencia para debatir los puntos que sean convenientes para el pueblo venezolano, independientemente del pensamiento ideológico de sus miembros que participen en ese debate para resolver el grave conflicto político, social y económico que vive Venezuela. Eso no tiene nada de neo liberal, y menos de contrarrevolucionario como lo expresa el inope articulista de marras, al acusarme de opositor, y que quiero ser revolucionario, ahí es donde dice el poeta: que la “estupidez es eterna, ya que no tiene cura”.                                                                                                           

La lealtad básicamente consiste en jamás darle la espalda a una persona, o a la institución donde militas, y tener respeto por ti mismo. Este es uno de los valores desconocidos por nuestra clase política en la actualidad.  La lealtad es voluntaria, no puede ser obligada o impuesta a nadie. No es algo con lo que uno nace, cuando le hice la crítica a Aristóbulo, es por que hice consultas y análisis  sobre el control de cambios,  siendo una reflexión personal sobre algo que se  desea resolver, mas no imponerlo desde el gobierno en una forma errada. La lealtad hacia la revolución bolivariana del que me acusa de opositor y traidor, la utiliza en la defensa de Aristóbulo, en una forma contraria a lo mejor para su beneficio personal. Tal vez es ese el problema a la hora de apoyar causas totalitarias y destructivas, al confrontarlas los lectores con las causas benéficas y constructivas a favor de la población venezolana,  y no en contra de su dignidad, calidad de vida, y salud humana, sacaran sus conclusiones de esta diatriba.

Y para finalizar les digo al pueblo venezolano, y al del exterior que me leen unos a favor y otros en contra por supuesto, ya que en la viña del señor hay de todo: Para ser leal se requiere un compromiso a favor de construir relaciones mejores, una sociedad humanista, un mundo mejor para los venezolanos,  con una excelente calidad de vida. ¿Pero mejor para quién? ¿Para el burocratismo estalinista en el pode?, y  para los que los rodean. Como siempre digo en los mas de 500 artículos en www.aporrea.org , esta revolución la han confundido,  y se actúa frente al pueblo proletario de acuerdo al beneficio electoral que se le pueda sacar, en contra del desarrollo,  y el futuro de las nuevas generaciones,  es que este señor no conoce que esto es así, o que crees que no es tu responsabilidad.                                                                                                                                                       

Por ejemplo, la inflación, la escasez, las colas, la inseguridad etc. lo más probable es que sigas diciendo que todo esto es por culpa de la oposición y del empresariado con la fulana guerra económica, amigo la culpa es del gobierno por sus políticas erráticas y primitivas en estos 15 años en el poder. Aquí es donde se confunde ser leal a ser cómplice. En este caso, si tú sabes que el gobierno no tiene la razón o dándole el beneficio de la duda  tiene la razón, no quiere decir que los traicionas al decirles la verdad para que corrijan el rumbo, se puede  seguir acompañándolos, respetándoles en sus errores,  pero no por eso voy a dejar de opinar, y ser cómplice por acciones que están  perjudicando a la economía venezolana, y  a todo un pueblo. Con mi manera de actuar creo ser  fiel a la revolución, a todas las familias venezolanas, a las realidades, y a mi mismo. No todo el que te critica es tu enemigo, y todo el que te alaba es tu amigo. Hay un refrán popular que dice: “Por la plata baila el perro”. Y que significa en dicho lenguaje, venderse al mejor postor.

Postscriptum: con este artículo le pongo fin a este espinoso asunto.

Percasita11@yahoo.es



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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