El sistema educativo y los medios de comunicación de masas

El capitalismo como sistema de dominación cultural, político, económico, social, militar, educativo, científico-tecnológico, etc; no se sustenta sobre la base del aire, cuenta con unos pilares que lo sostienen y legitiman, utiliza para ello, a la familia, las instituciones, la iglesia conservadora, la ciencia, la tecnología, al ejército, a la escuela, a los medios de comunicación social, entre otros.

Estos dos últimos, pasan a jugar un rol fundamental en la implantación, legitimación y naturalización de la sociedad capitalista. Dichos aparatos enfilan toda su batería contra la historia y la cultura de los pueblos del globo terráqueo, imponiendo sus códigos de consumo, sus símbolos imperiales, sus patrones de conducta, sus valores culturales, su estética, su pensamiento, en fin, sus usos, modos y costumbres. Es por ello que atacan lo autóctono, el sentido de pertenencia, el arraigo, la identidad. Centran sus esfuerzos en borrar la memoria histórica de los pueblos y desaparecer su cultura y costumbres.

Con las premisas de Louis Althusser, pretendemos desarrollar algunas ideas en torno a como el capitalismo utiliza a la escuela y a los medios de comunicación de masas, para reproducir sus postulados, preceptos y filosofía.

I-. El aparato escolar

La educación en Venezuela y en el mundo, no es neutral, por el contrario, obedece a modelos políticos enmarcados en la reproducción de la ideología capitalista, socialista, ó enmarcados en modelos religiosos. En el caso de las sociedades capitalistas, la escuela y las universidades colocan docentes colonizados que imparten, inoculan y reproducen el pensamiento occidental, en desmedro del pensamiento propio.

Dicho de otro modo, las universidades, las escuelas, el aparato escolar en toda su dimensión, están al servicio de la reproducción del pensamiento, de la ideología y de la lógica del capital; imponiendo mediante sus métodos y contenidos de enseñanzas, un sujeto que engrane perfectamente en el sistema capitalista, es decir, un sujeto acrítico, sin principios ni valores humanistas, ajeno a su realidad social, política, histórica y cultural, que obedezca, actúe y reproduzca en esencia, los principios y valores del capitalismo: individualismo, deshonestidad, egoísmo, competencia, consumismo, frivolidad, ganancia especulativa, nihilismo, etc.

Es por ello, que urge en nuestra sociedad una política cultural, educativa y comunicacional, que coloque en un primer plano las raíces históricas y culturales del pueblo venezolano. Estos aparatos ideológicos deben enarbolar, visibilizar y dar a conocer las luchas de los negros, indígenas, pardos, y del pueblo en su conjunto en el proceso de construcción y liberación de la patria de ayer y hoy; las obras de César Rengifo, la poesía de Andrés Eloy Blanco y de Aquiles Nazoa, la pintura de Armando Reverón y Juan Loyola, los cuentos del caimán de Sanare y Orlando Araujo, el canto de Ali Primera y Luis Mariano Rivera, los escritos de angelina Lemmo y Ludovico Silva; en fin, la escuela, los medios de comunicación y las instituciones gubernamentales deben divulgar la hermosura sublime y subversiva de nuestros cultores, pintores, poetas, escultores, creadores, músicos, cineastas, dancistas, escritores, historiadores, luchadores, pensadores. Se trata pues, de reivindicar, exaltar, difundir, resaltar, los valores de la venezolanidad en sus distintas expresiones culturales, históricas, literarias.

En ese sentido, en lo educativo, se debe reorientar y acelerar urgentemente el cambio de currículo o pensa de estudios en las escuelas y liceos del país. Muchos de sus contenidos aún conservan la visión eurocentrica (Europa como centro del mundo y cuna de la civilización) y el sesgo de la reproducción ideológica de la dominación, mediante lo que se conoce como currículo oculto, en algunos casos está expresado el pensamiento colonial de forma tácita.

De igual forma, la historia y las ciencias sociales deben romper con la visión positivista predominante y dar paso a la corriente histórica crítica, para formar un sujeto crítico, autocrítico, pensante y transformador, militante de las luchas sociales, que afiance valores contrarios a los impuestos por occidente, que refleje en su pensamiento y en su acción el ser y el sentir de su comunidad, consustanciado con su realidad social, política, histórica y cultural.

No hay que olvidar que la Historia y las Ciencias Sociales bajo el enfoque crítico, marxista y no positivista, pasa a ser una amenaza para la burguesía. No en vano, En América Latina y El Caribe, a finales de la década del 60, el Departamento de Estado de EEUU, LA Fundación Rochefeller y la Universidad de Wisconsin, establecen convenios con gobiernos títeres solicitándole la eliminación ó simplificación, minimización y fragmentación de la Historia, la Geografía y la Formación Moral y Cívica, a nivel de educación primaria y secundaria. El objetivo, poner la educación al servicio de los interese imperiales e instaurar en los centros de enseñanza un pensamiento pro-occidental.

A nivel universitario, solicitan igualmente la eliminación de las ciencias sociales y de las carreras humanistas. En América Latina, con el auge de la Revolución Cubana, el Mayo Francés y demás procesos de liberación que se venían librando en el mundo, las universidades se convirtieron en un hervidero de protestas y movimientos revolucionarios, los cuales representaron una amenaza para el imperio. En México, centenares de jóvenes universitarios fueron masacrados en la Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco, en 1968. En Venezuela, se allana y se introducen tanquetas y fusiles al recinto universitario (UCV), en 1969. Se desaparecen dirigentes revolucionarios entre otros: Juan Chacón Lanza, Luis Alberto Hernández, Noel Rodríguez.

Rafael Caldera, quien está al frente de la presidencia, cumple con lo solicitado por las instituciones gringas. No sólo cierra la UCV, sino que simplifica las asignaturas: Historia, Geografía y Formación Moral y Cívica, en la educación básica y media, en tanto que en la educación primaria, elimina la materia Folklore.

II-. Los medios de comunicación Social

El capitalismo con las grandes corporaciones de comunicación nacional y transnacional, trabajan de forma concatenada para alienar y enajenar a la población mundial, imponiendo un modelo de sociedad que responda a sus directrices. Disponen de la televisión, prensa escrita, radioemisoras, estudios cinematográficos, editoriales, redes sociales, publicidad y propaganda, en fin, disponen de industrias culturales que reproducen mediante el cine, la pantalla chica, el entretenimiento, la música y el espectáculo, la frivolidad, banalidad, superficialidad, sobre todo en los jóvenes, con el propósito de colonizarlo, transculturizarlo y acoplarlo a la cultura estadunidense.

En nuestro país, los medios privados de comunicación han actuado como satélites de las grandes corporaciones norteamericanas. Su principal sucursal, Venevisión, desde que salió al aire de forma ininterrumpida el 01 de marzo de 1961, copió y aplicó los modelos emanados de los grandes laboratorios de guerra psicológica de Estados Unidos, para alienar y desvirtuar la realidad social y cultural del pueblo venezolano mediante programaciones que no reflejaban ni reflejan su idiosincrasia, su historia, su cultura, su identidad.

De manera que el monopolio de los medios de comunicación en manos de la burguesía crea estereotipos, hábitos y conductas en la población que terminan condicionando su pensamiento y accionar, no en vano, hace ocho (08) meses apareció el polémico video “Caracas, ciudad de despedida” donde un grupo de jóvenes abordó de una manera simplista y superficial la problemática de emigración en el país, acuñando la frase “Me iría demasiado”.

Han pretendido crear un complejo de inferioridad en la sociedad venezolana, atentando sistemáticamente contra su identidad, a tal punto que un sector significativo de la población alienada por esos medios, sigue, exalta y enarbola expresiones culturales foráneas. No en vano, Madonna, Michael Jackson, ayer eran iconos de juventud en Venezuela y en el mundo; hoy, Lady Gaga, Justin Bieber y otros, forman parte de esa industria cultural.

En contraposición, nuestros exponentes culturales han sido invisibilizados por los aparatos ideológicos de la burguesía, cometiendo un culturicidio y un memoricidio. Si no difundimos de forma masiva nuestro acervo histórico y cultural, perderemos la batalla, porque tendremos una sociedad alienada, enajenada, sin arraigo, identidad, sin cultura propia, sin conciencia, supeditado a los designios de las grandes corporaciones de la comunicación.

lucha.armada@hotmail.com


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