Hoy, leyendo un artículo de la periodista María Isabel Rueda, para El Tiempo, uno de los periódicos más influyentes en Colombia, titulado:”Extrañar a Chávez”; siento repugnancia, sinceramente, por semejante artículo, por varias razones: En primer lugar, trata de narco-militares a los oficiales de las fuerzas armadas de Venezuela, de lo cual ella no tiene pruebas.
Quienes sí tenemos pruebas de nuestros altos mandos de las Fuerzas Militares colombianas involucrados en el narcotráfico, el Paramilitarismo y los asesinatos mal llamados “Falsos Positivos”, somos los colombianos. Acaban de sentenciar a 13 años de cárcel en los E.E.U.U., al General Santoyo, por su complicidad con el narcotráfico, y lo peor, siendo el Jefe de Seguridad del ex presidente Uribe.
Tenemos varios oficiales investigados y judicializados por crímenes de lesa humanidad, como el caso de los que violaron y asesinaron a unos niños en el Departamento de Arauca; el General Rito Alejo del Río, involucrado en los crímenes con los paramilitares de Urabá y condecorado por el entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez, quien calificó su accionar, como de el “Pacificador, de Urabá”.
Pido perdón a los venezolanos, a los militares dignos, y en primer lugar, al Señor Presidente Hugo Chávez, porque haya en mi país, personas con mentes tan estrechas, y capaces de meterse al rancho ajeno sin limpiar primero el propio, máximo, en momentos en los cuales el mundo entero se solidariza y se une en oración, logrando la íntima espiritualidad entre personas de diferentes credos religiosos, con una sola intención: Orar por la recuperación de la salud del Comandante Chávez.
El Presidente Chávez, ha logrado despertar tanto amor y aprecio, que se reúnen con la misma intención y en el mismo lugar, personas de credos tan diferentes como son los musulmanes, judíos, católicos, cristianos de las diferentes tendencias, etc. Decía yo que ni el Concilio Ecuménico, ni el Papa Juan Pablo Segundo, con todo su carisma, ni hasta ahora ningún líder, había logrado que fieles de diferentes iglesias se unieran espiritualmente y oraran en conjunto, con la misma intención. Digo yo: “Dios escribe recto en renglones torcidos”; y se ha valido de su hijo, Hugo Chávez, para lograr ponerlos de acuerdo en algo.
Quienes tenemos sensibilidad y nos conmueven las dificultades de los más desvalidos, observamos con simpatía la política de inclusión social que ha implementado el Presidente Chávez en su país, acompañado de un inigualable equipo entre sus Ministros, Diputados, Gobernadores, Alcaldes Socialistas y un pueblo que ha tomado consciencia de su papel protagónico en la construcción de su propia historia.
Dios bendiga al Comandante y a su pueblo consecuente con el reto que presenta para la sociedad de hoy la política que habrá de llevar a la humanización de la economía para escribir la historia con letras de oro a favor de nuestros nietos, nietas y ciudadanos del futuro.
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