La periodista Marta Colomina en Buenas Noches

El cinismo que sueltan los representantes de la oposición en algunos programas de televisión sobre las elecciones y su candidato son dignas de alabarlas y resaltarlas por su indignidad manifiesta, tal cual, sus caprichos y deseos más su sumisa y nada o poca responsabilidad como analistas políticos que se precian en ofrecer cada vez que le corresponde su turno o, están frente a las cámaras de televisión y, sobre ese particular, vale la pena desarrollar parte del diálogo de Marta Colomina y, los entrevistadores –Kiko, Roland y Carla- del Programa Buenas Noches que sale al aire de lunes a viernes en una determinada hora de la noche de desenlaces tupidos de incómodas malas composturas mediática a fin al canal que lo transmite.

La entrevistada que es nada menos que la estrella del bullpen de opinantes que pertenece al staff de las comunicadoras sociales con muchos lustros encima y afamada por demás por su irresponsabilidad manifiesta y gustosa compostura consuetudinaria que, conforma a la oposición y, que todavía se desnuda verbalmente sin resaca y, que edulcora su espíritu de convivencia y racionalidad excesiva en grado sumo sin límite en sus menesteres radiales y escritos, porque los televisivos acabaron con la paciencia de los dueños de canales y el poco público desorientado que perdía su tiempo viendo su imagen se le esfumó y, como tal ha quedado dando tumbos a ver quién le da un chancecito que la lleve a destapar el inodoro de su desvergüenza y, quizás, por tal motivo se apiadaron de ella en el programa antes mencionado.

-Buenas noches, mi consentida y nunca olvidada amiga, Marta Colomina –destacó Roland, para enseguida, preguntar y pedirle-: ¿Háblenos de Capriles Radonski como candidato y, dénos su opinión bien particular en general de lo que es y ha sido ese político y compáremelo con el otro candidato con lujo de detalles bien presentes?

-Lo primero que debo decir estimado Roland –manifestó, la Colomina-: es que estamos frente a un fenómeno de la talla política jamás vista acá y en ninguna parte del mundo que, representa ese esbelto y estético joven que dónde se le ponga brilla de entusiasmo y traspasa la libertad de la muerte y su lenguaje paleolítico se ha metido de lleno en el corazón del venezolano que muy difícilmente por no decir imposible lo olvidará, porque es un lenguaje que penetra y, que come por dentro con tal intensidad que se va incrustando lentamente en la células cerebrales de la discreción va atrapando la amenosidad que en razón directa de segundos tiene un círculo de correspondencia de acción-reacción que no hay cómo escapar de él y, su diversidad de pensamiento alborota sin descanso la peculiaridad que se desata por varios caminos y su ética conformista mina las barbaridades del otro que atropella con su sola presencia el cuadrado de la reconciliación que jamás le podrá hallar ni medir la mediatriz a los vértices opuestos, ya que ellos penden de un triángulo sin hipotenusa –es algo Ronald- apoteósico dentro de lo hermoso que a uno se le antoja vivir a futuro metida dentro del voto mismo de la felicidad que jamás no dejará de ser de él y, solamente de él –te cuento Ronald- que yo lo amo y sino fuera por las contradicciones de la edad me jugaría mi porvenir ese futuro andante que me ensortija el alma en un hilo conducente de pluralidades etéreo-positivo sin descanso que me mantiene sensitiva.

-Caramba, amiga Marta a usted se le destapó el arcoíris de la fecundidad irrealista que nos puso a todos los presentes en el estudio a bailar al trío en tono oportuno de aceptación –¿y qué más no puede informar de ese lago que atraviesa su conformidad de opositora casi ganadora, porque así lo imagino? –repuso Roland- y Marta contestó inmediatamente con la resonancia de un eco que se va dilatando en el espacio hasta explotar: -sin que me quede nada por dentro puedo interponer en esta noche de ilusiones trepidantes que yo odio al presidente Chávez con una magnitud métrica especial que me aleja de él quizás si pudiera en años luz y si fuera posible le daría un mordisco en la cara, eso me haría feliz y lo pondría sin reverso en las ínfulas de una galaxia desconocida que acabará de inmediato con esas cadenas que me mantienen como si estuviera frente al paredón de fusilamiento y, por tal motivo, le vamos a ganar las elecciones el 7-O con una ventaja de más de diez millones de votos que saldrán apretujados de Miami y de Colombia –gracias a Uribe y ahora también del Paraguay que nos dará la ternura y la pasión de tener el presidente más joven sobre la tierra y, para finalizar con este campo minado de incertidumbres cúbicas –repudio con todo mi firmamento de años que no han pasado en balde que, esa multa que le metieron al canal es la mayor afrenta que se le hace al país independiente, representados por hombres y mujeres que tienen fe en el futuro, porque él nos pertenece y por tanto si ganamos como vamos a ganar con Capriles le, devolveremos a este canal lo que le quitaron con la multa, porque ese es mucho dinero qué no se sabe en qué lo van a gastar y de repente se oyó: Buenas Noches, señores y señoras y Marta calló y no hubo aplausos.

estebanrr2008@hotmail.com


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Esteban Rojas


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