Lina Ron fue víctima de la guerra de Globovisión y se nos fue como tantos otros que han luchado contra ese medio tan nefasto, sin ver resultado alguno.
Globovisión le impone la línea a ciertos gobernadores que se dicen chavistas.
Globovisión decide cuando un juez debe o no actuar en una determinada causa.
Globovisión dice cuando el Ministerio Público debe o no condenar a alguien.
Globovisión decide lo que es noticia.
Globovisión impone la política del estado desde el terror: el caso de las cárceles, es el más reciente.
Ese canal destruyó las pruebas contra los que asesinaron a Danilo Anderson.
Globovisión ha impedido que en todas las acciones callejeras y criminales del Movimiento 13 de Mérida, la Justicia impere y haya podido actuar.
Globovisión convirtió en héroes a violadores, estafadores y asesinos como Nixon Moreno, Cabeza e’ Motor, Capriles Radonsky, Leopoldo López,…
Y es tal el poder que tiene este reputísimo medio que cuando algún chavista trata de exigir justicia este canal tiene la suficiente fuerza como para convertirlo en un criminal.
¿Cuántos honorables chavistas han purgado cárcel, siendo inocentes, por culpa de Globovisión?
Y lo más repulsivo todavía es que en muchas Comandancias de Policía regionales (en las que incluso hay gobernadores supuestamente chavistas), están obligadas a ver y a obedecer lo que diga Globovisión. Y lo que este canal ordena ellas le obedecen a pie puntillas.
Qué triste destino ha sido el nuestro, todavía sometidos a las voraces y malditas decisiones de esta redomada Puta de los medios.
Triste, triste.
jsantroz@gmail.com