20-05-16.-El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, indicó este jueves que la prensa de su país tuvo un papel importante en los ataques contra Dilma Rousseff y su destitución temporal por parte del Senado, hecho que ha sido calificado como un golpe de Estado parlamentario.
“La prensa brasileña lo sabe: Ellos han sido los responsables de este golpe. La prensa estaba unánime contra Dilma”, explicó el exmandatario en entrevista con la multiestatl telesur.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) aseguró que la élite brasileña siempre ha sido muy sumisa a los Estados Unidos (EE.UU.) y a la Unión Europea (UE). “Ellos están colocando en práctica lo que siempre hicieron y lo que siempre creyeron, lo que es un error”, afirmó.
Aseveró que Brasil no puede ser sumisa a los EE.UU. y al contrario debe demostrar que puede ser mejor.
APOYO INTERNACIONAL A DILMA ROUSSEFF
Lula destacó el apoyo internacional que ha recibido Rousseff tras el golpe de Estado de la derecha brasileña, mediante la figura de un juicio político que la obligó a separarse de cargo por 180 días.
Reiteró que es el momento de activar las movilizaciones de calle a favor de la democracia brasileña. “Hacemos política porque creemos que siempre es posible hacer algo más por un país libre y democrático”, dijo.
Desde que salió a la luz pública el caso de corrupción en Petrobras, la oposición brasileña pretende vincular a la presidenta Dilma Rousseff y al líder del PT, Luiz Inácio Lula da Silva, para impedir que se mantengan al frente del Gobierno.
El pasado 28 de abril, el fiscal general brasileño Rodrigo Janot solicitó al Supremo Tribunal Federal (STF) incluir a Lula da Silva en las investigaciones por corrupción en el caso Lava Jato.
El Instituto Lula indicó que la denuncia de Janot se sustenta en suposiciones e hipótesis.
El Senado de Brasil aprobó el proceso de impeachment contra Dilma Rousseff el pasado 12 de mayo con 55 votos a favor, 22 en contra y 1 abstención (de 78 de los 81 miembros del cuerpo colegiado).
En este período las autoridades brasileñas se encargarán de encontrar las pruebas contra la mandataria que no fueron presentadas ni en la Cámara baja ni en el Senado.
Rousseff ha reiterado en varias ocasiones que luchará contra el impeachment. La presidenta constitucional sostiene que la medida es un golpe en curso disfrazado de legalidad.
La acusación central de la oposición contra Rousseff para justificar un juicio político es la supuesta violación de normas fiscales al maquillar el déficit presupuestario de 2015. Sin embargo, no se han presentado pruebas en su contra.
