2 de octubre de 2015.- Seis países con Estados Unidos a la cabeza protagonizaron hoy una escalada en la guerra informativa contra Rusia al acusar a la aviación del Kremlin de bombardear posiciones de la oposición siria y demandar el cese de los ataques.
Frustrados en el intento de frenar los golpes de las Fuerzas Aeroespaciales rusas por solicitud de Damasco contra centros de logística militar de grupos terroristas, Alemania, Arabia Saudita, Catar, Francia y Reino Unido se unieron a Washington en la demanda.
"Exhortamos a la Federación de Rusia a cesar inmediatamente los ataques contra la oposición siria, los civiles y concentrarse en la lucha contra el Ejército Islámico", dice el texto de las naciones que condicionan el derrocamiento del presidente Bashar al-Assad al fin del conflicto.
Pese a que la ayuda de Rusia cumple con lo establecido por la Carta de la ONU y las normas del Derecho Internacional, quienes desde hace un año bombardean sin éxito ilegalmente al Estado amenazado por el terrorismo expresaron en el comunicado "alarma profunda" por la presencia militar rusa en Siria.
El sexteto deplora especialmente los ataques realizados contra Hama, Homs e Iblid, subraya que esas acciones causan víctimas civiles en estas regiones y amenazan con agravar la situación, "alimentando la radicalización y el extremismo en la zona", con intención calificada por Moscú de "manipuladora".
Rusia, en tanto, entiende que tan importantes como las bombas explosivas son las de la información, y mantiene al portavoz del Ministerio de Defensa, general mayor Igor Konashenkov, en el Centro Nacional coordinador de esa cartera, donde permanentemente auxiliado de audiovisuales sobre los ataques, brinda partes a la prensa.
La víspera fueron realizados 18 ataques contra 12 objetivos del autodenominado EI, 10 de ellos de noche en acciones puntuales contra siete objetivos terroristas, según el vocero.
Konashenkov precisó que los aviones de asalto Sujoi (Su-25) golpearon un campamento del EI en Maaret al Nuuman, provincia de Iblid, donde destruyeron por completo búnkers, depósitos de armas y combustible, así como un puesto de mando y unidades de material bélico en la provincia de Hama.
Entre los objetivos destruidos, el portavoz mencionó un centro de entrenamiento.
Integran el grupo aéreo de Rusia en Siria aviones de combate Su-24M, Su-25 y cazabombarderos Su-34, capaces de destruir objetivos desde una altura superior a los cinco mil metros. En la base cercana a Latakia también están desplegadas 10 aeronaves nodrizas y un grupo logístico, se informó.
La víspera, el presidente Vladimir Putin desmintió en la televisión que los bombardeos rusos provocaran víctimas civiles en Siria, y explicó que la primera noticia con ese contenido "apareció antes de que despegaran los aviones".
