28-11-14.-La exactriz y ahora primera dama de México, Angélica Rivera, jamás pensó que presumirle al mundo su vida familiar, en una casa lujosa, sería su peor pesadilla.

La intención de la revista Hola no era revelar sus bienes. Y en efecto, lo que salió publicado en mayo de 2013 fue una oda a la perfección. Ella posaba, en exclusiva, en su primera entrevista como esposa de un Presidente, muy feliz; diva. Respondió un cuestionario “rosa”, se cambió de ropa para fotografiarse en áreas distintas de su nueva casa, y soltó una perla en la entrevista, a la que luego, un grupo de periodistas de Aristegui Noticias, le prestaría especial atención:
“En nuestra casa llevamos una vida lo más normal posible. Les he hecho saber (a los hijos) que Los Pinos nos será prestada solo por seis años, y que su verdadera casa, su hogar, es ésta donde hemos hecho este reportaje”.

En México, la familia presidencial vive, por norma, en la residencia oficial llamada Los Pinos. Si la “Gaviota” le hubiera dado la entrevista a la revista Hola en esa casa, nadie se hubiera percatado de un supuesto manejo fraudulento de recursos entre ella y el presidente Enrique Peña Nieto, para adquirir un inmueble lujoso. Pero al ostentar la mansión abrió una puerta peligrosa.

Los reporteros Rafael Cabrera, Daniel Lizárraga, Irving Huerta y Sebastián Barragán comenzaron a investigar la procedencia de la casa. De entrada se presumía que podía ser un bien del presidente, pero, la investigación reveló sorpresas que se enredan más y más.

Los periodistas se acercaron a la exclusiva zona residencial Lomas de Chapultepec, Sierra Gorda, 150, y detectaron la presencia de lo que en Venezuela se llama “Casa Militar”, una serie de custodios de la seguridad presidencial. Habían encontrado la casa en cuestión. Cual trabajo de hormigas, fatigante, pero sin descanso, demoraron meses para destapar la olla: la vivienda era de la actriz, no del Presidente.
 

¿Cómo la había adquirido? ¿Con qué recursos pudo comprar algo tan costoso, valorado en siete millones de dólares, según avalúo privado que contrató el equipo de Aristegui Noticias?

En entrevista realizada por PANORAMA a Angélica María, conocida como la Novia de México, quien arribó a sus 70 años, dijo: “A esta edad todavía trabajo. Me cansa porque no soy jovencita. Tengo 65 años de carrera artística y no soy millonaria. Eso es para las actrices de Hollywood, que ganan millones de dólares. Pero, en México, el artista está muy mal pagado. Te puedo decir que el fruto de mi trabajo de tantos años, no me ha dado lo suficiente como para tener una casa con azulejos”.

Para entonces, no había explotado el escándalo de la “Casa Blanca de la Gaviota y Peña Nieto”.
La declaración de la veterana actriz, contrastaba con la explicación que la primera dama, con 25 años de carrera, ofreció en un video para hablar “con franqueza”, sobre la mansión.

“En la última renovación de mi contrato con Televisa, en 2008, se me otorgó el uso y goce de la casa ubicada en Paseo de las Palmas número 1325 (una propiedad que colinda con la casa blanca)”.

Agregó que en 2010 por el término del contrato que mantuvo con Televisa, la empresa le pagó 6,4 millones de dólares y que en ese año declaró a hacienda ingresos por 9,6 millones de dólares.

“Así les demuestro que tengo capacidad económica y recursos propios que me han permitido construir un patrimonio para mí y para mis hijas”, dijo.

Solo 13% de los mexicanos le creyeron su explicación. El 71% considera que hay intereses ocultos, según encuestas. Semejante ingreso la sitúa como una de las actrices mejores pagadas del mundo, ganando por encima de luminarias de Hollywood. Por eso, la revista Forbes citó: “La primera dama percibiría más dinero que la comediante Amy Poehler y Kerry Washington”.

El informe de los reporteros, quienes entrevistaron al arquitecto de la obra, y él, sin reservas, ofreció detalles de su trabajo para darse promoción como creador de la mansión que estaba llamando la atención en México, agrandó el escándalo. Así es descrita.

Se trata de una casa en cuatro niveles. En el primer nivel tiene rampa de acceso vehicular, estacionamiento, lavandería, cuarto de chofer (con baño completo, cocineta y área de estar), dos cuartos de servicio (con un baño completo, cocineta y área de estar), patio de servicio, cuarto de máquina, bodegas, vestíbulos de acceso, elevador y circulaciones horizontales y verticales. También cuenta con caseta de vigilancia (con medio baño).

En otro nivel está un vestíbulo de acceso, elevador, plaza principal, estudio, sala, comedor, cocina, alacena, pantry, estar familiar, cine, dos y medio baños y un clóset para visitas, espejos de agua y áreas verdes. En el nivel tres de la residencia se encuentra la recámara principal (con sala de estar, escalera de acceso a spa, vestidores, baño y puente de comunicación), así como las recámaras uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis, todas con baño, vestidor y escalera de acceso a tapanco.

En otro nivel posee una biblioteca, la bodega de lavandería, elevador, vestíbulos, circulaciones horizontales y verticales, gimnasio, spa (que cuenta con área de masaje, baño completo, sauna y área de hidromasaje) elevador, el roof garden, asador, piscina, bodega, área de antenas y equipos, área de celdas solares y elevador.

La edificación, toda blanca, tiene, además, un sistema de luces para crear ambientes en colores.

No faltó la lluvia de críticas a la escueta justificación de Rivera sobre el inmueble. Por eso se convirtió en Trending Topic, ha sido la comidilla de actores ,y en Hollywood, dicen que se mudarán a México para ganar más. La revista People en Espanol citó: “Las declaraciones de Rivera dejaron al descubierto que el monto de su fortuna es tres veces mayor a la de su esposo y Presidente”.
 

“Que Televisa muestre las pruebas de ese pago millonario a la actriz”, increpa la politóloga Denise Dresser, quien con verbo ácido dijo: “Yo no conozco a ninguna persona que primero contrate a un arquitecto para diseñar su casa y luego firme un contrato de compra-venta (porque así se hizo el contrato de la vivienda con una empresa del Grupo Higa, que además, compró otros terrenos aledaños a la propiedad cedida por Televisa a la actriz, los conectaron e hicieron la mansión). Le dieron la tasa de interés de 9%, cuando los mexicanos tenemos hipotecas del 13%. Si la compra fue legal ¿por qué la vende?”, sentenció.

Es que la actriz, “indignada”, aseguró que la vendería para que dejaran en paz a su familia. Y Televisa guarda silencio. Se sazona que quedó al descubierto un apoyo de la televisora a la actriz, al parecer, a cambio de una torta publicitaria gubernamental. Eso se investiga ahora, y el diario The Wall Street Journal cita: “Hay dudas sobre los vínculos entre proveedores y gobierno”.

Al paso salió el vocero presidencial, Eduardo Sánchez:“Este tipo de compañías (grupo Higa) tiene propiedades en todo el país. Es perfectamente normal comprar una casa que tengan”.

Pero el Financial Times reveló: “El Grupo Higa ganó contratos por más de 8 mil millones de pesos cuando Peña fue gobernador”. Eso sin contar que una empresa del grupo le facilitaba helicópteros a Peña en su campaña. En esa relación se percibe que, una mano lava la otra, y las dos el rostro.

La casa de los sueños del presidente Peña Nieto y su adorada Gaviota  ahora es su dolor de cabeza. Tiene al país revuelto junto con la “perla” de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.