Tel Aviv, septiembre 18 - La inesperada renuncia del ministro del Interior Gideon Saar estremece hoy la política israelí con especulaciones sobre un cisma en la coalición Likud, de la cual es vicejefe, antecedido por el primer ministro Binyamin Netanyahu.
Saar adujo razones personales y familiares para su decisión, anunciada anoche durante una celebración previa al Rosh Hashana, la festividad que según los judíos conmemora la creación del mundo por Dios.
El renunciante titular aclaró que también dimite de su asiento en la Knéset (parlamento israelí de 120 miembros), lo que deja a la Likud con un curul menos que el partido Yesh Atid, del actual ministro de Finanzas en el gabinete multicolor, Yair Lapid, un aliado circunstancial.
Medios de prensa, entre ellos el cotidiano Haaretz, subrayaron que el dimitente eludió mencionar a Netanyahu durante el anuncio y que aclaró que permanecerá en la cúpula de la Likud, lo que le permitirá desafiar al primer ministro por la presidencia de esa coalición en las próximas primarias.
El primer ministro israelí es objeto de críticas por sus métodos autoritarios y por las intromisiones en política de su esposa, Sara, una exveterana de las fuerzas antiterroristas.
Asimismo ha sido acusado de gasto de fondos públicos para uso personal entre ellos el mantenimiento de su residencia, ropas y una excéntrica demanda de condiciones en el avión en el cual viajó a Gran Bretaña para los funerales de la exprimera ministra Margaret Thathcher el año pasado.
Una factura anual de más de 10 mil dólares para la compra de una marca específica de helados, a la cual Netanyahu renunció en público, fue causa de ira popular debido a medidas de austeridad fiscal y recortes presupuestarios.
Aunque los partidos políticos israelíes se alinearon con el Gobierno durante la agresión militar a Gaza en julio y agosto pasados, existen críticas por su conducción, falta de resultados concretos y los señalamientos de que fue objeto Israel por los ataques a zonas civiles.
La defección de Saar sigue en pocas semanas a la ruptura de la alianza entre Netanyahu y el canciller Avigdor Lieberman, jefe del partido ultraconservador Yisrael Beitenu.
