Cancillería rusa: Kiev hace caso omiso a los acuerdos de Ginebra

Cancillería rusa: Kiev hace caso omiso a los acuerdos de Ginebra

Cancillería rusa: Kiev hace caso omiso a los acuerdos de Ginebra

Credito: Rt.com

20 de abril de 2014.- Rusia se muestra indignada por el tiroteo registrado en la ciudad ucraniana de Slaviansk en la noche de Pascua y condena "la falta de deseo por parte de las autoridades en Kiev de desarmar a los extremistas".

"Sorprende que esta tragedia haya sucedido después de la firma el 17 de abril de la Declaración al término de la reunión a cuatro bandas en Ginebra, que contiene el llamamiento a abstenerse de todas las acciones violentas, intimidación y provocaciones", afirma un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.

Esta, en opinión de los diplomáticos rusos, ha sido una provocación de los militantes del Sector Derecho, cuya agresión ocasionó víctimas entre los civiles.

Moscú insiste en que la parte ucraniana cumpla con los compromisos que ratificó para atenuar las tensiones en el sudeste de Ucrania.

Las fuerzas de autodefensa de Donbás también han comentado el ataque del Sector Derecho contra la ciudad de Slaviansk. "Por el momento no vemos por parte de las autoridades en Kiev ni ganas de concertar un armisticio ni otra manera de observar los acuerdos de Ginebra", dijo uno de los líderes del movimiento, Miroslav Rudenko, a la agencia de información Interfax. "Igualmente no hay ni un intento de desarmarse por su parte. De momento tampoco se nos ha hablado de una amnistía".

Rudenko agregó que desconocidos siguen disparando contra los puntos de control de las autodefensas en distintas localidades de Donbás. Las milicias lograron incautarse de dos vehículos con los símbolos del movimiento Sector Derecho, que tenían mapas de la provincia de Donetsk y una gran cantidad de las armas de fuego en su interior que no son las que usa el Ejército de Ucrania.

El histórico acuerdo conseguido el 17 de abril durante una ronda de negociaciones de los jefes de los servicios diplomáticos de Rusia, EE.UU. y la Unión Europea en Suiza fue considerado por varios expertos como un avance diplomático ruso en el arreglo del conflicto interno que azota Ucrania. Tenía previsto las primeras medidas concretas para reducir la tensión en el país, entre ellas la renuncia a la violencia, desarmar a todos los grupos armados ilegales, liberar los edificios ocupados, conceder una amnistía a los manifestantes que no hayan cometido crímenes graves y entablar un diálogo nacional.


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