Dimite en pleno el gobierno de Bulgaria

Boiko Borisov

Boiko Borisov

Sofía, febrero 20 - El primer ministro de Bulgaria, el conservador Boiko Borisov, envió este miércoles al Parlamento la carta de dimisión de su Gobierno, tras diez días de intensas protestas populares contra los altos precios de la electricidad.

"El Parlamento votará mañana (jueves) por la mañana la dimisión del Gobierno", anunció en la Cámara la presidenta del Legislativo, Tsetska Tsacheva, tras leer la carta de Borisov.

"Cumpliremos nuestras funciones hasta que se elija un nuevo Gobierno y haremos todo lo necesario para asegurar la continuidad en el gobierno del país", asegura Borisov en la misiva.

Pocas horas antes, el jefe de Gobierno búlgaro sorprendió al Parlamento con el anuncio de que su Ejecutivo iba a dimitir en bloque y la petición de que los 117 diputados de su partido, el GERB, también abandonaran sus escaños.

Al justificar su decisión, este político populista, exkarateca y apodado "Batman", resaltó que no puede participar "en un Gobierno en el que la policía pelea con la población".

"Cada gotita de sangre para nosotros es una mancha. No puedo ver un Parlamento rodeado por tapias", dijo en alusión a la violencia desatada en las manifestaciones de los últimos dos días.

Al menos quince personas resultaron heridas en la noche del martes en Sofía en enfrentamientos entre la policía y unas tres mil personas que intentaron llegar hasta el Parlamento.

Las protestas se iniciaron en varias ciudades contra el fuerte encarecimiento de la electricidad y la calefacción, pero a medida que fueron subiendo de tono se convirtieron en demostraciones contra el Gobierno del país más pobre de la Unión Europa.

Con un salario medio en torno a los 350 euros, uno mínimo de 155 euros y pensiones de 75 euros, los búlgaros rechazan las medidas de austeridad que el Gobierno ha llevado a cabo en los últimos cuatro años para mejorar las cifras macroeconómicas y que han mermado sustancialmente su capacidad adquisitiva.

En reacción a las protestas, Borisov forzó el lunes la dimisión del ministro de Finanzas, Simeon Dyankov, responsable de la política financiera, y prometió el martes que bajaría el precio de la electricidad un 8 por ciento.

También anunció multas a las distribuidoras de electricidad (la austríaca EVN y las checas CEZ y Energo-Pro) y la retirada de la licencia a una de ellas (CEZ), un procedimiento que ya se ha puesto en marcha por el regulador eléctrico búlgaro.

Esas medidas no consiguieron sin embargo aplacar a los descontentos que pedían la dimisión de Borisov, una medida que él mismo rechazó categóricamente el martes, aunque, sembrando la confusión, dijo el mismo día que "si la calle seguía pidiéndolo" (como ha ocurrido), sí lo haría.

"Ayer hicimos lo máximo que podíamos hacer para responder a las exigencias de los manifestantes (...) El Estado necesita nuevamente un crédito de confianza y el pueblo debe decidir cómo gobernarse", señaló.

"A partir de hoy (jueves) no hay nada más que podamos hacer para ayudar a los ciudadanos que protestan", sentenció el primer ministro.

Poco antes del sorpresivo anuncio de Borisov, el mayor grupo de la oposición, el Partido Socialista Búlgaro (BSP), boicoteó la sesión regular del Parlamento en la que estaba previsto votar unos cambios en el Ejecutivo propuestos por el jefe del Gobierno después de la renuncia de Dyankov.

"La dimisión del Gobierno del GERB es un final natural de un Gobierno totalmente fracasado", dijo el líder del Movimiento, Lytvi Mestán.


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