28 de enero de 2013.- El Estado de Israel desplegó un sistema de misiles en la ciudad de Haifa, ubicada al norte del país y cercana a la frontera con Siria, una medida que provocó una voz de alerta en la región, aunque el Gobierno de Teheran asegura que se trata de una “medida de rutina”.
Un portavoz del Ejército israelí confirmó a la cadena iraní Press TV que “dos baterías del escudo antimisiles israelí Iron Dome (Cúpula de Hierro) fueron trasladadas a la zona de Haifa.
El sistema Cúpula de Hierro es capaz de derribar cohetes de corto alcance y fue el empleado para defender las ciudades israelíes durante la ofensiva a gran escala emprendida contra la Franja de Gaza, el pasado mes de noviembre.
El funcionario, que decidió permanecer en el anonimato, insistió en que la medida no se debe a ninguna situación de seguridad específico, sino que forma parte de una rutina de rotación de estos sistemas de misiles.
Por su parte, el viceprimer ministro israelí, Silvan Shalom, amenazó a Damasco con llevar a cabo una incursión militar, si Teherán “sospecha” del movimiento de presuntas armas químicas por parte del Gobierno sirio, una acusación que ha sido desmentida por el Gobierno de Bashar al-Assad.
Al contrario, en diciembre de 2012, el embajador sirio ante las Naciones Unidas (ONU), Bashar Jafari, denunció ante el Consejo de Seguridad que los grupos armados y apoyados desde el extranjero podrían utilizar armas químicas contra los sirios y luego culpar de dicha acción a Damasco.
Este despliegue israelí se produce días después de que fueran declaradas operativas las seis baterías móviles de misiles Patriot desplegadas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Turquía, específicamente en la frontera con Siria.
El noviembre de 2012, Ankara pidió formalmente a la OTAN el despliegue de misiles en su frontera con Siria, bajo el alegato que Damasco ”podría suponer una posible amenaza” para el suelo turco.
El sistema antimisiles de la OTAN está siendo desplegado en tres ciudades del sureste de Turquía -Gaziantep, Kahramanmaras, y Adana- y servirá para aumentar la capacidad de la defensa antimisiles turca frente a una eventual invasión militar a Siria.
Desde mediados de marzo de 2011, Siria está sumergida en sangrientos disturbios, organizados y financiados desde el extranjero, con el fin de derrocar el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Assad.
