10 Dic. 2012 - El primer ministro de Italia, Mario Monti, hizo un sorpresivo anuncio este fin de semana, al informar que presentará su dimisión una vez se apruebe la nueva Ley de Presupuestos, generando un ambiente de incertidumbre en el país, respecto a lo que pueda suceder en las próximas semanas y bajo cuáles circunstancias se llegará a las próximas elecciones.
La prensa italiana planteó algunas interrogantes, entre ellas qué sucederá en los próximos días con las leyes que quedarán “engavetadas” en el Parlamento sin ser aprobadas, cuál será la posible fecha de las elecciones generales y cuál será el futuro de Monti.
El presidente italiano, Giorgio Napolitano, tenía programado culminar el período legislativo este año, luego cerrar el Gobierno tecnócrata de Monti a mediados de enero y posteriormente celebrar los comicios en marzo. Sin embargo, el anuncio de Monti ha alterado estos planes.
El director del diario Corriere della Sera, Ferrucio de Bortoli, describió el "malestar" y "la amargura" de Monti, que lo llevaría a renunciar, una consecuencia de la retirada de confianza del partido de Silvio Berlusconi.
De Bortoli agregó que tuvo un peso crucial en dicha decisión la nueva candidatura de Berlusconi, de la cual Monti se enteró mientras regresaba a Italia de una reunión económica en Cannes, sur de Francia.
“Por ello, Monti decidió anunciar su intención de dimitir, 'por el bien del país', un sábado, con los mercados cerrados, y con la intención de que mañana cuando abra la Bolsa las aguas estén más calmadas”, expresó De Bortoli.
Según el rotativo, uno de los mayores temores tras el anuncio de Monti es cuál será la reacción de los mercados y de la prima de riesgo, que bajo el gobierno de Monti descendió hasta los 300 puntos, desde los 575 en la que la dejó el ex premier Berlusconi, en noviembre de 2011.
A pesar de este descenso, la recesión en Italia se agudizó con la dura política fiscal y de ahorro de Monti, mientras el regreso a la senda del crecimiento no se divisa, un hecho que aprovechó Berlusconi para criticar y luego lanzar su candidatura.
Por otro lado, el diario también sostiene una segunda hipótesis, la cual sería que Monti, al no tener la presión del Gobierno, quedaría libre para presentarse a las elecciones con el respaldo de otra lista electoral.
“Hay partidos que lo apoyan y quieren que siga dirigiendo el país altamente endeudado. También Napolitano, que lo nombró en el cargo en noviembre de 2011, podría ver esa opción como una oportunidad”, reseñó Corriere della Sera.
Todo apunta a que los comicios serán en febrero, ya que tienen que pasar al menos 45 días (y un máximo de 70) desde que se disuelve el Parlamento al día de las elecciones.
El Gobierno pretendía que la ley que contiene los Presupuestos llegase al Parlamento para su aprobación el 18 de diciembre, para así ser aprobada antes de Navidad.
En tanto, si Monti decide no presentarse a las elecciones, los rivales de Berlusconi podrían ser el cómico Beppe Grillo o Pier Luigi Bersani, candidato de la nueva alianza de centroizquierdas.
