ERC,Esquerra Republicana pasa a ser la segunda fuerza del parlamento catalán

Cataluña: Gana pero retrocede la derecha nacionalista, y avanzan fuerzas de izquierda

El resultado de los comicios deja un escenario sumamente complejo hacia adentro y hacia afuera de Cataluña

El resultado de los comicios deja un escenario sumamente complejo hacia adentro y hacia afuera de Cataluña

Barcelona, noviembre 26 - Los nacionalistas de centroderecha del presidente regional Artur Mas ganaron las elecciones autonómicas celebradas en Cataluña, pero han perdido 12 escaños y se quedan muy lejos de la mayoría absoluta que buscaban.

Con el 90,3% de los votos escrutados, Convergencia i Unió, la coalición que lidera Mas, obtiene 50 diputados frente a los 62 que obtuvo en los últimos comicios de 2010.

Este resultado les obligará a pactar con otras fuerzas al quedarse lejos de los 68 escaños de la mayoría absoluta.

El Partido Socialista de Cataluña (PSC) logra mantenerse como segunda fuerza política, aunque pierde siete escaños, al obtener 21 diputados frente a los 28 que tenía.

Con 21 escaños, 11 más que en las elecciones autonómicas de 2010, Esquerra Republicana de Catalunya se ha convertido en la segunda fuerza política en el Parlament de Catalunya. Ni los republicanos más optimistas podían augurar semejantes resultados, tal vez porque tampoco contemplaban el duro revés sufrido por CIU, que no sólo no ha logrado la mayoría absoluta que ha reclamado a lo largo de la campaña si no que ha visto reducido su número de escaños hasta 50, 12 menos que hace dos años

Otra de las formaciones que experimenta una subida es la coalición de izquierda ICV-EUiA, que pasa diez a 13 y el partido de centro Ciutadans triplica su presencia al subir de 3 a 9 escaños.

CiU tiene en la actualidad 62 escaños, en una cámara de 135 diputados, con la mayoría absoluta fijada en 68.

Su líder y presidente regional adelantó las elecciones dos años después de que el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, rechazara su propuesta para conceder a Cataluña un trato fiscal especial.

Tras adelantar las elecciones, Mas anunció su intención de abrir un proceso soberanista, con la celebración de un referéndum sobre la relación futura de Cataluña con España.

Con ese objetivo, pidió a los catalanes una mayoría "excepcional" en estas elecciones.

El resultado de los comicios deja un escenario sumamente complejo hacia adentro y hacia afuera de Cataluña, ya que el retroceso de la derecha nacionalista viene acompañado del ascenso Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), la tradicional fuerza independentista, que irrumpe en segundo lugar.

Con casi la totalidad de los votos escrutados, el partido de Mas, Convergencia i Unió (CiU), obtuvo 50 diputados y no sólo se quedó muy lejos de la mayoría absoluta, fijada en 68 diputados del parlamento regional, sino que perdió 12 escaños respecto a las anteriores elecciones de 2010.

“Hemos quedado lejos de la mayoría que queríamos, eso quedó claro", reconoció Artur Mas, al valorar los resultados en el búnker de su partido en el Hotel Majestic de Barcelona.

"La situación no queda fácil, pero iremos hacia adelante”, añadió el líder catalán, al tiempo que pidió “responsabilidad” al resto de fuerzas políticas para que Cataluña “no sea ingobernable”.

“Intentaré llevar a cabo la consulta (soberanista) en la nueva situación a pesar de que es más compleja”, subrayó.

"Los que quieran abortar el proceso, que tengan en cuenta que tienen que saber sumar y restar porque la suma de las formaciones políticas a favor del derecho a decidir es muy mayoritaria en el Parlament (parlamento)", advirtió.

El presidente catalán atribuyó el retroceso de su partido a que acudieron a los comicios con un programa nuevo, la propuesta de celebrar un referendo soberanista, y al desgaste de su gobierno por la gestión de la crisis económica.

La campaña estuvo monopolizada por el debate sobre la independencia y, en la recta final, entró en escena un caso de corrupción, a raíz de un informe –sin pruebas-, publicado por el diario El Mundo, de la derecha, respecto a unas supuestas cuentas bancarias de Mas en Suiza.

La severa crisis económica quedó así en segundo plano, a pesar de que Cataluña ha sufrido duros ajustes y cuenta con un 22,56% de desocupados.

El planteo de las elecciones en clave de referendo independentista jugó a favor de ERC, que subió 11 escaños y se situó en segundo lugar con 21 diputados.

De esta forma, el Partit dels Socialistes (PSC) –socialistas- no sólo quedó relegado a tercer lugar sino que sufrió un duro retroceso, sus peores resultados históricos, al caer 8 escaños hasta los 20.

Sin embargo, el derechista Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, que apelaba a “voto útil” contra el secesionismo sólo consiguió un escaño, al avanzar de 18 a 19, mientras su competidor directo, el partido Ciutadans, también “unionista” pero con un discurso más moderno, pasó de 3 a 9 escaños.

La combinación de la crisis económica y el debate independentista dio como resultado un ascenso de los partidos pequeños, con lo que los ecosocialistas de ICV (Iniciativa per Catalunya Verds) lograron sumar 3 escaños a los 10 que ya tenían.

La consulta a las urnas en plena crisis permitió la entrada al parlamento con 3 diputados de las CUP (Candidatura d’Unitat Popular), una fuerza de la izquierda independentista alternativa.

Las elecciones pusieron en evidencia que los ciudadanos castigaron a los grandes partidos y, aunque el liderazgo de Mas sale debilitado de las urnas, tanto por la crisis como por su estrategia, el conflicto separatista de Cataluña está lejos de haber quedado desarticulado.

“Ponemos nuestro resultado al servicio del país y al servicio del proceso hacia la independencia de Cataluña", afirmó el candidato de ERC, Oriol Junqueras, gran protagonista de los comicios, entre gritos de “inde-inde-independencia”.


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