30 de septiembre de 2012.- Más de 40.000 personas salieron el sábado a las calles en cuarenta ciudades de Alemania para protestar contra las desigualdades sociales y pedir un reparto justo de la riqueza.
Los manifestantes, secundados por formaciones políticas parlamentarias de izquierda y de centro-izquierda, exigieron redistribución de la riqueza como una medida para paliar la crisis financiera, así como pidieron que se aplique de nuevo un impuesto al patrimonio.
En Hamburgo, alrededor de 7000 ciudadanos crearon una cadena humana en el centro de la ciudad, mientras en Berlín, capital alemana, unas 5.000 personas reclamaron la reducción de la deuda y una lucha más consecuente contra la evasión fiscal.
Asimismo, otras seis mil personas en Bochum, 3000 en Bremen, 4000 en Colonia y 5000 en Frankfurt se unieron a la convocatoria que surgió de una propuesta iniciada en agosto pasado, por una veintena de organizaciones civiles y algunos sindicatos y partidos políticos que piden un impuesto sobre el capital que financie de una forma justa el gasto social.
De acuerdo con el secretario general del gigante del sector servicios Verdi, Frank Bsirske, el neoliberalismo y la desregulación de los mercados de trabajo y financiero a los que se enfrenta la nación alemana, desde hace treinta años, ha ampliado la brecha entre ricos y pobres en este país.
El ministerio de Trabajo de Alemania reveló recientemente en un estudio que la sociedad alemana, nivelada hace 30 años para la escala europea, actualmente se ha americanizado desde el punto de vista de desigual reparto de rentas e ingresos.
