29 de septiembre de 2012.- Medios de prensa checos debaten hoy sobre la seguridad del presidente del país, Vaclav Klaus, luego de que el viernes un joven de 26 años le disparara seis veces con una pistola de imitación.
"No quiero ni imaginarme lo que podría haber ocurrido. Lo que es seguro es que algunas cosas relacionadas con la seguridad del jefe del Estado tienen que cambiar radicalmente y ya mismo", declaró este sábado al diario Právo el portavoz presidencial, Radim Ochvat.
Klaus acudió la víspera a la inauguración de un puente en Chrastava, norte de Bohemia, y cuando se hallaba saludando a la gente se le acercó un joven, identificado como Pavel Ondrous, quien le disparó con una pistola de plástico, réplica de un arma checa CZ75.
Políticos y expertos en seguridad consideran el incidente como un incumplimiento grave de los guardaespaldas presidenciales, pues el presidente podía haber sido asesinado si la pistola de plástico hubiera sido real.
Al intervenir luego en la cadena local TV Nova, Klaus reprendió a sus custodios por "verse sorprendidos y no reaccionar como correspondía" y recalcó que la seguridad "se vio confirmada sólo por la acción de la policía local". De acuerdo con los medios checos, Ondrous no tiene ningún historial delictivo, y con este acto quiso llamar la atención sobre su difícil situación económica.
