Obama plantó a Netanyahu y no lo verá en la ONU

Obama y Netanyahu

Obama y Netanyahu

Credito: Cubadebate

12 de septiembre de 2012.- El gobierno de Israel ha sumado una nueva desavenencia con sus mandantes en Washington, que al parecer no concuerdan mucho con lo que se debe hacer, y cuándo, en el Golfo Pérsico contra Irán.

El mismísimo Presidente Barak Obama se cansó de la presión del presidente isarelí Benjamin Netanyahu, quien exigen un ataque a Irán para comienzos de octubre, y optó por sacarlo temporalmente de la agenda diaria de la Casa Blanca.
Para calmarlo, después del castigo, le concedió una llamada telefónica.

Así lo consignó el diario sionista Aurora este miércoles 12: “El presidente de EE.UU., Barack Obama, telefoneó al primer ministro, Biniamín Netanyahu, para hablar de la amenaza nuclear de Irán, en el marco de sus continuas consultas bilaterales, informó la Casa Blanca. Durante la llamada telefónica, que duró una hora, "ambos líderes discutieron la amenaza que supone el programa nuclear de Irán, y nuestra estrecha cooperación en Irán y otros asuntos de seguridad", dijo la Casa Blanca en un comunicado”.

Nada de esto significa que vayamos a presenciar una ruptura entre ambos Estados. Nada más lejos de la necesidad imperial, que deshacerse del principal Estado gendarme en la región más conflictiva del planeta, después de Eurasia.

Pero se trata de un dato político clave, propio de las tensiones crecientes entre un gobierno declaradamente guerrerista, expansivo, como el de Netanyahu, y gobiernos imperiales que prefieren calcular mejor las acciones bélicas en un momento mundial complicado para ellos.
Hasta la fecha se han registrado en la prensa internacional, por lo menos 11 cruces verbales o desplantes de Washington a Tel Aviv, en lo que va del 2012.

Ayer informábamos por este medio, de la distancia-regaño dado por el primer Ministro de su majestad de Gran Bretaña al mismo Presdiente de Israel, uno de los principales Estados fundadores del Estado de Israel en 1948.

También es una constante, que a cada reprimenda sigue una medida o señal de contemporización con el “niño mimado” mejor armado por ellos en Medio Oriente contra los pueblos árabes.

El brote de tensión con el Presidente de EEUU, tuvo repercusiones dentro y fuera del mundo israelí. El New York Time de hoy miércoles publica varios comentarios críticos a la conducta “impropia”, sostiene, del Jefe de Estado de Israel. Haaretz y Aurora, dos diarios de Israel, despliegan críticas a su propio gobierno.

El NYT también le pega a Obama, de quien dice que fue “apresurado” con la solicitud de Netanyahu.
El interdicto político se produce en un punto álgido en el mapa del norte arábico de Africa. Estados Unidos debe afrontar el ajusticiamiento de un funcionario consular en Libia, a manos de las milicias kadafistas y acciones contra la embajada en Egipto. En ambos casos, por presuntas ofensas al Corán.

En ese contexto, el líder opositor y jefe del partido Kadima, Shaul Mofaz, culpó al primer ministro, Biniamín Netanyahu, por el deterioro de las relaciones entre Estados Unidos e Israel, en una reunión especial de la Knéset, nombre del Parlamento.
Mofaz lo embretó con expresiones poco usuales. Cada palabra de Mofaz está concebida para prevenir al Ejecutivo de Tel Aviv del riesgo en que puede quedar el Estado sionista en un mundo que consideran hostil.

En la sesión parlamentaria de ayer martes, el diputado opositor espetó: "Señor primer ministro, dígame, ¿quién es nuestro principal enemigo, Estados Unidos o Irán? ¿A quién quiere derrocar, a [l presidente iraní, Mahmud] Ahmadinejad o a [l presidente de EE.UU., Barack] Obama?" Mofaz preguntó a Netanyahu en el pleno del parlamento. "¿Cuán bajo está dispuesto a hundir las relaciones con nuestro aliado más cercano?".

Según el jefe de la oposición los líderes del mundo no han dado la espalda a Israel; pero no confían en Netanyahu.
Luego lo aconsejó: "Israel no está solo; tiene buenos amigos en el exterior. Hable con ellos. Mantenga un diálogo real y abierto. Haga de ellos sus socios, no observe desde el costado", aconsejó al titular del Ejecutivo.

En el breve y tenso diálogo telefónico que Obama le concedió a Netanyahu, según NYT, “"Ambos jefes reafirmaron que están unidos en su determinación de prevenir que Irán obtenga un arma nuclear, y acordaron continuar sus estrechas consultas en adelante", agregó.
Sin embargo, los hechos mandan en el periodismo. “Ambos jefes” no se encontrarán en las sesiones de las Naciones Unidas, a realizarse en la última semana de septiembre.

Sobre esta eventualidad tuvo que pronunciarse la Casa Blanca.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tommy Vietor, desmintió la versión periodística según la cual Barak Obama había rechazado la posibilidad de un encuentro con Netanyahu, durante la visita que hará a Nueva York con motivo de la Asamblea General de la ONU a finales de septiembre.

"El presidente llega a Nueva York para la reunión de Naciones Unidas el lunes 24 de septiembre y sale el martes 25 de septiembre. El primer ministro no llega a Nueva York hasta más avanzada la semana", explicó en un comunicado.
El más claro mentís a la justificación del portavoz Vietor, la dio el propio Vietor. Explicó que "simplemente" ambos mandatarios no coinciden en la ciudad al mismo tiempo pero que Netanyahu sí se reunirá con otros altos funcionarios estadounidense durante su visita, entre ellos la secretaria de Estado, Hillary Clinton", señala la versión de la agencia EFE.

Sin embargo, la duda cae por si sola sobre estas expresiones diplomáticas. ¿Acaso es creíble que ante un posible ataque militar a Irán, ambos jefes de Estado no “coincidan” en la misma “ciudad”, y Netanyahu deba limitarse a reuniones no decisivas “con otros altos funcionarios estadounidenses”?

No, no es creíble.


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