Traducción por Ivana Cardinale
5 de septiembre de 2012.- Tensiones recientes entre Israel y Estados Unidos sobre un posible ataque a Irán están infiltrando las políticas estadounidenses y la campaña electoral presidencial.
El programa del Partido Demócrata, que será presentado para su aprobación en la apertura de la Convención Nacional Demócrata el martes en Charlotte, Carolina del Norte, específicamente menciona la opción de un ataque militar contra Irán, pero sólo si todas las otras medidas destinadas a frenar el programa nuclear de la República Islámica fracasan.
El nuevo programa indica que el presidente Obama cree que un resultado diplomático permanece como la mejor y más duradera solución.
Al mismo tiempo, él también dejo claro que la ventana para la diplomacia no permanecerá abierta indefinidamente y que todas las opciones, incluyendo la fuerza militar, permanecen sobre la mesa.
“Pero tenemos una obligación para utilizar el tiempo y el espacio que existe ahora para poner más presión sobre el gobierno iraní para que cumpla con sus obligaciones y se reincorpore a la comunidad de naciones o enfrente las consecuencias”.
Mientras el nuevo documento está siendo publicado, el primer ministro Benjamín Netanyahu parece haber alterado su propia retórica, comenzando con un llamado a la comunidad internacional para trazar una línea que convencería a Irán y que estaría determinada a evitar que Teherán obtenga armas nucleares.
La opción militar está aún por ser retirada de la mesa, pero por primera vez en meses el primer ministro israelí ha permitido que la diplomacia ocupe un lugar central. Mientras los estadistas israelíes se han referido a las sanciones y negociaciones como la solución que podría prevenir un ataque, Netanyahu mantuvo una narrativa combativa y consideró obsoleta la diplomacia.
