26/08/12.-El ultraderechista Anders Behring Breivik, juzgado por la muerte de 77 personas, pasará gran parte de su vida en la penitenciaría de Ila, una prisión de lujo reformada con grandes medidas de seguridad para poder acogerlo, independientemente de que hoy sea condenado a la cárcel o al internamiento psiquiátrico.
Él está dispuesto a apelar si es declarado enfermo mental y por tanto no imputable. En cualquier caso, por motivos de seguridad, el asesino deberá cumplir su pena en la cárcel de Ila, a una docena de kilómetros de Oslo.
Para acoger al autor de unos crímenes de una magnitud sin equivalentes en Noruega desde la Segunda Guerra Mundial, la cárcel ha iniciado discretamente grandes obras que incluyen la construcción de un minihospital psiquiátrico.
Si el extremista de 33 años fuera condenado a un pena de cárcel, podría encontrarse en dependencias muy similares a las que ocupa desde su detención, separado del resto de los prisioneros.
Una celda de tres piezas
En Ila, una de las prisiones más lujosas del mundo, dispone de tres células de unos 8 metros cuadrados cada una. Además del dormitorio con televisión, una segunda está destinada al ejercicio físico con aparatos de musculación y cortina a capricho del preso para no ver los barrotes. La tercera es un área transformada en zona de trabajo con un ordenador portátil sólidamente pegado a la mesa. No está conectado a Internet, pero según el tabloide Verdens Gang (VG) contiene una versión de la enciclopedia Wikipedia.
«Es una máquina de escribir mejorada», explicó un responsable de la administración penitenciaria, Ellen Bjercke. En mayo, ese mismo diario desató una polémica al afirmar que la dirección de Ila contaba pagar a personas para hacerle compañía a Breivik, por ejemplo para jugar al ajedrez con él, para romper un aislamiento al que podría ser condenado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estasburgo.
Trabajar con él
«Un malentendido», según Bjercke. «La idea es multiplicar los contactos con el personal penitenciario que estará encargado de hacer ejercicios físicos con él, de hablarle...», dijo.
También tiene una zona reservada para mantener entrevistas.
En caso de internamiento psiquiátrico será acogido en un minihospital que se terminará de construir en Ila antes de finales del 2013. Aunque se encontraría físicamente en la cárcel, Breivik viviría entonces rodeado del personal hospitalario especializado, aunque siempre bajo medidas de seguridad muy estrictas.
Según algunas fuentes, la Administración noruega ya se ha gastado en Breivik alrededor de dos millones de euros.
