14 de agosto de 2012.- Tres personas fueron detenidas hoy en Ecuador involucradas en la falsificación de firmas y afiliaciones de los electores entregadas por los partidos políticos a fin de participar en los comicios presidenciales de 2013.
Sobre el tema se ofrecerán más detalles en las próximas horas por el ministro del Interior, José Serrano, y el fiscal General Galo Chiriboga.
Los arrestos se producen apenas horas después que el presidente Rafael Correa anunciara que pronto el país conocería información importante respecto a las irregularidades denunciadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en la inscripción de las agrupaciones políticas.
En un programa televisivo emitido la víspera, el mandatario cuestionó la manera de actuar de varios partidos y movimientos políticos que contrataron empresas para recoger el apoyo popular e inscribirse en el padrón electoral.
También rechazó las declaraciones de asambleístas y políticos que acusan al gobierno de estar detrás de ese caso, e invitó a los ciudadanos a estar atentos a esos intentos por desprestigiar a las autoridades del país.
Unas 21 mil denuncias de la ciudadanía pusieron al descubierto en las últimas semanas la magnitud del fraude electoral, considerado por Correa como uno de los peores en la historia democrática de la nación.
Como consecuencia, el CNE decidió revisar el cien por ciento de las nóminas de los grupos que aspiran a contender en las urnas el 17 de febrero del próximo año, lo cual es rechazado por la oposición, unida ahora en el llamado Frente Democrático.
Las agrupaciones políticas temen no alcanzar el 1.5 por ciento del padrón electoral imprescindible para inscribirse, con lo cual perderían la posibilidad de presentar candidatos a la Presidencia, la Vicepresidencia y la Asamblea Nacional.
El máximo órgano electoral, sin embargo, otorgó un nuevo plazo -hasta el 24 de septiembre- para que esos movimientos recauden nuevamente adhesiones entre la población.
Domingo Paredes advirtió que en ningún caso será modificado el calendario previsto para las elecciones, ni la toma de posesión de las autoridades vencedoras, ésta última anunciada para el 24 de mayo.
El titular del CNE atribuyó la responsabilidad en el hecho a las organizaciones políticas en primera instancia y también a débiles controles informáticos en el órgano que él preside.
