26/07/12.-Los jefes de la Diplomacia Árabe ultimaron este jueves los detalles de un proyecto de resolución contra el Gobierno de Siria que esperan sea votado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en la próxima sesión sobre la violencia en el país.
La agencia española Efe reseñó que el proyecto, cuyo fin ideal pareciera ser la salida del presidente sirio Bashar Al Assad del poder, cuenta entre sus impulsores con Catar y Arabia Saudí.
También se dio a conocer que el documento podría ser enviado este viernes al organismo internacional, para que se proceda a su votación inmediatamente.
El embajador saudí en la ONU, Abdalá al Mualimi, expresó este jueves que si bien no se ha dado a conocer el borrador del proyecto, se ha precisado que lo que exige en primera instancia -y explicitamente- es la salida de Bashar Al Assad del poder, “a cambio de garantizarle una salida segura" del país junto a su familia.
“Además de condenar la violencia en el país y pedir su cese, la Liga Árabe encargó a un grupo para que ante la Asamblea General de la ONU convoque una reunión extraordinaria en este órgano para tomar medidas colectivas en relación con la crisis siria”, indicó el vocero.
Pese a que gran parte del pueblo sirio sigue defendiendo a Al Assad y a su gobierno, los países árabes insisten en que para “detener el derramamiento de sangre” y asegurar una transición pacífica en el país, se forme un Gobierno de transición con los opositores e incluso los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS), causantes de centenares de muertes.
Esta última propuesta de la Liga Árabe fue calificada por el Gobierno con una "interferencia flagrante" en los asuntos internos de Siria y recordó que es el pueblo sirio el que "decide quitar Gobiernos o presidentes pero a través de las urnas".
"Nosotros aceptamos el proceso político contemplado en el plan (de Kofi) Annan", dijo el lunes el portavoz sirio de Exteriores, Yihad Maqdisi, en referencia a la iniciativa de paz del mediador que establece el inicio de diálogo entre el régimen y la oposición.
Siria lleva más de una año sumergida en una ola de violencia que fue fortalecida con la participación de potencias occidentales, según denuncias del Gobierno de Al Assad.
Pese a que el Al Assad ha insistido en el diálogo por la paz y la reconciliación, los países árabes y Estados Unidos abogan porque el presidente se retire de su cargo y deje en el mando a opositores, propuesta que el Gobierno sirio ha rechazado de manera contundente.
