Compañías como Northrop Grumman Corp. y otros fabricantes de armas están ansiosos por acceder a un apetito extranjero cada vez mayor de aviones no tripulados de alta tecnología y relativamente económicos, que ya están siendo vendidos en el mercado mundial por países tales como Israel y China.
“Las restricciones de exportación están dañando a esta industria en EE.UU. sin hacernos más seguros”, dijo Wesley G. Bush, presidente ejecutivo de Northrop Grumman Corp en una conferencia de defensa este año. “Estados Unidos está luchando para vender aviones no tripulados a nuestros aliados mientras que otras naciones se preparan para saltar al mercado con ambos pies”.
La industria de defensa puede querer vender más aviones no tripulados en el extranjero, pero los defensores de control de armas están alarmados. El potencial para que estas armas caigan en manos enemigas es grande, dijeron, y reducir las restricciones podrían resultar en máquinas para matar controladas remotamente siendo utilizadas en algunas de las regiones más volátiles del mundo.
Daryl Kimball, director ejecutivo de la Asociación de Control de Armas (Arms Control Assn.), expresó que las ventas de drones son problemáticas debido a que las naves no tripuladas son más accesibles que otros aviones militares. Y sin ningún piloto en riesgo, los drones podrían hacer más fácil ir a la guerra, dijo.
“La proliferación de esta tecnología marcará un cambio importante en la forma en que se libran las guerras”, expresó Kimball. “Estamos hablando aquí de máquinas de guerra muy sofisticadas. Necesitamos ser muy cuidadosos acerca de quienes obtienen esta tecnología. Podría volver para hacernos daño,” señaló.
A medida que el esfuerzo de guerra de EE.UU. baja y el presupuesto del Pentágono se reduce, compañías de defensa afirman que necesitan que el Congreso alivie las restricciones para que puedan aprovechar los lucrativos mercados extranjeros para sus productos.
Traducción por Ivana Cardinale para el Correo del Orinoco